Redacción Canal Abierto | En las últimas horas, organismos de derechos humanos y familiares de víctimas del terrorismo de Estado informaron que la placa en homenaje a Floreal Avellaneda, joven militante comunista desaparecido en 1976, fue robada del lugar en el que había sido colocada el 29 de septiembre, en la entrada al ex centro clandestino que funcionó en Campo de Mayo.
Ese día la Liga Argentina por los Derechos Humanos junto con la Asociación de Sobrevivientes, Familiares y Compañerxs de Campo de Mayo, la diputada Victoria Montenegro y decenas de organizaciones, celebraron los dos años de la señalización de la guarnición con los pilares de Memoria, Verdad y Justicia y aprovecharon la oportunidad para homenajear al “Negrito”, emblema de la militancia y símbolo del horror.
“Allí, junto a un árbol plantado en memoria de lxs más de 5.000 compañerxs que transitaron aquellos predios militares de la vergüenza, quedaría inmortalizada la cara, el nombre de Floreal, tratando de reflejar la eternidad de su entereza y compromiso”, señalaron.
Ante la reciente desaparición del recordatorio, la Liga emitió un comunicado en el que denuncian: “La derecha piensa que borrando nuestra materialidad, borrando nuestros carteles y baldosas, escrachando murales que reivindican el Nunca Más van a hacernos mermar en nuestra lucha”.
“Pero nada más lejano a ello: volveremos a Campo de Mayo y plantaremos miles de árboles, pondremos miles de carteles y seguiremos luchando para que allí se construya un verdadero Sitio de Memoria, que también proteja nuestros símbolos de la arremetida fascista”, avisó el organismo.
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Demoras en la causa
En los primeros días de septiembre, la Corte Suprema devolvió a la Cámara de Casación el expediente de la causa judicial por la desaparición y asesinato de Floreal Avellaneda después de retenerlo durante ocho años a la espera de ratificar la condena a dos de los secuestradores.
El juicio se hizo en 2009 y fue el primero de la megacausa de Campo de Mayo. El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín condenó a todos los acusados por el secuestro, las torturas y el homicidio del “Negrito” Avellaneda. Sin embargo, las penas fueron bajas para Raúl Harsich y César Fragni, los dos militares que habían participado del secuestro, quienes recibieron ocho años de prisión, y para Alberto Ángel Aneto, el jefe de turno de la comisaría de Villa Martelli, adonde fueron llevados madre e hijo antes de ser trasladados al centro clandestino conocido como “el Campito”, en la guarnición de Campo de Mayo.
Las sentencias bajas fueron apeladas y, en 2012, la Sala II de la Cámara de Casación ordenó al TOF de San Martín revisarlas. Esa decisión del máximo tribunal penal fue recurrida por las defensas y, desde 2013, estuvo en la Corte Suprema hasta que el 12 de agosto pasado, los cinco supremos contestaron en dos párrafos que no era una sentencia definitiva y rechazaron el recurso.
El expediente volvió entónces a Comodoro Py. El presidente de la Sala II, Alejandro Slokar, reclamaba la causa desde hace meses porque el tribunal penal aún no revisó las nuevas penas que les dictaron a Harsich, Fragni y Aneto en 2013.
“Yo estoy amargada, pero la voy a seguir peleando”, le dijo al diario Página/12 Iris Avellaneda, madre de Floreal y representante de la Liga.
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Floreal
Floreal Edgardo Avellaneda había nacido el 14 de mayo de 1960 y militaba en la Federación Juvenil Comunista. Fue secuestrado junto a su madre por una patota que entró a su casa buscando a Floreal padre, delegado fabril. Ambos fueron llevados a Campo de Mayo. Su cuerpo fue encontrado en las costas de Uruguay con signos de haber sido brutalmente torturado, pero fue robado y desaparecido nuevamente.
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Fotos: Liga Argentina por los Derechos Humanos
Foto principal: Iris Pereyra de Avellaneda junto a la placa homenaje a su hijo, Floreal.