Por Nicolás Honigesz*, Raphael Sanz**, Vanessa Martina Silva*** y Leonardo Wexell Severo**** | “El gobierno de Jeanine Áñez está utilizando mentiras en los tribunales y en los medios de comunicación para incriminar al Movimiento al Socialismo (MAS) y evitar la probable victoria de Luis Arce y David Choquehuanca a la presidencia de Bolivia”, dice Andrónico Rodríguez Ledesma, candidato a la Cámara de Senadores por el partido y líder de las seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba.
Andrónico tiene 32 años y es señalado por muchos como el sucesor de Evo Morales. Desde niño acompañó a su padre a las reuniones políticas entre dirigentes y escuchaba atentamente los debates. Su lucidez a temprana edad hizo que tomara conciencia de la importancia del estudio y la formación política, fundamentalmente en la lucha revolucionaria.
En una entrevista exclusiva, señaló una secuencia de abusos por parte del gobierno de Áñez y destacó la importancia de una salida en las urnas.
Áñez se jacta de haber pacificado al país, pero en noviembre vimos dos masacres, la de Sacaba y Senkata. ¿Qué está pasando en Bolivia?
—En noviembre del año pasado lo que sucedió fue, como ya sabe la opinión pública a nivel internacional, un golpe de Estado. Se rompió el orden constitucional, se usurpó el cargo del presidente y así se tomó por la fuerza, con gran violencia, la administración del Estado. A partir de ese momento, todos los grupos de extrema derecha de Bolivia se afianzaron. Para conservar el poder tomado por la fuerza tuvieron que destilar toda su ira a través de las fuerzas armadas y policiales cuando, pacíficamente, las manifestaciones descendieron desde El Alto a la ciudad de La Paz, o de Sacaba a Cochabamba. Hicieron barreras con tanques, escudos y armas de fuego contra el movimiento campesino que no tenía absolutamente ningún arma, al contrario de lo que afirman.
Tienen un aparato de comunicación que hizo creer a la comunidad internacional que entre nosotros nos habíamos matado. ¿Cómo pueden pensar que nosotros, entre compañeros, íbamos a dispararnos y asesinarnos? Esto es inconcebible. Tenemos muestras y evidencias claras de los hechos, los tiroteos dejaron secuelas. Además de los muertos y heridos, hay casas y edificios, gasolineras y otras estructuras de servicios que han sido destruidas.
Hoy hay líderes populares perseguidos, asesinados y exiliados. Usted también está pasando por un momento de gran preocupación por su seguridad…
—Están atacando al presidente Evo Morales, atacando al MAS, a los candidatos. Yo mismo tengo ahora cinco o seis casos penales en mi cuenta. Por sedición, terrorismo, atentado contra la vida, la salud, una infinidad de procesos que no tienen base legal, ni jurídica. La Justicia se ha acomodado con el poder actual y está actuando en su campo de batalla legal, en la persecución sistemática que diariamente enfrentan los dirigentes del MAS y, hasta después de tantos meses de gobierno, lo único que han demostrado en la práctica es su odio, su racismo, su discriminación y su discurso básicamente sirve para culpar al presidente Evo Morales y al MAS de todos los males que suceden.
¿Y cómo impactó la pandemia en este marco?
—A mediados de marzo declararon la cuarentena total y emergencia sanitaria, y en la práctica nos confinan en un estado de sitio. Es un mal invisible que asalta al mundo entero, no sólo a Bolivia, lo sabemos, pero aquí tuvimos la mala suerte de que un gobierno interino manejara esta crisis de salud en un momento tan delicado.
En las ciudades, obligaron a las personas a no abandonar sus hogares durante los primeros días de cuarentena. Así pasamos marzo, abril y mayo. Suspendieron las elecciones y llegamos a junio con los casos de contagio de la pandemia aumentando exorbitantemente, al igual que los difuntos. Entonces pensamos que es inútil estar en cuarentena mientras este gobierno no haga absolutamente nada.
Vemos que a los médicos les faltan guantes, máscaras y todo el equipo de protección personal. No llega la ayuda de calidad ni las donaciones del exterior, ni en dinero ni en materiales, y las zonas rurales están desbastadas. Imagínese: compran 500 respiradores y llegan 170. Con un sobreprecio exorbitante y ni siquiera son los respiradores adecuados. Cuando la comisión investigó, resulta que eran ventiladores y máquinas de reanimación para pacientes que están a punto de morir o perder signos vitales. Y lo peor es que estos dispositivos no son aptos para el COVID-19. Fue una inversión millonaria en la que un porcentaje superior a la mitad estaba en manos de intermediarios, como ocurrió en varias compras públicas. Y estos señores impunemente, para justificarse, culpan a sus opositores políticos. En esta compra de respiradores se imputó a Evo Morales, Gabriela Montaño (médica, ex senadora y ministra de Salud, MAS) y Carlos Romero (abogado, ex senador y ministro de Gobierno, MAS), entre otros. Son ellos los que compran equipo caro, como también compran agentes químicos para reprimir a la gente en lugar de medicinas para la pandemia.
Han fracasado con esta situación y con el mal manejo de la crisis de salud, por eso hemos pedido el relajamiento de la cuarentena y que el gobierno presente un plan de contingencia en alianza con los gobiernos municipales y departamentales.
¿Cómo se sale de esta situación?
—Todavía estamos de pie, luchando. Lo que queremos es que la democracia y el Estado de derecho regresen al país y que podamos definir nuestras diferencias en las urnas. Pero el gobierno suspende sucesivamente las elecciones y luego culpa al Tribunal Supremo Electoral (TSE). Pereciera que siempre los picos de la pandemia se producen en las fechas de las elecciones.
Cuando se conoció públicamente el tercer aplazamiento, de manera unilateral y arbitraria por parte del organismo electoral, el pueblo comenzó a protestar espontáneamente. En el Trópico de Cochabamba anunciamos que íbamos al TSE inmediatamente para tener una respuesta dentro de las 72 horas. Luego la Central de Trabajadores y otras organizaciones a nivel nacional declararon incumplido el plazo para las elecciones y, por lo tanto, se decretó una movilización nacional.
Estuvimos movilizados todos estos días, levantamos los bloqueos y ahora estamos en un período intermedio. Vamos por el cuarto aplazamiento de la elección, lo que significa que a cualquier momento, a nivel nacional, podemos movilizarnos y reactivar este bloqueo de caminos en todo el país, porque ya no hay confianza ni credibilidad en este gobierno.
El gobierno argumenta que los bloqueos y paros fueron responsables de la muerte de 40 personas. ¿Qué dice sobre eso?
—Es totalmente falso. Del total de fallecidos (por COVID-19) diría que el 40 o 50% es responsabilidad del propio gobierno, son muertes que se podrían haber evitado: murieron por falta de asistencia médica, instrumentos y equipo de protección personal. No sólo murieron pacientes, sino también médicos. Al discurso oficial lo vemos como una ofensa y una provocación a los movimientos sociales que puede conducir a un nuevo trastorno o inestabilidad en nuestro país.
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¿Cómo ve la denuncia de que el gobierno de Áñez podría estar convirtiendo al país en un narco-estado, como señaló Luis Arce?
—En 1997 nos gobernó Hugo Banzer, uno de los dictadores más criminales y sanguinarios que ha tenido nuestro país, y su vicepresidente Tuto Quiroga, actualmente candidato a la presidencia. En 2000-2001, en la región del Trópico de Cochabamba, ejecutaron el Plan Dignidad, que Estados Unidos le propuso al país y significó cero coca y cocaleros. No importaba cuántos cocaleros murieran, no importaban los derechos humanos, no importaba la vida, solo importaba que Estados Unidos les diera un certificado de buen estudiante y que esa ayuda, que eran millones de dólares, siguiera llegando. Dinero destinado no precisamente para la lucha contra el narcotráfico, sino para otros asuntos.
La presencia yanqui fue una violación total de los derechos humanos, una falta total de respeto por la vida. Asesinaban, mataban gente aquí y allá. En esa época se registraban más de 30 mil hectáreas de coca sólo en el Trópico de Cochabamba. Ahora, con la Ley General de la Coca, quedan 7 mil hectáreas. No sé qué lucha contra el narcotráfico le mostraron a la comunidad internacional. Desde entonces, el movimiento campesino viene luchando.
Otro tema a tener en cuenta es que el narcotráfico no es sólo un problema del Trópico de Cochabamba, sino a nivel mundial. Ya muchos expresaron: “Antes, en la gestión de Evo, los jets salían de forma clandestina, ahora utilizan las rutas y aeropuertos oficiales”. El diputado de la derecha (Luis Felipe) Dorado declaró que “este gobierno tiene acuerdos con los narcotraficantes”. Realmente parece que están convirtiendo al país en un narco-estado.
¿Cuál es su valoración de los aproximadamente 14 años del gobierno de Evo?
—Ganamos las elecciones el 18 de diciembre de 2005 y Evo asumió el 22 de enero de 2006 como el primer presidente indígena de la República. El 1 de mayo del mismo año nacionalizamos los hidrocarburos y a partir de ese momento se inició el cambio en la economía del país. Inversiones en infraestructura con la construcción de más de 10.000 establecimientos educativos, hospitales y centros de salud, canchas deportivas, industrias, y el proyecto de subterráneos. Crecí en medio de este proceso de transformación y desarrollo total. Quizás muchos jóvenes, debido a la estabilidad social, política y económica, mayor accesibilidad y facilidad, se hayan quedado algo dormidos y tranquilos.
Mucha gente pensó que toda la vida sería así, y de repente llegó el golpe y ahora los más jóvenes son los que más sufren. Llega el paro, los despidos se multiplican por el mal desarrollo de la crisis sanitaria, se cierran en masa las pequeñas y medianas empresas, no hay clases, ni en colegios ni universidades. La salud está totalmente abandonada en las zonas rurales donde no ha llegado ni una sola mascarilla de prevención del coronavirus.
¿Qué importancia tiene la presencia de la prensa y los organismos internacionales en el seguimiento del proceso electoral?
—No cabe duda de que el gobierno de Áñez logró romper el orden constitucional con un impresionante cerco mediático. Era algo construido en cada segundo en el que se transmitían hechos sin relevancia: cuando una persona bloqueaba una calle era noticia nacional, cuando dos o tres personas iban a las puertas del cuartel se convertía en titular. A través de los medios nacionales, comenzaron a instalar un mensaje anti-Evo de manera asombrosa, manipulando a la opinión pública, cambiando la posición de muchas personas, especialmente de la clase media.
Afortunadamente, muchos medios internacionales vinieron a Bolivia para ver lo que estaba pasando y mostraron la verdad. Es gracias a la prensa internacional que varias cosas han salido a la luz.
También solicitamos la presencia de organismos internacionales de derechos humanos, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, para presionar por justicia y que paguen por los crímenes de lesa humanidad. Está comprometida una visita del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en septiembre.
Un mensaje para los votantes bolivianos que votan en Brasil y Argentina
—En primer lugar, mi respeto y admiración a los bolivianos que viven en el exterior. Todos están muy preocupados por la situación de nuestro país y la crisis política, social y sanitaria. Lo único que nos queda es promover la unidad y volver a marcar la diferencia como movimiento popular, obrero, campesino, con clase media, uniendo a todos para que el marco de un amplio movimiento político resuelva nuestras diferencias en las urnas para recuperarnos en democracia.
Los hermanos que están en el extranjero conocen muy bien el proceso golpista. Algunos están organizados en pequeñas comunidades bolivianas. Entonces, mi pedido es que, si están registrados para votar, no sólo deben ir a las urnas, sino también inspeccionar, ejercer el control electoral porque su participación en el exterior puede llegar a definir el destino de Bolivia.
El movimiento social y popular cuenta con las candidaturas de Arce y Choquehuanca, pues son hombres que no sólo saben mucho de la administración del Estado, sino que ya han demostrado su profundo vínculo con el desarrollo y el progreso. La unidad es el arma letal contra el revés. Sigamos movilizados hasta que no haya discriminación, violencia y violaciones de los derechos humanos. ¡Ganaremos!
*CTA Autónoma.
** Correio da Cidadania.
*** Diálogos del Sur.
****Hora del Pueblo.