Redacción Canal Abierto | Ex trabajadores y trabajadoras concentrarán mañana en las puertas del frigorífico Amancay de Pilar para escarchar al jefe de planta del establecimiento Sebastián Paíz. El motivo de la medida surge del despido de una trabajadora tras ser acosada por el jerarca. Si bien el caso puntual es el disparador, quienes convocan aseguran que no fue el primero ni el único.
El caso que convoca es el de Karen, una mujer de 22 años que a poco de ingresar al frigorífico comenzó a recibir mensajes de Paiz a través de sus compañeros, que también eran hostigados para que efectuaran ese «trabajo sucio». En estas misivas el jerarca la elogiaba e invitaba a salir.
Ante la falta de respuesta por parte de Karen, Paiz pasó a la acción directa. Dejó de lado los intermediarios y el acoso pasó a ser ejercitado pro él en persona. Primero fueron mensajes, luego audios y finalmente incorporó a su rutina acercarse al lugar en el que embolsaba la carne y quedarse parado frente a ella mirándola.
«Fui escuchando rumores de que eso era algo común en el frigorífico, que le había pasado y le pasaba a muchas compañeras. Y que incluso este Sebastián Paiz solía difundir fotos de los encuentros sexuales con las chicas a las que doblegaba después de tanto acoso», cuenta Karen en un texto que circula en redes con la convocatoria al escrache.
Como Karen no estaba en situación de formalidad, el despido no se le anotició mediante carta documento, sino a través del guardia de seguridad quien un día no la dejó ingresar a trabajar. «Por hacerte la difícil con él» cuenta Karen que le dio como causal.
«Así me echaron, sin telegrama ni indemnización, obvio, porque estaba en negro. Por no acceder a acostarme con el jefe, me dejaron sin el pan de mis hijes, y me destrozaron la vida…», grafica la situación en la misma misiva.
Los problemas de Karen no terminaron ni se redujeron al despido. Al tiempo, la pareja de Paiz la amenazó y la golpeó. A pesar de radicar la denuncia en la Comisaría de la Mujer de Pilar, nunca tuvo respuestas. «Yo tengo miedo porque este tipo me amenaza, mandó gente a golpearme y tuve que irme de mi casa y mi barrio por seguridad, porque él sabe dónde vivo«, denuncia Karen.
Tampoco la situación de acoso es la única que sufren quienes allí trabajan. Jornadas extendidas, informalidad, salidas a esconderse ante alguna inspección de AFIP o el Ministerio de Trabajo con moneda corriente en ese frigorífico. A partir de todo esto se conformó el Espacio de Trabajadorxs de Zona Norte, desde donde se realiza la convocatoria para mañana a las 12:30 en la puerta del establecimiento, en Ramal Pilar y Avenida San Jorge.
«Pero más fuerte que el miedo, les aseguro que es la bronca y las ganas de luchar porque esto no le pase nunca más a nadie. Pero no puedo hacerlo sola. Necesito ese abrazo en la lucha de otras mujeres, como ese que yo vi en la tele, en tantas marchas, ese que hizo que nos vieran y nos escucharan como nunca antes», concluye el escrito.