Redacción Canal Abierto | A principios de 2018 la gobernadora María Eugenia Vidal hizo efectivo el cierre de Ferrobaires -decretado el año anterior-, y el traspaso de todos sus servicios a Trenes Argentinos. Pocos días después ejecutó 1.500 despidos, cifra que luego alcanzó los 2.000.
Antes de disolver Ferrobaires, Vidal había ordenado cancelar todos los servicios de pasajeros que brindaba la empresa. Con el traspaso a Trenes Argentinos una pequeña parte fue reactivada pero la mayoría de los ramales continúa inactivo. Y más de cuatrocientas familias esperan recobrar su puesto laboral. Según explican, el decreto para traspasar el personal a la Nación expresaba que la provincia devolvía al Estado Nacional el ferrocarril con toda su infraestructura, material rodante, inmuebles y trabajadores.
Al poco tiempo, los ex empleados de la empresa se reorganizaron en Ferroviarios Sin Trabajo. El objetivo era reclamar al nuevo Gobierno su reincorporación y la reactivación de todos los servicios de pasajeros suspendidos.
El 4 de marzo de este año, en diálogo con Canal Abierto, Jorge Medrano denunciaba que el de Ferrobaires era “el despido más masivo de la era Macri, y el más invisible por el blindaje mediático”, y exijía la recuperación de las fuentes laborales y los servicios cerrados “para habilitar economías regionales, trabajar con los municipios, para desarrollar polos culturales”.
A más de siete meses de aquella entrevista, el referente de Ferroviarios Sin Trabajo fue recibido en Casa Rosada luego de una concentración del colectivo en Plaza de Mayo: “es la primera movilización que hacemos desde que arrancó la pandemia, los compañeros estaban muy angustiados ante la falta de respuestas”.
“Se comprometieron a ayudar a movilizar los expedientes que tenemos ingresados en el Ministerio de Trabajo”, explicó Medrano a este portal, y agregó: “los anuncios de rehabilitación de líneas y el incremento de servicios en temporada muestran que se va a necesitar incorporar personal. Nuestros compañeros tienen muchos años de experiencia, técnicos que pueden ser muy útiles para rehabilitar los ramales. Nos preocupa que estén priorizando el ingreso de otras personas producto de acuerdo políticos, y que al mismo tiempo no nos tengan en cuenta a nosotros”.