Por Carlos Fanjul | EL PELO DEL HUEVO
Ser Maestro en el Río de la Plata es un título al que raras personas llegan. Y más, muy pocos pueden quedarse a vivir en ese rango. Es algo así como mucho más que respeto por alguien. Es respeto, sí, pero sobre todo admiración. Casi subordinación a su figura de parte de sus pares, o de sus “alumnos”.
Después de 15 años en el cargo Óscar Washington Tabárez ya no es más el director técnico del seleccionado uruguayo de fútbol. Y eso por sí solo ha sido la noticia continental por estas horas. Todo proceso futbolístico se termina y este no podía ser la excepción, y más aún después de tanto tiempo, en el que incluso intentó el recambio de apellidos ilustres por otros de futuro promisorio, sin conseguir para nada aquellos niveles que lo llevaron a la consideración mundial. Además, la seguidilla de derrotas, malos rendimientos y hasta actuaciones vacías, carentes de peso sanguíneo de parte de muchos de sus jugadores, casi hicieron lógica la determinación final.
Sin embargo, es tanto lo que hay detrás de esta decisión, son tan grandes la cantidad de intereses políticos y económicos que se movieron a las sombras, que el tema merece detenerse en algunos detalles.
En estas mismas columnas ya hemos dicho que los “uruguayos son como los argentinos pero buenos tipos”. Por sencillos, por francos, por transparentes.
Ahora habría que agregar que cuando deciden no ser tan transparentes, los tipos van y te lo dicen, no te lo esconden y hasta ejecutan a viva voz ese rol sucio, corrupto, bien oscuro, para que todos sepan desde que lado te están hablando. Es raro, pero te la hacen fácil, también sencilla a la hora de descubrirlos. Graciosamente, hasta en eso son transparentes…
Por ejemplo, en el fútbol hay dos bandos –o bandas para mejor comprensión- que se disputan todo. La conducción del todo, de los torneos, de los jugadores, de los contratos televisivos, de marcas del sponsoreo y hasta de la venta de chupetines en los estadios.
Paco Casal es una especie de Bragarnik oriental, pero que con tantos años de recorrido ya es ‘dueño’ visible de equipos, dirigentes, jugadores, técnicos, periodistas como el afamado Toto Da Silveira o el relator Julio Ríos, o la empresa Tenfield para la que trabajan todos los anteriores y que es dueña de la televisación del fútbol, entre tantísimos otros negocios.
Hace poco más de una década, la Asociación Uruguaya de Fútbol apostó a salirse de esas garras económicas y le peleó a Casal el dominio de la propia entidad, el manejo de la selección celeste y varios de los contratos de televisación del elenco nacional. Hasta ahí pareciera una lucha por la dignidad, sino fuera que también en distintos momentos posteriores alguna parte de la dirigencia del fútbol oriental anduvo chapaleando barro en turbios negociados que la alejaron de todo matiz de decencia.
Fue una guerra en la que la AUF estuvo representada por Sebastián Bauzá, un dirigente deportivo del club Bella Vista, titular en esos tiempos de la etotntidad madre, caído en desgracia como toda la dirigencia mundial por los grises manejos denunciados en el FIFA Gate, y en la actualidad ‘vuelto a la vida’ como Secretario Nacional de Deportes del gobierno blanco.
Bauzá fue en aquel tiempo el encargado de designar al Oscar Tabárez al frente de la selección nacional, con lo que el Maestro quedó de entrada representando a uno de los sectores que peleaba por la torta.
Orgía masiva. El portal elcascotenews.com es un medio informativo uruguayo que encara la realidad en joda, pero muy en serio si de entender ironías se trata.
Desde el viernes anterior cuando el actual titular de la UAF, Ignacio Alonso, decidió no sostener más a Tabárez, ya no pudiendo aguantar más la ofensiva mediática en contra, el portal fue titulando de esta manera una serie de posteos:
- –El Toto da Silveira convoca a una orgía masiva para celebrar el despido de Tabárez
- –Nueva encuesta de Cifra, que dice que el 99% de los uruguayos quiere que “que se vaya el comunista de Tabárez y que a la selección la dirija Lacalle Pou”.
- –Fuentes cercanas afirman que el jefe de Estado tendría disponibilidad total para hacerse cargo de los destinos del combinado celeste, “total, medio que el país se gobierna solo, el tema es ir al mundial”.
- –Juan Ramón Carrasco en la sede de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF): puso una carpa en la vereda de enfrente “y no pienso irme hasta que me designen entrenador”, explicó.
- –El Ministerio del Interior anunció que procedió a la incautación de 79.014 serruchos en la casa de Diego Aguirre, entrenador que viene sonando pa la selección uruguaya hace como diez años
En realidad, el Cascote viene denunciando así el clima existente alrededor de los malos resultados futbolísticos y el juego de intereses desatados para ganarle a la AUF, echar a Tabárez y colocar algún pollo propio al frente de la celeste.
Pero, peor aún, la salida del Maestro fue el resultado final de un largo proceso, lento y paulatino, en el que primero fueron por desdibujarle ese rol de troesma, para luego y en el final, pisotearlo y saltarle encima incuso hasta agarrándose de los problemas físicos que son notorios desde hace varios años.
Miserablemente, Da Silveira venía exigiendo la destitución, argumentando abiertamente que había que provocar el recambio por las «limitaciones físicas» del DT, que le impedían estar cerca de la raya de cal para dar indicaciones a sus jugadores. «No puede ser que una selección que aspira ir al mundial tenga un técnico que no puede levantarse y está sentado a un costado de la cancha», dijo a viva voz como si eso tuviera algo que ver con los malos resultados, o como si un cuerpo con una espalda gastada, tuviese alguna relación con el seguir desparramando sabiduría acumulada.
Muchas voces venían liquidando a Tabárez como las de varios colegas suyos, como Jorge Fossati y el Chengue Morales, ambos dentro del staff de Casal, y hasta la política metió la cuchara para también dejar en claro que los blancos no querían mucho al frenteamplista Tabárez: La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, aseguró lacónicamente que «era un buen momento para efectivizar un retiro”, al tiempo que descartó que su gobierno vaya a dedicarle algún acto de homenaje tras su salida. “Lo que más quiere la política del Partido Nacional es un entrenador que nos haga ganar”, cerró secamente frente a la pregunta de algunos movileros.
Maestro. De la vereda de enfrente, el capitán Diego Godin salió a poner la cara luego de que, incluso en aquella campaña, se dijera que a Tabárez lo habían echado los jugadores, asegurando en off que el cese se vino urdiendo desde afuera hacia adentro desde hace mucho tiempo. “Usted logró generar ese respeto entre nosotros y la gente. Quiero agradecerle por todo lo que me enseñó. Usted hizo que la selección sea parte de nuestras vidas y que el sentido de pertenecía vuelva sentirse. ¡¡Gracias, maestro!!”, le dedicó.
Tabárez es el entrenador que más partidos dirigió en la historia de las Eliminatorias Sudamericanas (74) y el que más partidos ganó (31). Fue campeón de América y
Semifinalista del Mundo. Con 56% de eficacia en más de 200 partidos; Mejor DT de América 2010-11, Mejor DT del Mundo 2011 según la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol)
Y, sobre todo, podríamos agregar, se ganó el respeto y la admiración de todos.
Dos ejemplos:
Marcelo Bielsa pintó a Tabárez de esta forma en el prólogo del libro Maestro, el legado de Tabárez: “Es un fiel representante del ser uruguayo: equilibrio, sentido común, sinceridad, modestia. Tiene el don de la discreción, sin necesidad de imponerse por los modos sino por sus argumentos. Convence por estar íntimamente convencido. Privilegia la sinceridad logrando cercanía sin acortar distancia”.
Por su parte, el ex mandatario uruguayo, Pepe Mujica, aseguró que “la lección que nos ha dado Tabárez es el trabajo colectivo, la sencillez y la humildad. Nunca lo vi agrandado, nunca lo vi a Tabárez en una actitud destructiva para con nadie. Y los primeros que tendríamos que aprender somos los políticos, por supuesto. Debiéramos haber aprendido ingentes lecciones de la actitud de Tabárez y le hubiéramos hecho mucho bien a este país. Para mí es un Maestro con mayúscula».