Redacción Canal Abierto | Tal vez aburrido de que sus blancos siempre se encuentren en el gabinete nacional, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni decidió ganarse enemigos en otros ámbitos. Esta vez fue el mundo de las radios barriales y comunitarias.
En el contexto de una entrevista en C5N a la que lo habían invitado para hablar de las muertes por consumo de cocaína adulterada, sin nada que viniera a cuento ni aportar ningún tipo de pruebas Berni se despachó con que “en muchas radios barriales el narcotráfico pone plata para que se hable mal de fulano, se hable mal de la policía, se hable mal de allá, se hable mal de acá y el narcotráfico sigue avanzando”.
Estas afirmaciones no pasaron inadvertidas en el ámbito de la comunicación popular, comunitaria y alternativa y desde distintos sectores hicieron saber su descontento con la actitud de quien debería ocuparse de prevenir el delito.
Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) plantearon a través de un comunicado que “las compañeras y los compañeros de los medios comunitarios y autogestivos son quienes le dan voz a las organizaciones barriales que intentan enfrentar al narcotráfico. Y en algunos casos son parte de esas redes de contención sociales. Lejos de recibir plata, suelen quedar peligrosamente expuestas y expuestas ante el narco, al que funcionarios como Berni deberían combatir, en lugar de estigmatizar a quienes se plantan con los pies en el territorio”.
“Por eso desde el SiPreBA, organización de la que son parte centenares de afiliados y afiliadas, trabajadoras y trabajadoras de prensa que participan en esos medios, repudiamos las declaraciones y nos solidarizamos con quienes día a día enfrentan al crimen organizado”, concluye la misiva.
El Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) nuclea a más de 100 radios de todo el país y publicó en su sitio una nota en la que se plantea que “las radios populares y comunitarias son mucho más que radios en los barrios, son organizaciones que trabajan cuerpo a cuerpo para mejorar la vida de los vecinos y las vecinas que son parte de la organización”.
“En ese sentido, hay radios comunitarias y populares que trabajan en conjunto con espacios como el SEDRONAR, porque están trabajando para la vida de los y las vecinas. ”, agrega el escrito.
En el artículo se citan muchas de estas experiencias contadas en primera persona por sus protagonistas o habitantes de las comunidades que integran, como el caso de Radio El Aguaribay en Godoy Cruz, Mendoza, que “nace a partir de un pedido de la comunidad de convertir dentro de la fundación Coloba, una fundación que tiene más de 35 años en la zona, un espacio donde la palabra pueda mitigar la violencia que se generaba en los conflictos de narcomenudeo, tanto es así que la radio se convierte en un espacio de participación, gestión y articulación entre la comunidad y los adolescentes que son siempre muy apuntados para ser captados por el narcomenudeo”.
Desde una de estas emisoras, Radio Tinkunako de José C. Paz, el periodista Daniel Sambrana dialogó con Canal Abierto y manifestó que “es gravísimo que señale que el narcotráfico pone plata en las radios barriales y que además lo hace para que se hable mal de la policía cuando no hace falta que nadie diga nada de la policía cuando uno los casos que Correpi presenta en sus informes anuales”.
Y explicó que “nuestros medios tienen un claro posicionamiento de la comunicación como el derecho de rescatar las voces de esos sectores que justamente son estigmatizadas generado por los medios masivos de comunicación privados y hegemónicos que en general de muestran de nuestros barrios solamente delitos y que siempre buscan que justamente que los problemas se analicen a partir de las consecuencias, no de las causas. No se no es una oración al mismo tratamiento al que fuga divisas y hunde al país que a un carterista de un barrio popular”.
“En general son radios que están ubicadas en los barrios que transmiten con comunicadores y comunicadores que son vecinos y vecinas muchas veces formados en una universidad pública para encarar la responsabilidad del derecho a la comunicación. Venimos desde nuestra conformaciones, que algunas radios datan de la década del 80, 90 y post2001 construyendo espacios para hacer justamente un pleno ejercicio de la comunicación con muchísimas dificultades para sostener a nuestros proyectos en cuanto a lo económico”, agregó.
“Lo que dijo Berni es absolutamente falso mentiroso, tendencioso e injurioso porque justamente nuestros proyectos tienen formas absolutamente diversas y creativas de sostenerse y el sostenimiento de las radios populares comunitarias, libres y barriales tiene que ver también con esta posición política en la que la mayoría son cooperativas, asociaciones civiles, mutuales o distintas formas de organizarse en cada colectivo”, concluyó Sambrana.