Canal Abierto Radio | En Colombia, la tortura que llevó a la muerte al abogado Javier Ordoñez, de 46 años y padre de dos niños, en manos de un comando policial derivó en protestas masivas y represiones que ya se cobraron la vida de 13 personas.
“Es una policía militarizada, esto quiere decir que es parte del Ministerio de Defensa y ha sido formada en una lógica de la seguridad nacional y al enemigo interno” explicó Vázquez, periodista especializado en política internacional. A esta fuerza se le exige “un número mínimo de resultados que no tienen necesariamente con la prevención del delito o la captura de delincuentes sino que son resultados medibles”.
En cuarentena, aumentaron los casos de abuso policial “porque necesitan mostrar una serie de resultados que no tienen que ver con el combate al delito”. La tortura y posterior asesinato de Javier Ordoñez en un Comando de Acción Inmediata (CAI), del cual se difundieron videos, llegó en el marco de un incremento de este tipo de casos contra el colectivo LGBTIQ+, vendedores ambulantes, personas en situación de calle entre muchas personas inocentes más.
#ReformaPolicialYa pic.twitter.com/HWBqzT2SgD
— Temblores ONG 🐘 (@TembloresOng) September 12, 2020
El informe “Bolillo, dios y la patria” de la ONG Temblores, recuenta 639 homicidios, 49.481 casos de violencia física y 241 casos de violencia sexual entre 2017 y 2019. “En el primer trimestre de este año se abrieron 8 procesos por día” hacia policías por presuntos abusos a la autoridad, pero “solo 10 policías fueron destituidos”. Ante esta situación, la gente salió a protestar e incluso se registraron incendios en varios CAI, pero que fueron brutalmente reprimidos.
Con pocos días de diferencia, el 9 de Septiembre la Bonaerense rodeaba la Quinta de Olivos por una protesta salarial. “Es medio complicado un relamo salarial con una pistola en la mano, por más justo que sea, y suena más a un atentado a la democracia” comentó el analista, que además contextualizó este accionar con los distintos motines policiales en la historia reciente de América Latina.
“Muestra un creciente poder policial en toda Latinoamerica que no es nuevo, es una fuerza que no se ha reformado a partir de la recuperación de la democracia, que no ha modificado sus cánones sobre derechos humanos” y que “los lleva a tener una táctica con la ciudadanía donde parece que todos son culpables de algo”.
Cabe recordar el intento de golpe a Rafael Correa en 2010 acompañado por un motín policial. Una situación similar se dio en 2012 contra Evo Morales, pero se pudo revertir gracias al apoyo popular. En ese mismo año, una especie de golpe parlamentario pero con apoyo de la policía paraguaya derrocó a Fernando Lugo, “luego de un extraño suceso donde la policía enfrentó con campesinos en los cuales hubo muchos muertos”. Finalmente en 2019, el triunfo del golpe a Evo Morales que contó con el amotinamiento policial acompañado por sectores de la sociedad civil.
“Es un rol que hay que analizar, porque tiene que ver con un plan mucho más grande, con como han intentado desde Washington a partir de la llegada de Hugo Chávez a América Latina como primer gobierno de izquierda, y cómo a partir de ese momento empezaron a aparecer gobiernos progresistas, o de izquierda, o como querramos llamarlos. Y a raíz de eso cómo intentó Estados Unidos a partir de diferentes métodos, golpes de Estados” concluyó.