Redacción Canal Abierto | “Este miércoles 21 de julio el Instituto de Salud Pública de Chile autorizó el uso de emergencia de la vacuna Sputnik V del laboratorio Gamaleya, para mayores de 18 años, sin límite de edad”, sintetiza, en su primer párrafo, el comunicado del organismo chileno.
La autorización de la vacuna rusa por parte del gobierno trasandino se dio el mismo día que el Ministerio de Salud de ese país se excusó por la falta de vacunas de Pfizer-BioNTech, destinadas a inmunizar adolescentes. “Es necesario indicar que en las últimas semanas el número de vacunas Pfizer-BioNtech arribadas a Chile es menor que remesas anteriores, debido al stock limitado de producción de vacunas a nivel mundial”, sostuvieron las autoridades del Ministerio en un comunicado.
La vacuna desarrollada por Gamaleya había sido rechazada hasta aquí por la administración de Sebastián Piñera, aunque ya había sido autorizada en más de 70 países, entre ellos Argentina, Brasil y México.
Por otra parte, los incumplimientos de Pfizer no son sólo con Chile. El laboratorio estadounidense firmó un contrato con la Organización Mundial de la Salud (OMS) por 40 millones de dosis para COVAX, su programa de colaboración internacional para responder a la pandemia, pero sólo entregó un millón. El 90% de la provisión del fondo COVAX provino de Oxford/AstraZeneca, la vacuna británica.
En lo que va del año, el laboratorio también incumplió con los envíos prometidos a Italia, España, Dinamarca, México y Ecuador, entre otros.
Por su parte, y para seguir con su plan de vacunación, Chile seguirá vacunando con las dosis de Sinovac, de origen chino, y de AstraZeneca, hasta tanto comiencen a llegar las Sputnik V.