Canal Abierto Radio | El sábado pasado las autoridades paraguayas anunciaron un “cierre total”, frente al incremento de los contagios y la circulación de las cepas P.1 (la variante de Manaos) P.2 del Covid-19. El periodista Julio Quintana, de Radio Cáritas, señaló que hay descreimiento y manifestaciones por parte de la población “para dejar patente que ya no van a escuchar lo que ahora se tiene vigente”.
En un país con 7 millones de habitantes, las 700 unidades de terapia intensiva están colapsadas y hay listas de espera en cada centro de salud. Las autoridades solo compraron 4.000 dosis de vacunas Sputnik, y recibieron 100.000 dosis de la vacuna India, en concepto de donación del fondo COVAX, lo que no llega a cubrir ni siquiera a los trabajadores y trabajadoras de la salud. Diferentes cuestionamientos apuntan al gobierno de Mario Abdo Benítez por el mal manejo de la emergencia sanitaria y la situación social.
“Dicen los profesionales que dentro de una semana a 15 días la situación va a ser aún peor” comentó Quintana, al mismo tiempo que “la gente no cree, no usa tapaboca, no hay distanciamiento y no hay controles prácticamente, en la clandestinidad se llevan muchísimas actividades sociales que terminan en estos resultados”.
Hasta hace meses “Paraguay era ejemplo de cómo se estaban manejando las cosas pero el problema es la falta de credibilidad hacia el gobierno”, agregó el comunicador. La crisis económica continúa desde el año pasado: “la gente está vendiendo sus terrenos, sus vacas, para ver como consiguen recursos: no hay medicamentos básicos que se utilizan porque el Estado no da respuesta” explicó Quintana.
En Asunción golpeó fuerte el cierre de la frontera con Argentina, donde la población no solo hacía las compras cotidianas sino que adquiría por un menor precio los insumos sanitarios que al sistema de salud paraguayo le faltaban. En cambio, la frontera con Brasil, al que el periodista calificó como “el país más peligroso del mundo”, sigue abierta.
“La situación va a empeorar, no queremos ser fatalistas ni pesimistas pero es lo que dictan los números: de la cantidad de positivos que había al día, que son 2000, multiplicado por 10 que son los registros que no se notifican, un 2 por ciento van a terapia intensiva”, y al estar colapsada, “el 50 por ciento de los que necesitan terapia intensiva corren el riesgo de morir”, lamentó Quintana.