Por Federico Chechele | Las elecciones de medio término sirven, en primer lugar, para engrosar las legislaturas y el Congreso, para que los oficialismos obtengan mayoría y eviten tener que negociar proyectos sensibles para otros sectores, y para que la oposición sume masa crítica y fortalezca sus estructuras. En segundo lugar, el triunfo o una derrota nacional o bonaerense pueden cambiar las estrategias o los candidatos para las elecciones ejecutivas. Esto último estará en disputa en los próximos meses.
En el Frente de Todos, todavía sin anuncios de candidatos en los principales distritos del país, se pondrá en juego todo lo que haya acumulado el presidente Alberto Fernández y las provincias que lo sostienen frente al kirchnerismo duro que se encierra en la provincia de Buenos Aires, el territorio que más pone y donde el resultado casi que sella el veredicto final. La reelección de Fernández o los candidatos de Cristina Kirchner empiezan a depender de estas elecciones.
Algo similar sucede en Juntos por el Cambio. Horacio Rodríguez Larreta se quedó con todo lo que disputó: los candidatos de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires. Es el gran triunfador en la previa de las elecciones y, como ordenador del espacio, el presidenciable de cara al 2023. Sin embargo, tendrá internas con Facundo Manes en territorio bonaerense que, de obtener un buen resultado, posicionará a la UCR para disputar al futuro candidato a presidente. Manes dijo públicamente en reiteradas ocasiones que quiere ser presidente. El radicalismo no tiene a alguien con esa impronta desde que Fernando De la Rúa fue elegido como primer mandatario.
***
Antes que todo eso suceda habrá que disputar las elecciones legislativas y esta semana se definieron las alianzas y los frentes electorales para renovara 127 bancas de la Cámara de Diputados y 24 en el Senado de la Nación.
El Frente de Todos ratificó el acuerdo con los partidos políticos que lo componen en la mayoría del país: Justicialista, Unidad Popular, Compromiso Federal, Kolina, Frente Grande, Somos Argentina (unión entre el Movimiento Evita y Barrios de Pie), FORJA, Partido Solidario, Nuevo Encuentro, Partido Intransigente y Partido Comunista, entre otros.
En esta confluencia de espacios, que presenta un esquema compacto a la hora del cierre de las alianzas y muestra una unidad impoluta, la disputa por lugares “entrables” está más caliente que nunca. Pero para ganar las elecciones de medio término en la provincia de Buenos Aires -hecho que no sucede desde el año 2005 en aquel recordado enfrentamiento entre Cristina y Chiche- deberán diagramar una ingeniería en la que todas las fuerzas este representadas y con fuerte presencia territorial. El 52% que cosechó Axel Kicillof para ganar la gobernación, hoy no está asegurado.
Todos los espacios apuestan a que el Gobierno, con un triunfo en la provincia y el comienzo del fin de la pandemia, vaya a fondo con políticas públicas que abarquen a todo el abanico partidario para llegar en mejores condiciones económicas y sociales al 2023.
En Juntos por el Cambio están en un proceso de reordenamiento. El triunfo de Larreta al bajar las candidaturas de Patricia Bullrich, Elisa Carrió, y Jorge Macri para imponer y dar vuelta a sus candidatos (Vidal a la Ciudad y Santilli a la provincia), corre de escena al expresidente Mauricio Macri, que sigue desbocado cuestionando al Jefe de Gobierno porteño.
Pero no es el único. Esta semana apareció en escena Ernesto Sanz, aquel artífice para que el radicalismo se sume al PRO y Cambiemos gane las elecciones presidenciales del 2015. Ahora, con candidato propio, Sanz fogonea a Manes y deslizó que el próximo candidato debería tener la característica de ser “amigable con la sociedad”. No se sabe si Manes cumplirá con esa premisa, pero Larreta y Macri seguro que no. Después del 14 de noviembre se verá hasta dónde arrimó Manes y cuántas más fotos en los bares deberá sacarse Larreta para seguir construyendo su propia candidatura.
Entre las alianzas que se sellaron este miércoles y que más ruido hicieron, aunque no sorprendieron a nadie, se destacan al GEN de Margarita Stolbizer que se sumó a Juntos por el Cambio en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, y el regreso de Ricardo López Murphy con Republicanos Unidos, que disputará en la interna de Capital Federal con María Eugenia Vidal.
También se confirmó que el exministro de Transporte Florencio Randazzo será el primer precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por el frente “Vamos con vos”. Lo acompañarán el sector que representa a Roberto Lavagna, el barrionuevismo de Graciela Camaño, Libres del Sur y la empresaria Carolina Castro, que lo secundará en la lista, una dirigenta de la UIA y vocera de Daniel Funes de Rioja. Esta última alianza genera suspicacias sobre hacia dónde irán los votos desencantados del Frente de Todos y de Juntos Por el Cambio. Creer que Randazzo acumula con este espacio es consagrarle mucho más de lo que representa, pero será uno más que recibirá con los brazos abiertos a los insatisfechos.
Los otros dos frentes inscriptos con posibilidad de obtener algún escaño son el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad que nuclea al PTS, PO, IS, MST; y “Avanza Libertad”, de José Luis Espert que no pudo acordar con Ricardo López Murphy en CABA.
***
Esta semana se superaron los 100 mil fallecidos por el COVID-19, cifra que al comienzo de la pandemia era impensada y desestimada por el propio presidente. Si se llegó a esa cifra algo mal se hizo, por más que el plan de vacunación sea el más grande y rápido de la historia del país.
Las causas se transformaron en conjeturas: que al principio se apuntó a una vacuna pero se terminó obteniendo otra, que no se compró una por cuestiones de soberanía, que el país no estaba preparado y se hizo lo posible, que lo posible no alcanzó, y así se puede seguir casi hasta el infinito. Lo que no se puede olvidar es el rol que cumplió un sector de la oposición al sembrar dudas desde la primera medida presidencial. Se mostraron en contra de las vacunas, acusaron de envenenamiento, convocaron a marchas en picos altos de contagios y fueron a la justicia para la presencialidad escolar en detrimento de los decretos del Ejecutivo.
Por suerte, pronto habrá elecciones.