Canal Abierto Radio | El músico Santiago “Chano” Moreno Charpentier, ex vocalista de Tan Biónica, fue baleado este lunes por un policía bonaerense al que presuntamente habría intentado atacar con un cuchillo en medio de un brote psicótico. A través de un comunicado, la familia informó que el cantante resultó afectado en un riñón, el páncreas y el bazo.
En diálogo con Canal Abierto Radio, el abogado integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) y de Abriendo Caminos, Ismael Jalil reflexionó sobre algunos puntos en torno al caso que hoy abordan todos los medios de comunicación: “¿Cómo tratamos el tema de Salud Mental? ¿Cómo tratamos nosotros el tema del consumo problemático? Es tratado como un delincuente, como un enemigo de la sociedad, y como tal es la respuesta que tenemos de los estamentos del Estado”.
“Cada vez que pasa una cosa como esta, las únicas alternativas que se ofrecen es el tiro de la 45 o una tortura a través de una táser. Llegó la hora de decirles que no existen armas no letales. Arma es letal, y si no pregúntenle a la población de Colombia, que está sufriendo en carne viva lo que significa el uso de armas consideradas `de menor letalidad´, pero que son las que terminan consumiendo la vida de muchísima gente”.
En las últimas horas, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni defendió al policía que disparó y aprovechó para retomar el debate sobre el uso de las armas de descargas eléctricas, al asegurar que “con una pistola Taser no hubiera ocurrido”.
Al respecto, Jalil subrayó que todas las armas son letales, pero que en particular las que defiende el funcionario tienen un umbral de utilización de 15 segundos recomendado por su propio fabricante, y que pasado ese tiempo puede provocar la muerte. La idea de “no letalidad” permite que efectivos de Fuerzas de Seguridad de todo el mundo disparen indiscriminadamente estas pistolas eléctricas, sin recurrir a otro tipo de accionar para reducir delincuentes, manifestantes o personas con una afección mental.
Por otro lado, el hecho trascendió por ser un cantante reconocido, pero no hay un registro de qué ha pasado o qué puede pasar con víctimas que no tienen trascendencia pública. Para el abogado, hay que comprender “cómo está funcionando la cabeza del elemento represivo en países como los nuestros. Es decir, están absolutamente preparados para establecer una lógica de amigo – enemigo, y como tal de eliminar a quien sea y como sea”.
Asimismo, señaló como ejemplo la instrucción a los efectivos de la Policía Federal, de portar el arma en condiciones de ser usada en forma inmediata, “amartillada, preparada para que se lo saquen de cartuchera y ya esté para disparar”, lo que ha provocado muchos accidentes, pero que también les sirve de excusa o de argumento cuando el arma se cae y se dispara sola. “En los juicios por gatillo fácil es muy común que el policía declare `yo llevaba el arma y las condiciones en que el instructor a mí me obliga a llevarla´ y que el instructor ratifique”, indicó Jalil. El militante de CORREPI también señaló que es común que se afirme que las víctimas tenían una “actitud desafiante”, para entonces terminar legitimando “el uso indiscriminado de un arma de fuego de alto poder destructivo, como es una reglamentaria”.
Salud Mental y Consumo Problemático
Jalil remarcó que el abordaje de las problemáticas de Salud Mental y Consumos Problemáticos de estupefacientes “es un grave problema en el país, que viene de arrastre desde hace muchos años porque en definitiva a nadie le importa”.
“¿Cuál es la respuesta que se le da a los chicos que están en situación de conflicto con la ley? El encarcelamiento y la represión. ¿Cuál es la respuesta que se le da a un consumidor de cocaína, marihuana de baja entidad, y que es para consumo propio? El encarcelamiento y la represión. ¿Cuál es la respuesta que se le da al que estar borracho en la calle? Es la detención y el encarcelamiento, y muchas veces hasta la muerte, porque cuando los detienen en esas condiciones, no sabemos qué pasa”
La recomendación de los organismos de derechos humanos y anti represivos, hace años, es que estos casos sean tratados por profesionales de la Salud Mental, con un criterio de desmanicomialización, antes que las personas enfermas en una situación de extrema vulnerabilidad se conviertan en víctimas del sistema represivo.
“La policía tiene la obligación de estar formada. Porque se puede presentar, pero no puede ir la policía sola, ni puede actuar como centro de disuasión: el problema es que está fallando aquí, y en todos lados en general, es que no se utiliza el término disuasivo, y se utiliza el término represivo en forma inmediata”, señaló Jalil.