Canal Abierto Radio | La actriz, productora y escritora argentina Natalia Denegri, demandó a la empresa Google con el objetivo de que reestructuren los contenidos que su buscador arroja al tipear su nombre y apellido relacionados en su amplia mayoría al “caso Coppola”, un suceso ocurrido hace más de 20 años cuando la también conductora de TV era menor de edad.
Frente a esta demanda, comenzó el debate en torno al “derecho al olvido”, o mejor dicho, a la “autodeterminación informativa” dentro de los algoritmos de las empresas tecnológicas. “No podemos eludir a los algoritmos que eligen presentarnos al mundo de una forma sólo guiada por el ánimo de lucro de las empresas. Natalia soporta el descrédito, Google se lleva las ganancias”, señaló el Defensor del Pueblo Bonaerense, Guido Lorenzino, el pasado jueves en la Corte.
“Cuando hablamos del derecho a la autodeterminación definitiva estamos hablando precisamente de cómo las personas cuando realizamos determinados actos nos narramos a nosotras mismas. Hoy lo que sucede es que hay empresas en este mundo, que son los gigantes tecnológicos, que tienen muchísimo poder a partir de la utilización de nuestro datos personales y muchas veces algunas cuestiones que quedan adosadas a nuestros nombres o identidad terminan siendo una huella indeleble de la cual no podemos despegarnos”, explicó el abogado Jerónimo Guerrero Iraola en comunicación con Canal Abierto Radio.
¿Cómo pensamos hoy los DDHH?
El caso de @natydenegri nos habla del derecho a la autodeterminación informativa.
A esto nos referimos hoy en la Audiencia Pública realizada en la Corte. pic.twitter.com/XESvZlq3mX
— Guido Lorenzino (@GLorenzino) March 17, 2022
A su vez, apuntó: “Está bueno pensar qué grado de autonomía tenemos como personas ciudadanas frente al determinismo al que nos someten ciertas empresas a través de la utilización de los algoritmos. Lo primero que hay que desnaturalizar es que la tecnología no es neutral porque los algoritmos son programados por personas”.
Iraola también se refirió al sesgo algorítmico, las burbujas de filtro, la huella digital y la orientación hacia la publicidad para maximizar los consumos. “Hoy los algoritmos y las empresas saben más de nosotros que nosotros mismos. Pueden predecir y condicionar nuestros comportamientos, y si pueden hacer esto la pregunta es ¿cómo estamos viviendo?”, cuestionó el jurista y citó a Lorenzino: “O empezamos a regular nuestros propios algoritmos o van a ser nuestras cadenas”.
En la causa de Natalia Denegri, al momento siguen apareciendo en los buscadores los archivos vinculados a Guillermo Coppola, pero en caso de que la Corte falle a favor de su pedido de Derecho al Olvido “se va a ratificar lo que resolvió la cámara de apelaciones y en ese marco se va a des-indexar, que no es que se borre la información y archivos con respecto al caso de corrupción de Coppola, lo que sí se va a desvincular es el nombre de Natalia Denegri como direccionamiento de un buscador a determinados contenidos, puntualmente los que tienen que ver con su participación en los programas de Mauro Viale que incluso es material que vulnera los derechos de las mujeres”, detalló Iraola.
Y remarcó: “Esto no se borra, simplemente a ese contenido no se va a acceder poniendo Natalia Denegri. Lo que va a lograr es que cuando las personas pongan su nombre en el buscador les aparezca, por ejemplo, que ganó 22 premios EMMY por sus producciones y no una cosa que sucedió hace 24 años donde fue obligada a participar como ya lo determinó un fallo, y que le genera un perjuicio enorme. Además, Natalia no lucra con este material que sólo le genera ganancias a Google”.
Ante las comparaciones que se enunciaron frente al derecho a la autodeterminación informativa de Natalia con el de los Genocidas Rafael Videla o Miguel Etchecolatz, el abogado aclaró que “no es equiparable el caso de Natalia con el de un genocida o político, por eso como persona particular pudo pedir a Google que des-indexe estos contenidos de su nombre”.