Redacción Canal Abierto | El 8 de octubre se aprobó en primera lectura la nueva norma urbanística para Costa Salguero. Lo que sigue es una audiencia pública, porque como se está modificando la norma urbana esto requiere de una doble votación en doble lectura con una audiencia pública en el medio.
Esto es lo que inicia hoy, con 7.053 inscriptos. Será la más larga de la historia: durará 29 días y se extenderá hasta el 27 de enero. De esta manera el oficialismo no podría tratar el proyecto este año, lo que constituye una primera victoria de los porteños y porteñas para evitar la privatización de la Costanera Norte que intenta conseguir el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
La Legislatura dio a conocer en el día de ayer el listado de participantes, entre los que se encuentran vecinos y vecinas de los barrios aledaños al río, profesionales de distintas disciplinas, comuneras y comuneros, referentes de organizaciones ambientales y figuras de gran prestigio académico que se oponen a la rezonificación y venta de Costa Salguero.
Desde hace 30 años la ciudadanía porteña se encuentra organizada reclamando el derecho a la Costanera y al río. Es por eso que en la Constitución de 1996, resultado de estas luchas colectivas, se incorpora que el acceso y la circulación de las costas deben ser irrestrictos.
La privatización definitiva de Costa Salguero, cuya concesión vence el año próximo implica la entrega de un predio de 17 hectáreas con un valor de más de US$9.000 el metro cuadrado a la especulación inmobiliaria, donde se habilitará la construcción de un barrio “Premium”.
“El de Larreta es un proyecto de densificación constructiva en todo lo que es el borde costero construyendo doce edificios que van a tener entre 18 y 29 metros de altura, destinados a un sector de la población con mayores recursos económicos”, explicó la ingeniera María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria.
Koutsovitis a su vez integra la Coordinadora La Ciudad Somos Quienes la Habitamos, la cual llevó adelante una serie de manifestaciones en contra de la venta de este espacio y presentó un proyecto alternativo que propone un parque público en la totalidad del borde costero que pueda ser de uso y disfrute irrestricto para el conjunto de la ciudadanía.
“La idea de poder contar con un parque público también se encuadra en la agenda climática. La Ciudad de Buenos Aires tiene dos principales amenazas en este sentido, que son las inundaciones y las olas de calor. Por eso es que privatizar y cementar el borde costero es un contrasentido en el marco de la agenda climática”, destacó Koutsovitis.
Y finalizó: “Esperamos ingresar nuestro proyecto antes de la segunda lectura. Si el del oficialismo se aprobara en segunda lectura seguramente va a ser judicializado porque, entre otras cosas, esta modificación de la norma urbanística y la construcción de este emprendimiento inmobiliario suntuoso son violatorias de lo que establece el Plan Urbano Ambiental y la propia Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Esperamos que el gobierno porteño retire el proyecto, lo revise y además habilite un ámbito de participación ciudadana para que el conjunto de las porteñas y porteños decidamos qué es lo que queremos hacer con nuestra costanera y con nuestro río”.