Redacción Canal Abierto | Las lapidarias PASO, las renuncias de ministros, la interna feroz y una manifestación que al final no fue, en apoyo al presidente Alberto Fernández y a una unidad del Frente de Todos que desde ayer se sostiene con piolines. Luis D’Elía, referente social del Movimiento Integración Latinoamericana de Expresión Social (MILES), responde sobre todo tan directamente como se le pregunta y es de una sinceridad que abruma.
“El Presidente nos pidió que no se hiciera la movilización”, confirma apenas minutos después de que desistieran de marchar, y explica que desde las organizaciones creyeron que era importante marchar hoy “pero donde manda Capitán…”.
¿Cuál es tu lectura de que varios ministros hayan puesto a disposición del Presidente su renuncia?
–Me parece que fue una medida que generó un ambiente de zozobra institucional absolutamente innecesario.
¿Cómo o dónde deberían resolverse estas cosas?
–Con una gran autocrítica. El Presidente cambiando al ministro de Economía y la orientación económica. El resultado de las PASO tiene que ver con que hay un fuerte cuestionamiento a la política económica. Venimos haciendo ajustes en medio de una situación gravísima desde hace un año. Tenemos un equilibrio de caja con 0% de déficit mientras Gran Bretaña tiene 11%. En marzo, abril y mayo no se entregaron alimentos secos en los comedores. No se puede hacer ajuste con el hambre de la gente.
Tener 7 millones de indigentes es tener 7 millones de argentinos que no saben qué van a comer mañana al mediodía. Es una situación dramática. No hay laburo. Los que tienen laburo tienen miedo a perderlo. Los precios de los alimentos y de la vestimenta fueron disparados por la inflación. Sucesivos aumentos de tarifas de servicios públicos después de la dolarización macrista. En la clase media este año hubo nueve aumentos de las prepagas.
¿Se puede lograr eso manteniendo la unidad?
–Cristina (Fernández) expresa el 90% del Frente de Todos. Ella quiere cambiar la política económica y el Presidente no quiere. Ahí tienen que revisar sus acuerdos.
Pero no en público…
–No, claro. Eso nos deja en una situación de extrema debilidad.
¿Hay algún escenario donde el Frente de Todos salgo fortalecido de esto que pasó?
–En este clima que se ha generado me parece difícil. Hay una gran pregunta a Cristina: Cristina, ¿vos no sabías que Alberto era esto?
¿La salida es en unidad?
–Sí. Por un lado, profundo sentido autocrítico, y por otro lado unidad, unidad, unidad.
Tenemos que tener dos años de superávit primario, hay 20 agroexportadores que evaden 40 mil millones de dólares por año. ¿Cómo puede ser que Paraguay exporte seis veces más granos de los que produce? Hay que cortar eso y los nexos de estos tipos con el sector financiero, porque una vez que obtienen los dólares, golpeen la moneda, devalúan, cada devaluación genera inflación y la inflación genera saqueos en el bolsillo de los trabajadores. Esto hay que cortar. Para arreglar a este país hay que apestillar a 50 tipos, nada más.
Y para fortalecer esa unidad ¿hay algo que cambiar en las lógicas de construcción interna del Frente de Todos? Hace unos días, Eduardo Duhalde sostenía que debió haber internas, por ejemplo.
–Estamos de acuerdo. Yo creo que uno de los grandes problemas fue que La Cámpora empujó listas únicas, que nos llevaron a todos a patadas en el traste a ese sistema que es malísimo. Tendríamos que haber hecho cuatro o cinco listas internas, hacer todo lo que hay que hacer en materia de debate democrático, y de esa manera ensanchar nuestra base electoral. La Cámpora no quiso. La Cámpora tiene que terminar con un hegemonismo sectario, excluyente, que está haciendo muchísimo daño. No se puede armar listas con parientes, cuyo único mérito es ser pariente.
¿Desde los movimientos sociales qué se puede aportar, cómo se puede construir?
–Con mucho trabajo en los territorios, con mucha respuesta a los más humildes, y con un gobierno que tenga la sensibilidad de darse cuenta.
Foto: Gustavo Gavotti (Infobae)