Redacción Canal Abierto | ATE Nacional inauguró ayer la Semana de la Memoria con la charla “Mejor hablar de ciertas cosas”, en la que reunió a especialistas, miembros de organismos de derechos humanos y militantes populares para analizar el rol de los civiles en el golpe de Estado de 1976.
La directora de Derechos de los Pueblos del sindicato estatal, María José Cano, moderó la charla que tuvo como objetivo analizar las responsabilidades civiles en la última dictadura para así “fortalecer y construir más Memoria”.
El primer orador fue Néstor Miguez, pastor y teólogo evangélico, ex presidente de presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas e integrante de la APDH.
“La participación política y militar de la Iglesia -en particular la Católica- en la represión de nuestro pueblo es una constante en la historia, desgraciadamente, desde los días de mayo”, señaló Miguez. Puso como ejemplo los aviones con la inscripción Cristo Rey que bombardearon la Plaza de Mayo en el 55, o el rol del obispo castrense monseñor Bonamin, quien “está lejos de ser el único”.
“Fue toda una organización que no sólo fue cómplice sino responsable, fueron justificadores de la tortura y activos en la promoción y desarrollo del golpe”, denunció.
Luego, Alejandra Esponda, de H.I.J.O.S. Regional La Plata, antropóloga social e investigadora de la UNAJ-FLACSO, dio inicio al análisis sobre el rol del sector empresarial.
Los años previos a la dictadura, explicó, fueron de mucha organización, “con trabajadores que por primera vez se organizaban en sindicatos”. Ford, Fiat, Molinos Río de La Plata, Ledesma, ACINDAR, entre otras, son empresas que lograron concentrar su poder a partir de políticas económicas que impuso el golpe. “Y para esto era necesario combatir la organización de los trabajadores”, indicó.
El secuestro de trabajadores en sus lugares de trabajo, la entrega de información privada, la presencia de cuadros empresariales en detenciones, secuestros y torturas, y hasta la existencia de centros clandestinos de detención en las plantas y las fábricas, – como son los casos de ACINDAR, Ford, La Veloz del Norte, la Fronterita y Astilleros Río Santiago- son muestra clara de cuál fue el rol empresario.
Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular y director del Banco Nación, continuó ese análisis abordado el particular papel que jugó el endeudamiento en la reestructuración económica del país.
“En su discurso del 2 de abril de 1976 Martínez de Hoz, que en el 75 presidía el Consejo Empresario Argentino y que antes había sido presidente de ACINDAR, dice que la dictadura no venía a cambiar un gobierno sino a refundar la sociedad. Y para eso necesitaban refundar la economía, desarmar la estructura productiva-industrial y hacer desaparecer la resistencia de los trabajadores que, en alianza con otros sectores, como los pequeños y medianos empresarios, les habían impedido en golpes anteriores avanzar en sus objetivos”, repuso el dirigente.
A días de la aprobación del acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, “viene bien pensar esto”, agregó Lozano. “En Argentina la deuda no empezó por el Estado. La deuda empezó por los grandes capitales privados, y se transformo vía acumulación financiera en la palanca del capital concentrado”, dijo y completó: “el déficit del Estado que tiene en su origen la deuda, y no al revés como pretenden instalar”.
El dirigente también denunció que la deuda -no solo la de Macri- es “ilegítima y odiosa”, y que desde los 70 “se instituyó como nueva forma de insertar al país en el escenario internacional y como estrategia de dominación”.
Por su parte, Claudia Bellingeri, directora del Programa Justicia por Crímenes de Lesa Humanidad de la Comisión Provincial por la Memoria, habló de la complicidad judicial, no solo durante la dictadura sino también en democracia: “La Justicia en Argentina es un largo proceso de construcción colectiva, de los organismos de derechos humanos y de la movilización popular, en el que los jueces son una pieza menor”.
En ese sentido, precisó que aún hoy hay 280 causas en instrucción que esperan ser trabajadas. “Esto también muestra cómo interviene el Poder Judicial y por qué es necesario reformarlo”, remarcó.
“Algo que me queda claro -dijo en el cierre del panel Hugo “Cachorro” Godoy, secretario General de ATE Nacional – es que los responsables de que el 50% de la población sea pobre son quienes instauraron la dictadura y quienes, en estas cuatro décadas de democracia, claudicaron una y otra vez”.
“Pero rascar en la memoria no es solo para marcar a los enemigos que construyeron este presente que necesitamos revertir, sino también para recuperar historias de lucha”, agregó.
“Que hoy en esta casa de trabajadores podamos encontrarnos referentes de derechos humanos con compañeras y compañeros que sostienen los merenderos, los comedores, las cooperativas y que no se resignan, me reafirma en la idea de que aunque tenemos estas cúpulas partidarias, empresariales, eclesiásticas, sindicales repudiables, tenemos un pueblo que nos abre siempre nuevas instancias para imaginar y hacer realidad un futuro mejor”, cerró Godoy.
ATE Nacional transmitió en vivo
Además, durante la jornada se inauguró la muestra fotográfica “Son 30.000”, de Luciano Di Constanzo, Paloma García y Fabián Piedras, reporteros gráficos de las áreas de Prensa y Cultura de ATE y de la CTA Autónoma respectivamente.
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Fuente: Prensa ATE Nacional
Fotos en esta nota: @dicoluciano