Redacción Canal Abierto | “Si no se investiga la vida sexual de la que denuncia abuso sexual no se puede hacer el juicio”, “como dice el Génesis”, “como dice Mateo 18”, “es el mejor hijo”, “es tan bueno que es un pollerudo”, “las ex novias lo re quieren”, “la víctima soy yo”. Las frases que se escucharon en el Tribunal de Rawson durante el juicio fueron el preámbulo del escandaloso fallo que el sábado dejó libres por “falta de pruebas” a los tres acusados de violar en grupo a una adolescente en 2012.
Para Verónica Heredia, María Florencia Piermarini y Marisol Carmona, abogadas de la sobreviviente, el veredicto dictado por las juezas a cargo del juzgado no es sorpresivo: “es el resultado del proceso iniciado en enero de 2019 que mantuvo el pacto de silencio e impunidad desde entonces”.
El juicio
Según detallan en una carta que se conoció hoy, después de que el fallo enardeciera a Chubut, las juezas Karina Breckle, Marcela Pérez y María Laura Martini “maltrataron” a la víctima durante su testimonio.
“Ella declaró al momento de hacer la denuncia y se sometió a una pericia durante tres días de seis horas cada día, ante siete peritos de los defensores y la fiscalía; debió responder más de 567 preguntas y a evaluaciones sobre su personalidad. Los imputados jamás se sometieron a ninguna pericia ni respondieron a ninguna pregunta”, relatan.
El fiscal Fernando Rivarola ya había sobreseído a otros dos imputados, y había declarado que el “accionar doloso” fue “de desahogo sexual” por parte de los acusados. Sus declaraciones le valieron una denuncia que el Consejo de la Magistratura desestimó.
El corolario anunciado fue la absolución de Luciano Mallemaci, Ezequiel Quintana y Leandro del Villar, pese a que reconocieron haber drogado y violado en grupo a la adolescente de 16 años durante una fiesta en una casa de Playa Unión, en la previa a los festejos por el Día de la Primavera.
“Cuando pareciera que estuviéramos en vísperas de la Tercera Guerra Mundial en el Siglo XXI, se mantienen más vigente que nunca en el proceso penal los estereotipos, la misoginia, la iglesia, el clasismo, el patriarcado, todo en su máxima expresión”, aseguran las letradas.
Los hechos
Luego del dictamen, las militantes de organizaciones feministas que aguardaron toda la mañana frente al vallado edificio del tribunal, en Don Bosco 141, de Rawson, concentraron en las plazas de la provincia para repudiar la absolución a los que llamaron “los hijos del poder”.
Y es que en la víspera de aquella primavera de 2012, la fiesta donde ocurrieron los hechos fue en la casa del nieto del exgobernador radical Atilio Oscar Viglione.
Allí concurrió la víctima, cuyo caso se conoció recién en 2019 luego de una publicación suya en redes sociales cuando el juicio ya había comenzado. Según su denuncia, los acusados abusaron de ella —que por entonces tenía 16 años— cuando se encontraba indefensa bajo los efectos del alcohol.
“Todas las testigos (mujeres que estuvieron en esa fiesta y tenían entre 16 y 17 años) afirmaron que ella, esa noche, estaba ‘muy borracha’, ‘muy ebria’, ‘más borracha que todas’, ‘se tambaleaba’, ‘vomitó en la pieza’, ‘le lavábamos la cara en el baño’. Seis profesionales de la salud que la atendieron desde 2012 hasta 2021, pediatra, psicólogas y psiquiatra, afirmaron que padece estrés postraumático producto del abuso sexual. Las juezas sostuvieron que ella consintió”, relatan las abogadas.
En su declaración, la denunciante dijo: “Necesito vivir. Estoy vacía. Tengo una profesión, tengo un lugar donde vivir pero estoy vacía. Necesito ser libre”.
Y, según cuentan sus defensoras, luego de escuchar el veredicto y llorar de bronca e impotencia “por este mundo tan injusto”, aseguró: “Me levanté con más fuerzas que antes. Sigamos”.
Con esa premisa, luego de que el 28 de marzo se conozcan los fundamentos del fallo, adelantaron que el 11 de abril presentarán la impugnación ante el Superior Tribunal de Justicia.
Foto: Radio 3