Chile cambia: Gabriel Boric presidente

Redacción Canal Abierto | El mediodía de este viernes Gabriel Boric asumió como Presidente de la República de Chile, luego de vencer en la segunda vuelta electoral del 19 de diciembre. Un balotaje que tuvo una participación histórica de más de 8 millones de votos, un 55,6% del padrón electoral en un país en que el voto no es obligatorio y cuya población no suele entusiasmarse con las urnas.

Así, Boric se convirtió en el presidente chileno más votado de la historia, con 4,6 millones de sufragios, como también en el más joven en asumir ese cargo con sólo 36 años de edad. El exlíder estudiantil y luego diputado, proviene de la ciudad de Punta Arenas en la región de Magallanes, el extremo austral de la nación andina.

Tras la promesa presidencial ante el presidente del Senado, Álvaro Elizalde –del Partido Socialista, elegido en una sesión previa esta mañana–, Sebastián Piñera entregó la banda presidencial en una ceremonia en el Salón de Honor del Congreso Nacional.

Ante Boric prometieron sus ministras y ministros: Izkia Siches Pastén, primera mujer ministra del Interior y Seguridad Pública de Chile; Maya Fernández Allende, nieta de Salvador (Defensa); Mario Marcel, ex presidente del Banco Central (Hacienda); Giorgio Jackson Drago (secretario General de la Presidencia); Camila Vallejos (secretaria general de Gobierno); Antonia Urrejola (Relaciones Exteriores); Nicolás Grau (Ministerio de Economía, Fomento y Turismo); Janet Vega Morales (Desarrollo Social y Familia) Marco Antonio Ávila (Educación); Marcel Ríos Tovar (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos); Jeanette Jara (Trabajo y Previsión Social); Juan Carlos García Pérez (Obras Públicas); María Begonia Yarza (Salud), Carlos Montes (Vivienda y Urbanismo); Esteban Valenzuela (Agricultura); Marcela Hernando Pérez (Minería); Juan Carlos Muñoz (Transportes y Telecomunicaciones); Javiera Toro Cáceres (Bienes Nacionales); Claudio Huepe (Energía); Maisa Rojas (Medio Ambiente), Julieta Brodsky Hernández (Cultura); Alexandra Benado (Deportes), Antonia Orellana Guarello (Mujer y Equidad de Género).

Un equipo del que el nuevo presidente dijo estar “profundamente orgulloso de este gabinete, de que sean más mujeres que hombres y eso es gracias al movimiento feminista”. Acto seguido les tomó juramento con un breve mandato: “No olvidemos nunca, pero nunca, que nos debemos todos los días, todos los días, al pueblo de Chile. Juráis o prometéis ejercer sus cargos bajo esa conciencia”.

Un gabinete con 14 mujeres y 10 hombres y un promedio de edad de 49 años. Una conducción que en muchos casos se construyó en las luchas estudiantiles y sociales, en la pelea feminista por mayor igualdad y derechos para la mujer y las disidencias.

Almuerzo en Cerro Castillo

Temprano en la mañana, el aún electo presidente desayunó en el palacio presidencial de Cerro Castillo en la ciudad de Viña del Mar con dirigentes comunitarios y la alcaldesa Macarena Ripamonti.

Luego, realizó las fotos de rigor con su gabinete y con los gobernadores regionales y partió hacia Valparaíso para la ceremonia de cambio de mando.

Concluida la ceremonia del Cambio de Mando en el Congreso Nacional, el presidente y sus ministros regresaron al palacio presidencial para realizar un almuerzo con los mandatarios y funcionarios de otros países que se hicieron presentes en Chile para el traspaso. Entre ellos estuvieron los presidentes Alberto Fernández de Argentina; Luis Arce de Bolivia; Mario Abdo Benítez de Paraguay; Pedro Castillo de Perú; Luis Lacalle de Uruguay; Luis Abinader de la República Dominicana; Beatriz Gutiérrez Müller, compañera del presidente de México en representación de Manuel López Obrador; Guillermo Lasso de Ecuador; Gilmar Pisas, primer ministro de Curazao; Mark Phillips, primer ministro de Guyana y el rey de España, Felipe IV.

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao será opacado por la presencia de la ex presidenta Dilma Rousseff. Otros vicepresidentes presentes son Salvador Nasralla de Honduras, José Gabriel Carrizo de Panamá, Leo Varadkar de Irlanda y Yolanda Díaz de España.

Discurso de investidura en La Moneda

Antes de hacer su primer ingreso a La Moneda como presidente en funciones, Gabriel Boric rompió el protocolo y seguido de un edecán militar se acercó al memorial de Salvador Allende y se tomó unos segundos para, con una reverencia y su mano en el pecho, saludar a la estatua de aquel que pagó con su vida la lealtad del pueblo.

Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. (Fragmento del discurso de Salvador Allende antes de morir en el Palacio de la Moneda en llamas)

En su primer discurso a los pueblos de Chile, remarcando el plural que utilizó el joven líder, Boric marcó algunos de los puntos de la ambiciosa agenda de reformas y cambios estructurales que el gobierno del frente Apruebo Dignidad pretende encarar.

“Quiero que sepan que no llegamos aquí sólo para llenar cargos, para generar distancias inalcanzables, sino para entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor nuestra patria”,

Constituyente: “En este primer año de gobierno nos hemos impuesto como tarea acompañar de manera entusiasta nuestro proceso constituyente por el que tanto hemos luchado. Vamos a apoyar decididamente el trabajo de la Convención. Necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia. Una Constitución que a diferencia de la que fue impuesta a sangre, fuego y fraude por la dictadura, nazca en democracia, de manera paritaria, con participación de los pueblos indígenas. Una Constitución que sea para el presente y para el futuro”.

El pueblo mapuche tiene derecho a existir: “Quiero decir de que en el sur tenemos un problema. El conflicto que no es… antes se hablaba de la pacificación de la Araucanía, qué termino más burdo e injusto. Después algunos decían el conflicto mapuche. No señores, no es el conflicto mapuche. Es el conflicto entre el Estado chileno y un pueblo que tiene derecho a existir. Y allí la solución no es ni será la violencia. Trabajaremos incansablemente por reconstruir las confianzas después de tantas décadas, después de tantas décadas de abuso y de despojo. El reconocimiento a existir de un pueblo con todo lo que eso implica será nuestro objetivo y el camino será el diálogo, la paz, el derecho y la empatía con todas las víctimas. Sí, con todas las víctimas”.

La polémica por las 139 querellas: “Necesitamos reparar las heridas que quedaron del estallido social y por eso el día de ayer hemos retirado las querellas por ley de Seguridad del Estado, porque tenemos la convicción de que como chilenos y chilenas tenemos que volver a encontrarnos”. Se refiere a las querellas iniciadas por el gobierno de Sebastián Piñera (por acción de su sanguinario ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick), a los manifestantes del denominado Estallido Social que se dio entre octubre de 2019 y marzo de 2020. El actual ejecutivo retira las demandas por esta ley de excepción, lo que no implica que las demandas civiles o criminales por delitos comunes –saqueos, robos, daños a la propiedad– continúen.

Derechos humanos: Boric iniciando su discurso señaló que “Este Chile, sólo en un puñado de años, ha debido atravesar terremotos, catástrofes, una pandemia mundial (…) y violaciones a los derechos humanos que nunca más se repetirán en nuestro país”. También señaló que  su Gobierno “promoverá siempre el respeto de los derechos humanos en todo lugar y sin importar el color del Gobierno que los vulnere”.

Latinoamérica: “Haremos esfuerzos para que la voz del sur se vuelva a escuchar firme en un mundo cambiante”.

“Impulsaremos, como nos hemos comprometido, las 40 horas” laborales: Boric aseguró que durante su Gobierno impulsará el proyecto de ley que establece las 40 horas laborales, lo que significaría la reducción de la jornada de trabajo actualmente de 45 horas semanales.

“El pueblo de Chile es protagónico en este proceso, si no hubiera sido por las movilizaciones no hubiéramos estado aquí (…) Necesitamos redistribuir las riquezas que producen las chilenas y chilenos”. “De las movilizaciones vinimos, hoy día estamos acá pero no nos olvidamos de dónde venimos”.

Las caras de Chile: “He visto sus caras recorriendo nuestro país. Las de las personas mayores cuya pensión no les alcanza para vivir porque algunos decidieron hacer de la previsión un negocio; las de quienes se enferman y sus familias no tienen cómo costear el tratamiento; las de los estudiantes endeudados; las de los campesinos sin agua por sequía y por saqueo; las de las mujeres que cuidan a sus niños con T.E.A., que en cada lugar de Chile me las encuentro, a sus familiares postrados y sus bebés indefensos. Las familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar; las de las disidencias y diversidades de género que han sido discriminadas y excluidas por tanto tiempo; las de los artistas que no pueden vivir de su trabajo, porque la cultura no es lo suficiente valorada en nuestro país; las de las dirigentas sociales que luchan por el derecho a una vivienda digna en las poblaciones de Chile; las de los pueblos originarios, despojados de sus tierras, pero nunca de su historia; las de la clase media acogotada; las de los niños y niñas del Sename, nunca más; las caras de las zonas más aisladas de este país, como el Magallanes de donde vengo; y las de quienes viven en la pobreza olvidada. Con ustedes es nuestro compromiso”.

La promesa de Salvador Allende: “Por donde hablamos hoy, ayer entraban cohetes. Y eso nunca más se puede repetir en nuestra historia”, dijo el flamante mandatario desde el balcón del Palacio de La Moneda.

“Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo compatriotas, abriendo las alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre para construir una sociedad mejor. Viva Chile!”, concluyó su discurso.