Redacción Canal Abierto | Mediante a emisión de la Comunicación «C» 88678, el Banco Central ordenó la suspensión de operaciones de cambio de Díaz&Forti SA. Se trata de una comercializadora de cereales con sede en la provincia de Santa Fe.
La historia de Diaz&Forti podría contarse como un exponente de movilidad económica ascendente en un momento crítico de la economía de nuestro país. Sus operaciones comenzaron tímidamente en 2019, año en el que su facturación apenas si rozó los 4 millones de dólares para dar el batacazo de 600 millones de la misma divisa en este año tan adverso a nivel mundial.
Si bien la comunicación del BCRA no da explicaciones ni justificaciones, no son pocos los que sospechen que esta firma funciona como camuflaje para la continuidad de operaciones de Vicentin, que entró en quiebra este año y estuvo al filo de la expropiación. Esta sospecha se acentúa cuando se ve que ambas empresas han compartido domicilio, a partir de un supuesto alquiler de Diaz&Forti a Vicentin.
Claudio Lozano, el integrante del directorio del Banco Nación que llevó adelante las investigaciones y denuncias en torno al desfalco perpetrado por la cerealera a la entidad bancaria pública, apuntó que Díaz&Forti adeuda a su vez 300 millones de dólares en concepto de liquidación de exportaciones.
El economista señaló que el método de camuflaje utilizado con esta firma se suma al que ya venía ejecutando con Glencore. «Es bueno dejar en claro que en el contexto de la crisis que implica el caso Vicentin, extrañamente, por un lado, Glencore, empresa socia de Vicentin en múltiples negocios, particularmente en la empresa Renova, y Díaz & Forti, son los que están remplazando en la práctica a Vicentin en el sector exportador de granos y derivados de la economía argentina», expresó.
Lozano recordó que “Glencore ocupa hoy el mismo lugar que ocupaba Vicentin en el 2019 como primer exportador de harina de soja y Díaz & Forti ha crecido de manera extraña en el curso del año 2020 respecto de lo que era su presencia absolutamente insignificante en materia de exportaciones y sin que quede clara ni se explique adecuadamente con qué financiamiento lo llevó adelante. Es extraño. A su vez porque Glencore tiene las mismas fuentes de financiamiento que los acreedores extranjeros que tiene Vicentin”.
Yagegó que “Glencore a su vez está reemplazando a Vicentin en la importación de soja desde el exterior haciendo uso del régimen de admisión temporaria que es el mismo lugar que ocupaba Vicentín Paraguay, entrando soja paraguaya sin aranceles de importación y reduciendo las retenciones, para vía régimen de admisión temporaria, hacer beneficios fiscales sustantivos”.
Lozano planteó que el círculo se cierra en el momento que “Glencore reemplaza como exportador, como importador y tiene las mismas fuentes de financiamiento que los acreedores de Vicentin. Por otro lado, Díaz & Forti que es quien está alquilando las propias instalaciones de Vicentin argentina ha crecido de manera espectacular sin que se explique el financiamiento en el sector exportador”.
“Queda claro, y la justicia sigue mirando para otro lado, que Vicentin es uno solo, que Vicentin Uruguay y Vicentin Argentina es la misma cosa, que siguen vendiendo y rematando empresas, liquidando patrimonio sin pagarle a los acreedores y que siguen participando a través de terceras empresas de las exportaciones de la Argentina”, concluyó el economista.
Explicaciones que no explican
Por otra parte, autoridades de la empresa concursada se reunieron ayer con la de la Cámara de Diputados de Santa Fe que sigue el concurso preventivo de la firma con el motivo de explicar los pasos que pensaban seguir a fin de cumplir con los compromisos de la empresa.
El diputado provincial Carlos Del Frade participó de ese encuentro y en diálogo con Canal Abierto contó que “por primera vez fueron al recinto para ver si nos brindaban algún tipo de explicación de a dónde está la plata que Vicentin se llevó del pueblo argentino y cuando la iban a traer. Esas fueron las primeras preguntas que hicimos porque hay que explicar que pasó con la empresa más importante que terminó con una deuda de 1400 millones de dólares».
«Terminaron sin explicar nada de eso, pidiendo que hay que mirar desde el presente al futuro pero dejando de lado el pasado, lo que políticamente es imposible, porque sin explicación no hay reparación de nada. Si no se le paga al banco Nación volveremos a tener un capítulo más de la novela del estado bobo y cómplice”, agregó.
También planteó que “ahora es imprescindible que el Gobierno Nacional retome la iniciativa de la expropiación para construir una empresa pública con participación estatal mayoritaria, pero con trabajadores, productores y cooperativas. Ese fue un momento de intercambio por momentos muy ríspidos con los supuestos nuevos directivos de Vicentin. No dan ningún tipo de explicaciones, no hubo errores para ellos”.
El legislador remarcó que no se trata de un recambio en el directorio, ya que se trata de personas con historial en la empresa. “El nuevo presidente del directorio es el contados que hace 37 años está trabajando en Vicentin. El otro director hace 21 años que está ahí. Eso no tiene nada de nuevo. Lo único nuevo que hay es que contrataron a un abogado de Buenos Aires que vino con términos en inglés para explicarnos la nueva idea de gobierno corporativo de la empresa con lo que quieren seducir a os bancos internacionales, al Banco Nación y a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que es el principal acreedor privado en Argentina para volver a recuperar confianza que es indispensable en el negocio de la comercialización de granos. Eso es lo único nuevo que hay. De hecho, el asesor político es el ex embajador durante el macrismo en China, Diego Guelar. El es quien está llevando adelante todo esto”.
“Da la sensación de que sin explicación de lo que sucedió va a ser muy difícil recuperar la confianza de Vicentin. Lo más importante en todo este asunto es que detrás de todo esto hay 30.000 familias que directa o indirectamente dependen laboralmente de Vicentin”, agregó.
Y concluyó. “Hay que tener en cuenta que Vicentin se terminó convirtiendo en el lavadoducto del macrismo. Vicentin, con la complicidad del Banco Nación y del BCRA fugaron 795 millones de dólares entre agosto de 2019 y enero de 2020. Esos eran dineros del pueblo, del Banco Nación. Así como el escándalo de las carnes sintetizó la década infame, Vicetin sintetiza el saqueo planificado del macrismo”.
En las últimas horas se conoció el dictamen del juez que tramita el concurso, Fabián Lorenzini que dispone la intervención de la empresa por 90 días con posibilidad de prórroga. Al frente de la intervención estará Andrés Shocron, quien cuenta con el visto bueno del comité de acreedores mientras que al subinterventor deberá designarlo la provincia de Santa Fe.