La peste es una invención de nuestros gobernantes con el perverso propósito de sojuzgar y amedrentar a la población y de tal modo llevar a cabo una política de cuño comunista. Todos sabemos que Alberto Fernández es una marioneta que manejan a su antojo la montonera Cristina Fernández y ese bolchevique Kicillof. Si no nos reunimos y nos manifestamos en las calles en pos de la PATRIA, nos van a expropiar todo, hasta nuestro pensamiento. Ya lo están haciendo, prohibiéndoles a nuestros hijos que se eduquen, que piensen. Y también nos están prohibiendo la libre circulación por el país, derecho que NUESTRA GRAN CONSTITUCIÓN GARANTIZA. ¿Y ahora no puedo juntarme con amigos a tomar una cerveza en un bar, tampoco viajar un finde largo? Restricciones y más restricciones. Rutas y autopistas repletas de filas de autos porque quieren controlar y vigilar a los ciudadanos. Quieren saber qué hacen, hacia dónde van. De modo alguno son medidas preventivas. No, para nada. ¿Y las vacunas VIP? Vamos, amigos, estamos sometidos a un régimen kirchnerista, chavista y cubano.
(Con todo, permítaseme decir que el Alberto y su continuo y ambiguo patrioterismo teñido de una épica que adormece, muchas veces bordea la perturbación. Es aburrido)