Por Melissa Zenobi | Pamplona es la capital de Navarra, en España. Cada año, entre el 6 y el 15 de julio es sede de una de las festividades populares más conocidas en todo el mundo: Las Fiestas de San Fermín, o Sanfermines. Los encierros son tal vez los momentos que más difusión y polémica ha cosechado este evento, y consiste en una carrera de personas a lo largo de 849 metros delante de los toros durante unos pocos minutos. Esta fiesta mueve cada año a más de un millón de personas que llegan a Pamplona a participar no solo de los encierros, sino de todo el folclore y la fiesta que se vive allí durante toda la semana.
En 2016, los Sanfermines lograron particular popularidad, no ya por personas que mueren en las corridas -al menos 16 personas fallecieron en la carrera desde 1910-, sino por la violación múltiple a una joven madrileña de 18 años por parte cinco hombres vinculados a un grupo de WhatsApp llamado “La manada”.
“El 7 de julio de 2016 una mujer presenta una denuncia contra cinco hombres por agresión sexual producida durante la fiesta. Lo que van a ver y escuchar a continuación es una ficción dramática construida íntegramente a partir de algunos fragmentos de las declaraciones que tanto la denunciante como los acusados realizaron frente a los magistrados, jueces, abogados y fiscalía en noviembre de 2017”. Este es el mensaje en off colma la sala de Teatro Picadero cada domingo a las 18, dando inicio a Jauría, una obra documental del escritor español Jordi Casanovas, dirigida en Argentina por Nelson Valente y protagonizada por Vanesa González.
La obra fue estrenada en Madrid en 2019 y configura un montaje alrededor del juicio a los responsables de la violación. Con un decorado minimalista y sin vestuario pretencioso, la actriz y los actores van construyendo un relato coral de lo que fue este hecho que conmocionó a la sociedad española y al mundo entero.
Los cinco amigos se hacen llamar “La manada”, y tras cruzarse con una chica en el centro de Pamplona, se ofrecen a acompañarla a su auto, estacionado a unas cuadras de allí. En el camino, uno de ellos logra ingresar al palier de un edificio, llama al resto de sus amigos, y fuerzan a la joven a meterla allí dentro, donde todos abusan de ella simultáneamente. Uno de los agresores filma videos con su celular, y al irse dejan a la joven sola y se llevan la riñonera de ella con el teléfono, de modo que no puede pedir auxilio.
Si bien la fiscalía pidió un total de 22 años de prisión para los acusados, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra otorgo en mayo de 2018 una condena de solo 9 años de prisión, por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento. Con la presión del movimiento de mujeres y diversidades en las calles, en junio de 2019, el Tribunal Supremo de España elevó la condena de 9 a 15 años de prisión al considerar que sí hubo un delito continuado de violación.
La defensa de los acusados -que ya habían cometido un delito similar meses antes-, puso el eje en que ella no opuso resistencia. Esta actitud hizo además que gran parte de la sociedad la cuestionara, y consideraba lo ocurrido como un hecho consentido. Del mismo modo le valió la violencia de una justicia que la re victimizó, obligándola a dar más detalles de la intimidad que los propios acusados. “Estaba en estado de shock. No pude pensar ni decidir en ese momento. Cerré los ojos y esperé que pase. Me sometí para que pase”, declaró.
Al respecto, Nelson Valente, director de la puesta en el Picadero, reflexiona: “Suele creerse que a las atrocidades alcanza con mostrarlas para ser condenadas. Ahora bien ¿Cuál es el criterio para ser catalogadas como tales? ¿Cómo se explica que, frente a sucesos tan evidentes, sean las dudas las determinantes?”.
En este sentido, Jauría interpela a las y los espectadores haciendo reflexionar sobre las propias actitudes y concepciones machistas que pueden derivar en los hechos más perversos. Un sistema patriarcal envalentonado, y que requiere con urgencia la revisión y erradicación de prácticas instituidas con mucho arraigo.
Un hecho histórico que conmocionó al mundo y puso en el centro de la escena el consentimiento, mientras el movimiento feminista paría la consigna #NoesNo. La elaboración artística es un hecho fundamental, y profundamente sublimatorio. Su circulación es, además, una necesidad social y cultural.
La obra puede verse en Teatro El Picadero, cada domingo, a las 18 horas, y las entradas se consiguen por Alternativa Teatral.
Ficha técnica:
- Actúan: Gastón Cocchiarale, Lucas Crespi, Vanesa Gonzalez, Gustavo Pardi, Francisco Ruiz Barlett, Martín Slipak
- Producción: Teatro Picadero
- Dirección: Nelson Valente
- Duración: 60 minutos