Redacción Canal Abierto | La lactancia materna protege al bebé de enfermedades infecciosas. Según la Organización Panamericana de la Salud esta es la mejor forma de alimentar a un bebé, tanto por los nutrientes que recibe de forma equilibrada como por el impacto que esto tiene en su salud y posterior desarrollo.
Según la Organización Mundial de la Salud, este debería ser el modo exclusivo de alimentación durante los primeros 6 meses de vida. Por eso se estableció una semana al año para generar conciencia en diversos sectores de la sociedad de la importancia que tiene promover y facilitar la lactancia materna. La misma se realiza en simultáneo, del 1 al 7 de agosto, en 170 países de los cinco continentes.
Este año, el lema de la semana es “Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida”. Al respecto, Adriana Arancibia, enfermera y miembro de la Liga de la Leche, dijo: “Hay que cuidar a todos los que intervienen para proteger a esta mamá que amamanta. En el caso de la pareja, para poder protegerla y acompañarla, debería haber una mejor licencia de paternidad que hoy es muy acotada. La otra red más cercana que debe ayudar es la familia”.
A su vez, agregó: “En la Liga de la Leche generamos grupos de apoyo porque con la industrialización y el paso de los años la sociedad evolucionó de manera tal que se cortaron esos lazos. Por ejemplo, las madres que viajan de provincia a capital por una cuestión laboral, quedan lejos de su red de soporte y no tienen una referente cercana de lactancia. La liga lo que hizo es generar una red artificial para suplir a esa natural que se perdió con el paso del tiempo con la evolución de la vida en sociedad”.
La lactancia materna es beneficiosa tanto para el bebé como para la mujer que amamanta. La leche humana es la mejor forma de aportar al bebé todos los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable. A través de ella, el bebé se alimenta e hidrata y recibe defensas que le protegen de muchas enfermedades. A su vez, la lactancia brinda una oportunidad de reforzar el vínculo afectivo amoroso, a través de palabras, miradas, caricias, arrullos y juegos, fundamentales para el desarrollo.
Sin embargo, más allá de todos estos conocidos beneficios, hay cuestiones que desestimulan la lactancia materna. “Lamentablemente hay muchos mitos dentro de la comunidad científica y los profesionales de la salud que lo único que hacen es desestimular la lactancia. Ante un problema, recurren automáticamente a la fórmula y no debería ser así. El último plan debe ser abordar una fórmula, porque hay muchas cosas para hacer y ayudar cuando hay una dificultad para amamantar”, señaló Arancibia.
Una de las cifras que preocupan es que sólo accede un 40% de los recién nacidos en el mundo accede a la lactancia materna cuando se supone que debe ser exclusiva hasta los seis meses, y consumirla mínimo hasta los dos años. “No estamos llegando ni ahí a eso porque de estos mitos fuertes que hay uno que sostiene que a partir de que el nene empieza a comer ya no necesita la teta. Es un mito, porque los nutrientes y las defensas que da la leche materna, que son importantes en el desarrollo de los niños porque hasta los cuatro años no desarrollan defensas fácilmente. Por eso depende de la inmunidad que le de la madre a través de su leche. Por eso es tan importante que podamos visibilizar”, explicó la enfermera.
Dentro de las redes de contención de las que se habla para proteger a la madre que amamanta, no se puede dejar de lado el espacio de trabajo. Sobre esta línea, Arancibia destacó: “En los lugares de trabajo debería haber protección. Esto implica que haya espacios para amamantar o para sacarse leche, que los trabajos sean amigos de la lactancia materna, que los empleadores sean los primeros en dar el paso para fomentar el derecho a la lactancia y favorecer todo lo que hace a esa mamá la estimule para amamantar”.
Y agregó: “Esto es un proceso fisiológico y lo que es natural está desnaturalizado. Tenemos que volver a verlo como algo que debe fluir naturalmente y que no necesite de todo esto. Hay que reconstruir y sanar esta cultura que perdió la lactancia materna”.
Y si de defensas se habla, es importante también destacar el rol de la leche materna durante esta pandemia que ya lleva casi dos años. “Lo que se sabe y está confirmado es que las madres que tienen Covid pueden amamantar a sus hijos, con todos los cuidados necesarios. De hecho, le pasan inmunidad al bebé a través de la leche inmediatamente. Es increíble la maquinaria, la fisiología de la lactancia materna cuando ves que inmediatamente el cuerpo empieza a generar defensas, que muta constantemente de acuerdo a las que necesite ese bebé. Es fabuloso cómo va a recibir inmunidad activa contra el Covid a través de la leche en caso de que la madre esté cursando la enfermedad. Esto se comprobó en su momento también con la epidemia del H1N1”, finalizó Arancibia.