Redacción Canal Abierto | “¡Cabezas! ¡Presente!” fue el grito con que decenas de profesionales de la comunicación recordaron a José Luis Cabezas, el fotógrafo asesinado el 25 de enero de 1997 en la localidad bonaerense de Pinamar, en un hecho perpetrado por una banda vinculada al empresario postal Alfredo Yabrán. Lo que en un principio parecía presentarse como un escarmiento puntual, luego se reinterpretó como un intento de amedrentamiento al periodismo en general.
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En estos 25 años de lucha colectiva por justicia para José Luis Cabezas se destacó un actor colectivo que desde el principio jugó un rol clave para hacer visible el reclamo y lograr que el asesinato del fotógrafo no quede impune: la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), organización que creó y sostuvo todo este tiempo la consigna “No se olviden de Cabezas”.
“La respuesta colectiva fue fijar un límite, y es que si tocan a un compañero todos salimos enseguida a la calle”, afirmó a Canal Abierto la reportera gráfica de Télam y primera mujer en dirigir ARGRA, Eva Cabrera. “Como fotoperiodistas somos constructores de sentidos, decimos lo que pensamos con imágenes, es nuestra forma de opinar; y esto a veces incomoda al poder y a los poderosos”.
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