Redacción Canal Abierto | En la madrugada de este jueves, las fuerzas rusas invadieron Ucrania desde tres lados. Las explosiones resonaron en varias ciudades, incluida la capital, Kiev, y el gobierno de Volodimir Zelenski declaró la ley marcial.
A las 6.30 las sirenas antiaéreas sonaron por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. A raíz de esto, los residentes ucranianos comenzaron a hacer cola en los bancos y cajeros automáticos para sacar dinero y en las gasolineras por preocupación.
#URGENTE El ministro de asuntos exteriores de Ucrania, @DmytroKuleba, confirmó: "#Putin acaba de lanzar una invasión a gran escala de Ucrania".
Hay explosiones en #Kiev y los civiles abandonan la ciudad. pic.twitter.com/r84NEb5TCD
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Las autoridades dieron instrucciones a la educación para que los niños y los estudiantes universitarios se queden en casa. Al mediodía, el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, anunció un toque de queda para proteger la seguridad de los habitantes de la capital.
Durante la mañana, el Ministerio de Defensa ruso informó que las Fuerzas Armadas lograron inhabilitar 74 instalaciones de la infraestructura militar de Ucrania.
También, las autoridades del país invadido notificaron combates cerca del depósito de residuos nucleares de la central de Chernóbil, donde las fuerzas rusas llegaron tras haber entrado por la frontera con Bielorrusia.
La posición de la comunidad internacional
Entre los primeros en emitir su postura estuvo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien dijo que el operativo militar ruso en Ucrania es “un punto de inflexión” en la historia de Europa y prometió sanciones contra este “acto de guerra”.
En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, solicitó al Gobierno de Bielorrusia que se abstenga de participar de la ofensiva rusa en Ucrania.
El primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó que el Reino Unido y sus aliados establecerán un “paquete de sanciones masivo” que afectará la economía Rusia. Asimismo, lanzó un boicot sobre el petróleo y el gas ruso. “Ucrania es un país que por décadas ha disfrutado de la libertad, la democracia y el derecho a elegir su propio destino. Nosotros y el mundo no podemos permitir que esa libertad sea borrada. No podemos y no miraremos para un costado”, señaló.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, repudió el accionar de Rusia y este jueves, después de la reunión del G7, detallará el “conjunto de sanciones más duras jamás impuestas” contra Rusia.
En tanto, vía telefónica, Biden prometió a Volodimir Zelenski “brindar apoyo y ayuda a Ucrania y al pueblo ucraniano”.
Por su parte, la Unión Europea convocó al embajador de Rusia, Vladimir Chizhov, ante el bloque para expresarle la enérgica condena a la ofensiva militar en Ucrania.
En respuesta, Rusia prometió responder de manera “severa” a las sanciones que aplique la UE, y aseguró que estas medidas no van a impedir que Moscú ayude a los separatistas prorrusos de Ucrania. “Conforme al principio de reciprocidad, que es la base del derecho internacional, vamos a tomar severas medidas de represalia”, indicó el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
La postura argentina
El gobierno nacional expresó su “más firme rechazo al uso de la fuerza armada” en el conflicto desatado en Europa del Este e instó a la Federación Rusa a “cesar las acciones militares en Ucrania” y “desescalar ya mismo el conflicto en todas sus aristas”.
El comunicado de Cancillería lamentó “la escalada” militar en Ucrania y remarcó que la solución al tema “solo se alcanza por medio del diálogo”.
Argentina reitera su firme rechazo al uso de la fuerza armada y llama a Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania.
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El origen del conflicto
– Ucrania volvió a proclamarse independiente al caer la Unión Soviética, que integraba, en 1991. Aunque se declaró como un “Estado neutral”, estableció una asociación militar con Rusia primero y con la OTAN poco tiempo después. Desde entonces, sus relaciones con Rusia han alternado periodos de amistad, tensiones y hostilidades.
– Las relaciones estallaron en 2014 luego de que el entonces Gobierno de Ucrania, afín a Rusia, fuera derrocado por una ola de protestas y sustituido por otro antirruso y prooccidental tras su decisión de no firmar un acuerdo de asociación y libre comercio con la Unión Europea (UE) que contaba con apoyo mayoritario en el Parlamento. El nuevo Gobierno relanzó planes de ingresar a la OTAN, algo que Rusia considera una amenaza.
– Regiones de Ucrania con grandes poblaciones rusoparlantes rechazaron el cambio de Gobierno, que consideraron un golpe de Estado, al igual que Rusia.
Los habitantes de la Península de Crimea aprobaron en un referéndum separarse de Ucrania e incorporarse a Rusia, que luego se anexionó el territorio, donde tiene su flota del Mar Negro y cuyo control le proporciona la única vía de salida al mar Mediterráneo.
Los habitantes de dos provincias rusoparlantes del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, a imitación de Crimea, celebraron sendos referendos de independencia, opción que fue aprobada. Convertidas en “Repúblicas populares”, luego pidieron su incorporación a Rusia, pero Moscú no lo aceptó.
Rusia, sin embargo, los apoyó políticamente, mientras negaba acusaciones de Ucrania y Occidente de que también les daba armas y les enviaba combatientes.
– Si bien las dos provincias, Donetsk y Lugansk, localizadas en la región del Donbass, limítrofe con Rusia, quedaron en territorio ucraniano luego de la disolución de la Unión Soviética, albergan una mayoría de población rusoparlante y desde hace ocho años mantienen una relación de permanente enfrentamiento con el Gobierno de Kiev, responsable de no haber cumplido con los Acuerdos de Minsk.
– El primero de los Acuerdos de Minsk se firmó en 2014 con el patrocinio de Rusia y Ucrania, más Francia y Alemania como garantes, pero nunca se puso en marcha y en realidad dio paso a una guerra entre esas dos provincias y Ucrania.
Por eso, casi un año después, en febrero de 2015, los mismos actores suscribieron un segundo convenio que al menos logró poner fin a la guerra declarada, pero no a la situación de tensión. Ante la falta de cumplimiento del acuerdo por parte de Ucrania, las dos autodenominadas repúblicas separatistas se armaron para enfrentar al ejército ucraniano, con apoyo financiero y militar de Rusia.
– El presidente de Ucrania de entonces, Petro Poroshenko, debía poner en práctica medidas concretas que establecía el acuerdo, como darle autonomía plena a las dos provincias para que pudieran elegir libremente a sus autoridades y la liberación de presos políticos e intercambio de prisioneros de guerra, pero chocó con la intransigencia del parlamento y de la ciudadanía: sólo 12% de los ucranianos y ucranianas apoyaban el acuerdo.
– A partir de que Ucrania no cumplió con los Acuerdos de Minsk comenzó un largo período de constantes escaramuzas militares que causaron al menos 14.000 muertos de ambos bandos.
– En el discurso que pronunció en horas de la madrugada del lunes último para anunciar el ataque, Putin lo justificó como una forma de proteger a los habitantes civiles de las dos regiones separatistas.
Además, el líder ruso acusó a Estados Unidos y sus aliados de haber rechazado exigencias suyas acerca de que Ucrania no ingrese a OTAN y otras garantías de seguridad, y agregó que su intención no era ocupar Ucrania sino “desmilitarizar” y “desnazificar” el país y llevar ante la Justicia a responsables de crímenes.
– Todas las advertencias procedentes de Occidente hablan de un incremento de las sanciones económicas, y el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, afirmó que intentó conversar directamente con Putin, sin éxito, mientras el gobierno ucraniano denunció que el país sufrió un ciberataque “masivo” que afectó a organismos estatales y bancos.
Paralelamente, Kiev reclamó a Moscú y a la comunidad internacional “garantías de seguridad” ante la amenaza de una invasión rusa y pidió una nueva reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU tras el reconocimiento del Kremlin de la soberanía de dos provincias ucranianas separatistas.
– “Quien sea que trate de obstruirnos, y ni que hablar que cree amenazas contra nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta rusa será inmediata y provocará consecuencias que nunca han visto en la historia”, advirtió Putin.
Y abundó: “Nadie debería dudar de que un ataque directo a nuestro país acarreará la destrucción y horribles consecuencias para cualquier potencial agresor”.