Redacción Canal Abierto | Febrero se caracterizó por semanas enteras de lluvias, vientos y altas temperaturas. Estos factores crearon el ambiente perfecto para la explosión de mosquitos que se vive en estos días, sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Según los expertos, es un fenómeno normal en la región de Buenos Aires, de un mosquito que es autóctono en toda la Pampa Húmeda, que se extiende desde San Pablo, Brasil hasta Tierra del Fuego. “Es el único mosquito silvestre que está en la Patagonia, por lo tanto no es una invasión porque el bicho está desde antes que los humanos pisamos la región”, explicó el biólogo Nicolás Schweigmann a Canal Abierto.
Y agregó: “Es un mosquito complicado porque está instalado en todos los lugares donde haya agua y se encharque sobre el suelo, en la tierra. Se llama Aedes Albifasciatus y pone los huevos en los bordes de los charcos de agua que se forman principalmente por las lluvias y los acumula hasta que el charco se vuelve a llenar de agua. Son muchísimos y la lluvia produce una explosión que hace que haya millones de mosquitos al mismo tiempo”.
“Hay mucho aedes aegypti en el AMBA y hay que tomar medidas de prevención. Si manoteas un mosquito con patitas blancas quiere decir que hay un criadero a 50 mts a la redonda”, explica el biólogo Nicolás Schweigmann sobre el fenómeno de #Mosquitos en la Ciudad. pic.twitter.com/5v5Gz4gyDa
— Canal Abierto (@canalabiertoar) February 17, 2021
Esta especie además está acostumbrada a ambientes de mucho frío y viento. Esto último también es causante de lo que ha ocurrido. El transporte del mosquito hacia la ciudad por los vientos, porque el mosquito en la ciudad no tiene posibilidad de proliferar por lo que se espera que desaparezcan en menos de una semana.
Si bien no es trasmisor de enfermedades en los humanos, sus picaduras suelen ser más fuertes, ya que es una especie acostumbrada a picar animales con pelajes y pieles más gruesas.
El que sí es trasmisor es el aedes aegypti, que el año pasado provocó una epidemia de dengue en el país. Hoy, la situación es otra. “Hay muy poquito dengue en Misiones. El último registro habla de un caso cada dos días, lo cual es nada para la zona, y en Salta hay diez casos que responden a gente que cruzó la frontera. En Paraguay hay un pequeño brote, mucho menor que el del año pasado, y en Bolivia también. Pero como las fronteras están cerradas y está restringido el tránsito de las personas –porque son las personas las que llevan el virus de un lado a otro- podríamos decir que estamos en una etapa de interbrote, que no hay transmisión de dengue en la región y por lo tanto podemos estar tranquilos de que no hay epidemia”, sostuvo el biólogo.
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Pero advirtió: “Sobre lo que no tenemos que estar tranquilos es que hay mucho aedes aegypti en las manzanas de todo el AMBA y hay que tomar las medidas de prevención que correspondan. Si manoteas un mosquito con patitas blancas, eso quiere decir que hay un criadero a 50 metros a la redonda”.
Comparando los datos y mirando hacia atrás, Schweigmann concluyó: “El coronavirus tiene sus ventajas, porque el año pasado tuvimos las dos al mismo tiempo. Ahora hay una que está frenada porque no somos endémicos y está limitado el movimiento de las personas”.