Por Melissa Zenobi | Hace ya dos semanas que el famoso tenista serbio Novak Djokovic aparece a diario en los principales canales y portales de noticias de todo el mundo. Su ferviente negación a vacunarse ya le costó una batalla judicial en Australia, el rechazo de la visa en dos oportunidades consecutivas y una deportación luego de que tres jueces del Tribunal Federal de Australia desestimaran por unanimidad su apelación.
«Hoy ejercí mi poder para cancelar la visa del señor Novak Djokovic por motivos de salud y de buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo», anunció el ministro de Inmigración de Australia, Alex Hawke, en un comunicado este sábado, en tanto que el Primer Ministro australiano, Scott Morrison, dijo que la decisión se tomó después de una “cuidadosa consideración”, puesto que “los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia y, correctamente, tienen el derecho a esperar que los resultados de esos sacrificios sean protegidos”.
El deportista de 34 años había ingresado a Australia el pasado 6 de enero sin vacunarse. Fue por eso que el gobierno argumentó que representaba una amenaza para la salud pública y pidió que sea regresado a su país en dos oportunidades. Este domingo Djokovic abandonó el país. La medida lo dejó afuera del Abierto de Australia, que comenzó este lunes, y sin poder conquistar su título número 21 de Grand Slam, un récord a batir cuyo único aspirante es ahora el español Rafael Nadal.
Si el número 1 del ranking de ATP persiste en su negativa a vacunarse, tampoco podrá participar del torneo Roland Garros, que tendrá lugar del 22 de mayo al 5 de junio. El gobierno francés ya anunció que todos los participantes de la competencia deberán tener la pauta completa de vacunación, tal como se le exigirá al público y a los profesionales implicados. En la misma línea, algunas firmas que lo patrocinan, como la marca de ropa Lacoste, pedirán explicaciones por lo sucedido.
Uno a uno
Esta semana la ministra de Salud, Carla Vizzotti, viajó a la provincia de Chubut con el propósito de visitar vacunatorios y centros de atención y mantener reuniones con representantes de obras sociales; clínicas y sanatorios. En este contexto, mantuvo un improvisado debate en una calle de Comodoro Rivadavia con un antivacunas. Si bien la conversación duró unos 15 minutos, los presentes grabaron algunos segundos del intercambio que rápidamente se volvió viral.
Se trataba de un profesor de Educación Física que la increpó diciendo: «Hoy en Comodoro hay ocho personas internadas en terapia intensiva y las ocho están vacunadas ¿Cuál es el beneficio?». La respuesta de la ministra fue sencilla pero contundente: «Vos sos preparador físico, nosotros estudiamos durante 20 años la estrategia de vacunación».
Al reclamar sobre lo nuevas que pueden ser las vacunas, Vizzotti afirmó: «No. Las únicas vacunas que son nueva tecnología son Pfizer y Moderna. Todas las demás tienen plataformas que se vienen usando hace un montón de tiempo. Ustedes no tienen toda la información y ven solo una parte».
"Vizzotti":
Por su discusión en Chubut sobre las vacunas contra el #COVID19 pic.twitter.com/ZaM4sRQdKG— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) January 18, 2022
Las vacunas salvan vidas
Mientras la campaña de vacunación más grande de la historia avanza en todo el mundo para terminar con la pandemia de COVID-19, cada vez son más los testimonios de personas que por no vacunarse a tiempo cursaron la enfermedad del virus de un modo más virulento, o bien que no lograron sobrevivir.
Tras detectarse que donde falta población inoculada aparecen nuevas variantes, como fue el caso de la cepa Ómicron en Sudáfrica, no debe perderse de vista el sentido colectivo de la vacunación, y el carácter fundamental de la protección masiva para la salida definitiva de la pandemia. Pero además, y siguiendo con esta línea, es clave la necesidad de que los países más ricos apoyen a quienes aún no han avanzado en la campaña por falta de recursos.
En la tercera ola de contagios en Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación está reportando más de 100 mil positivos diarios por la alta contagiosidad de las nuevas cepas. Situaciones similares atraviesan otros países de América Latina y Europa. Y si bien los últimos días aumentó el número de los casos de internación intensiva, y de muertes, el índice de letalidad ni se acerca de lo que fue la segunda ola (que en Argentina se vivió durante el invierno del 2021). La gran diferencia: la campaña de vacunación.
En Argentina, al día de la fecha 39.117.750 recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, mientras que 34.186.054 completaron el esquema de dos dosis, y 7.075.793 ya recibieron el refuerzo. Unas 400.000 dosis son aplicadas por día en todo el territorio nacional. Mientras en todo el mundo el porcentaje de población inoculada alcanza al 53%, en Argentina las personas con al menos una dosis superan el 80%.
¿Vacunación obligatoria?
Durante los últimos meses varios países empiezan a utilizar el pase sanitario (la obligatoriedad de certificar el esquema de vacunación completa) para la presencia en distintos espacios públicos, controles migratorios, utilización de transporte público, etcétera.
Algunos países están dando un paso más en esta dirección. Austria es ahora el primer país de Europa en anunciar que impondrá la vacunación obligatoria contra el COVID-19. La medida que fue confirmada por el canciller Karl Nehammer comenzará a regir a principios de febrero, y prevé sanciones económicas de hasta 4.000 dólares para los no vacunados.
Mientras tanto, en Argentina diputados del oficialismo impulsan una ley para que la vacunación contra el COVID-19 sea obligatoria. Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, del bloque del Frente de Todos, impulsan un proyecto que apunta a gratuidad y obligatoriedad para los mayores de 18 y los menores de entre 3 y 17 años que presenten comorbilidades o enfermedades de riesgo.
“La Ley N° 27.491 de control de enfermedades prevenibles por vacunación, le otorga a la vacuna el carácter de herramienta estratégica de salud pública preventiva y al ser altamente efectiva, se la considera como un bien social, sujeta a principios de gratuidad, interés colectivo, disponibilidad y amplia participación, declarándola de interés nacional. El art. 2 de dicha ley, declara la obligatoriedad de las vacunas para los habitantes de nuestro país”, explica el proyecto de ley que contiene fundamentos aportados por Facultad de Ciencias Exactas y Ciencias Médicas de la UNLP, y de la Facultad de Ciencias Médicas UBA.