Redacción Canal Abierto | “Desde el jueves pasado en el edificio 7 se quedaron sin agua porque la bomba eléctrica se quemó. A los vecinos del 8 se les vienen las construcciones abajo, a las estructuras se les están saliendo los tornillos, se abren grietas y las rejas de los balcones se mueven. En el edificio 25 la cloaca empezó a desbordar, los ventanales empezaron a salirse, y la Secretaría no se hace cargo”, cuenta Mirta Rodríguez, vecina del barrio Padre Mugica, ex Villa 31.
Hasta el momento son 890 familias a las que el gobierno de la Ciudad relocalizó en el sector YPF, ubicado frente al Ministerio de Educación porteño. Lo que en un principio se vendió como un futuro mejor, hoy se cae a pedazos como las paredes de estas casas descartables.
La semana pasada, la Mesa de Urbanización organizó una visita a las viviendas juntos a legisladores y arquitectos para visibilizar estas problemáticas. “Están elaborando una nota que va a estar acompañada por una nuestra para que nos den una solución, porque estas viviendas le pertenecen a Diego Fernández y a Horacio Rodríguez Larreta”, comenta Mirta al respecto.
Pero las paredes de chapa y durlock son sólo una parte de esta historia. “Yo fui una de las tantas que no se quería venir porque ya sabía que esto iba a pasar. La mayoría nos vinimos bajo hostigamiento y amenazas. Donde vivíamos eran viviendas de material, no como las que nos entregaron. Nos relocalizaron diciéndonos que si no veníamos tenían que hacernos juicio. Tuve muchas amenazas”, expresa la vecina.
Así pasan las horas en las viviendas que el gobierno de la Ciudad entregó con la promesa de "un futuro mejor".
El agua brota de las paredes en las casas de lxs vecinxs del barrio Padre Mugica (ex #Villa31), y los funcionarios de Larreta no dan la cara. pic.twitter.com/iKYsmW8MxD
— Canal Abierto (@canalabiertoar) January 26, 2021
Los habitantes de este barrio presentaron notas y denuncias sobre este atropello a sus derechos, pero lamentablemente la administración de Larreta hace lo que quiere. “No podemos hacer nada. Tratamos de seguir en la lucha en conjunto con vecinas y vecinos para ver cómo podemos solucionar los problemas que tenemos dentro del barrio, que sobran”, dice Mirta.
Los negocios antes que la gente
Como ya es costumbre para esta gestión, hay una trampa detrás de esta obra. “En el lugar donde nos prometieron un espacio público de recreación, pusieron rejas. Van a hacer edificios de siete pisos para administrativos de empresas como Kentucky y McDonalds, habiendo tanto hacinamiento en el barrio con familias que necesitan una vivienda”, comenta Mirta.