Redacción Canal Abierto | Farmacoop es una cooperativa que surgió tras la quiebra, a fines de 2018, del ex laboratorio Roux Ocefa. Frente al vaciamiento de la empresa por parte de la patronal, 100 de los más de 400 despedidos (farmacéuticos, ingenieros y demás profesionales) encararon una pelea para conservar sus fuentes laborales .
Al comienzo de la pandemia, sus integrantes decidieron reacondicionar varias líneas de producción para fabricar alcohol en gel, insumo básico para prevenir el COVID-19 que por entonces escaseaba y era objeto de una fuerte especulación.
En las últimas horas, la empresa recuperada volvió a ser noticia por la aprobación de la ANMAT del primer test argentino para la detección rápida de anticuerpos de coronavirus desarrollado por investigadores del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata y el INTI. Las tiras reactivas que permiten saber en 5 minutos si una persona tuvo o tiene COVID19 ya están siendo elaboradas por Farmacoop.
“Ya empezamos con la fabricación del primer lote y la semana que viene ya va a haber stock para comercializar. Hoy estamos en capacidad de producir 20 mil tiras por semana, pero estimamos que si hay demanda podríamos sumar turnos y duplicar la cantidad”, cuenta a Canal Abierto la directora técnica de Farmacoop, Florencia Tiseyra.
En un primer momento, al principio de la cuarentena, China donó a la Argentina test similares que luego debieron ser adquiridos a entre 12 y 13 dólares. El flamante desarrollo nacional costará aproximadamente unos 7 dólares. “Fue un gran esfuerzo lograr que todos los insumos fueran nacionales, no sólo porque sabíamos que iba a facilitar su acceso sino también porque entendemos que es clave la generación indirecta de puestos de trabajo”, asegura la integrante de la cooperativa.
Una de las principales ventajas es que permite realizar estudios poblacionales a gran escala y desde el punto de vista epidemiológico, realizar mapeo y segregación de áreas contemplando métricas como incidencia de la enfermedad e inmunidad poblacional adquirida.
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Los test saldrán a la venta en el mercado local, aunque la cooperativa analiza también la posibilidad de exportarlos, ya que recibieron consultas de Suiza, Bolivia y Paraguay. “La idea es primero satisfacer la demanda interna”, indica farmacéutica egresada de la Universidad de Buenos Aires.
Aunque salió a la luz recientemente a raíz de su aprobación oficial, Tiseyra recuerda que el desarrollo lleva meses de exhaustivos estudios: ”Cuando escuchamos que se ponen en duda los controles de las autoridades sanitarias, primero nos sorprendemos y después nos causa gracia. Sabemos de primera mano lo exigente que es el ANMAT para dar curso a cualquier habilitación”.