Hay tipos a los que les cae bien la osadía, el compromiso, la sabiduría y el coraje de un desconocido que cuelga o escribe algo osado, comprometido, sabio y corajudo en ese antro de nubes llamado feisbuc. Entonces se acomodan mejor en la butaca, se rascan la pera, ponen cara de circunstancia y, arrebatados por un relumbrón de osadía, compromiso, sabiduría y coraje, cliquean «Me gusta». Y acto seguido se ponen a dormir como niños, agotados, filtrados, y con la intensa sensación de haber hecho el bien. Ni qué decir si al día siguiente tienen la buena fortuna de firmar algún comunicado, algún petitorio, alguna solicitada.
Pero también están los que al cabo de terribles deliberaciones internas deciden jugarse y entonces, ceño fruncido, manos crispadas, cliquean “compartir”. Estos son los imprescindibles.