Por Pablo Bassi | La empresa Hidden Lake, propiedad de Joe Lewis, propuso abrir un acceso nuevo a Lago Escondido, que tendría una pendiente de seis kilómetros y una altura de 1.460 metros, aptos para transitar a pie en siete horas. Para ello, sería necesario derribar alerces, arrayanes y otras especies nativas de un área protegida.
Esa fue la oferta de los abogados de la compañía y de los abogados del Ministerio Público Fiscal de Río Negro durante una audiencia de conciliación con la ex senadora Magdalena Odarda y sus abogados, realizada este martes en los Tribunales de Bariloche.
Fuera tronaban los bombos de los sindicatos y organizaciones sociales y políticas que los aguardaban. Viajó especialmente desde Buenos Aires Julio Urien y Alejandro Meyer del FIPCA. Había militantes de la CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores y CCC, entre otros.
La Cámara de Apelaciones en lo Civil debería expedirse en 20 días sobre la vigencia del fallo de 2013 que emplazó a Vialidad de Rio Negro a acondicionar en cuatro meses el camino de Tacuifí y el sendero de montaña. La causa, iniciada en 2005 como un amparo por Odarda –hoy presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI)–, quedó atrapada en la telaraña judicial.
“Lewis construyó su mansión sobre el camino de Tacuifí. Era un camino vecinal, una servidumbre de paso que usaba la gente desde muchos años”, dijo a Canal Abierto Sandra Contreras, secretaria general de la CTA Autónoma de El Bolsón. “Ahora reforzaron el cerramiento del ingreso con caños tubing de dos metros y medio, puntales y candados. Es indignante. Buscan que nos enfrentemos vecinos contra vecinos”.
“Los abogados de la Fiscalía de Estado de Rio Negro trabajaron en equipo con los de la empresa Hidden Lake en el incumplimiento de la sentencia de 2009 que ratifica el acceso a Lago Escondido y que tiene autoridad de cosa juzgada dictada por el Supremo Tribunal de Justicia provincial”, dijo Magdalena Odarda a la salida de audiencia.
“El acompañamiento político de la Provincia a la empresa de Lewis es evidente. Sólo eso explica que Lago Escondido esté fuera del corredor turístico de Rio Negro”, agregó.
Enclave
Urien volvió a Bariloche un mes después de haber intentado llegar a Lago Escondido por el camino de Tacuifí junto a la Sexta Marcha por la Soberanía. Dice que el impacto en los medios de la prepotencia de Hidden Lake tocó una fibra en los sectores populares.
“Eso es importante, porque independientemente del acceso al lago, se puso sobre la mesa la existencia de un enclave británico sobre el que debió pronunciarse la gobernadora Arabela Carreras y el presidente Alberto Fernández”, dijo. “Lewis, súbdito británico, se maneja con autonomía de las leyes argentinas y logra subordinar el poder político y judicial a sus caprichos”.
Odarda mencionó en un tramo de su charla con los medios que durante la audiencia remarcó las amenazas y extorsiones que Hidden Lake realizó a jueces de la provincia con apertura de causas que luego se archivaron. Puso como ejemplo los casos de Juan Lagomarsino y Marina Venerandi. No mencionó el de Erika Fontela.
Odarda recordó que la propuesta de abrir una tercera vía hacia Lago Escondido desde la zona del río Manso ya fue explorada en 2013 por el entonces gobernador Alberto Weretilneck y Nicolás Van Ditmar -administrador de Hidden Lake- e invalidada por los técnicos del área protegida Lago Azul – Lago Escondido que evaluaron su impacto ambiental.
Los abogados de la empresa rechazaron en la audiencia una propuesta que buscaba trazar un desvío hacia el final del camino de Tacuifí, para que los visitantes no pasaren por los jardines de la mansión de Lewis. Los abogados del Estado provincial, también.
Fotos: Pablo Bassi/ Eugenia Neme