Redacción Canal Abierto | La vuelta a las aulas porteñas sigue siendo un motivo de disputa entre los gobiernos nacional y de la Ciudad. En agosto pasado, el Jefe de Gobierno había planteado la necesidad de que unos 6500 alumnos volvieran a las aulas, ya que no podía garantizarse su acceso a la conectividad para que pudieran cursar por vía remota. En junio, el Juez Roberto Gallardo había hecho lugar a una cautelar por la cual se intimaba al gobierno porteño a entregar notebooks a los alumnos que no tuvieran y se garantizara el acceso a la conectividad en villas, asentamientos y barrios populares. Hasta el momento nada de eso ocurrió.
Ante la negativa de las carteas nacionales de Educación y Salud, el ministerio de Educación de la Ciudad planteó la instancia de que las clases se retomaran en lugares abiertos como plazas, parques o calles que se cortarían para tal fin.
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Para esto, los ministros nacionales Nicolás Trotta y Ginés González García mantuvieron una reunión con sus pares de la ciudad, Soledad Acuña y Fernán Quirós el lunes pasado, coincidiendo con el Día del Estudiante. Tras el encuentro, Acuña aseguró que habían avanzado en la posibilidad de la asistencia de esos sectores, cambiando el espacio propuesto por los patios de los colegios.
Sin embargo, Trotta echó por tierra esa posibilidad, bajo el argumento de que los contagios seguían siendo altos en el área metropolitana. A pesar del anuncio de entrega de 6500 computadoras y la asistencia de trabajadores sociales y educativos de la UBA para la revinculación de los chicos afectados con el sistema educativo, la puja alrededor del retorno a las clases presenciales sigue vigente.
Consultado por Canal Abierto, el vocero del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas Tomás Cancela, se refirió a la posición de la Coordinadora de Estudiantes de Base que conforman los gremios estudiantiles de las distintas escuelas que dependen de la cartera educativa de la ciudad. Al respecto, afirmó que “desde el día uno del aislamiento estuvimos reclamando por las distintas cuestiones que vimos que la cuarentena estaba generando, Entedíamos lo complejo de la situación y por ende lo que pedíamos era básicamente se nos abran las puertas del ministerio y se pudiera armar una reunión en la cual pudiéramos intercambiar y acercar una realidad que veíamos”.
“Hace un mes nos encontramos con la primera presentación de un protocolo para que aquellas personas que no tuvieran conectividad pudieran acercarse a usar los espacios digitales. Ese protocolo fue rechazado por la comunidad educativa por varios motivos, desde el contenido propio del protocolo hasta la ausencia de fundamentos pedagógicos. La propuesta básicamente era generar una especie de cyber para pobres. En su momento el ministro de Nación nos abrió las puertas para poder intercambiar sobre la realidad que estábamos atravesando. Desde ese momento nos dejó en claro que ese protocolo no iba a ser aprobado. Esto pone nuevamente el tema de la falta de diálogo con el ministerio de la ciudad”, detalló.
Cancela también apuntó a otras deudas pendientes del ministerio que encabeza Acuña como la “entrega de bolsones en un momento económico más que complejo o la ausencia total de la ESI».
«Así podría seguir enumerando todo el día, porque la verdad es que la gestión educativa del Gobierno de la Ciudad ha sido bastante pobre. En ese plano nos manejamos desde el primer día”, lamentó.
Sobre la relación de los estudiantes con el resto de la comunidad educativa, el dirigente estudiantil contó que “tenemos mucho diálogo y mucha comunicación porque lamentablemente todos los años nos pegan de distintas formas. Así que hemos tenido reuniones, actividades conjuntas con docentes, familias, cooperadoras, pedagogos… con todos los espacios posibles de la comunidad educativa.
“Lo que vemos de conjunto es que lo que todos estos protocolos exponen son las consecuencias en las que hay que hacer malabares para sortear una situación más que compleja”, concluyó.
Ilustración: Marcelo Spotti