Redacción Canal Abierto | Con dos listas en pugna, la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica) comenzó este miércoles y hasta el 6 de abril las elecciones de congresales en las universidades nacionales de todo el país, para renovar sus autoridades.
En un ámbito como el docente donde las mujeres son mayoría, la Conadu Histórica es un ámbito donde hace tiempo que ellas ocupan puestos dirigenciales. Un hecho particular en un mundo como el sindical, históricamente masculino.
Y en estas elecciones habrá otra particularidad. Una de las dos listas en disputa –con chances ciertas de ganar la elección– está representada por una mujer y un militante de las disidencias.
Se trata de los candidatos de la Lista 1 Azul, el Frente por la Unidad de la Docencia de las Universidades Nacionales, encabezada por Francisca Staiti (Universidad Nacional de Cuyo-UNCuyo) para la Secretaría General, y Oscar Vallejos (Universidad Nacional del Litoral-UNL) como secretario adjunto.
“Es una novedad. Sería la primera vez que alguien de las disidencias, al menos fuera del clóset como yo, es candidato para dirigir una federación. Yo ya soy secretario general del gremio de docentes de la UNL y también fue la primera vez que un sindicato fue conducido por alguien de las disidencias”, cuenta Vallejos en diálogo con Canal Abierto.
Una universidad con perspectiva de género
La particularidad en esta composición de la lista tiene su reflejo en las propuestas, entre las que se encuentra la horizontalidad en la resolución de los conflictos (en asambleas de base), y la profundización de la perspectiva de género en el ámbito universitario.
“En la universidad tenemos matrícula femenina más alta, pero los cargos de mayor jerarquía los ocupan los varones –detalla Vallejos–. En el caso de la de la vida académica, lo que se nota es un retraso de las mujeres respecto del canon de producción académica. Por ejemplo, durante la pandemia, que las tareas de cuidados fueron mucho más amplias, se vio cómo los varones mantenían su productividad y las mujeres mermaban mucho. Porque tenían que cuidar, y los varones no cuidaron: cuidaron las mujeres”.
Desde Conadu Histórica ya han conquistado 180 días de licencia posmaternidad que se pueden negociar por otros tres meses si madre y padre son empleados de la universidad. Pero, según detalla el candidato a dirigente, “la mayoría de las veces son las madres las que se la toman y hay una tensión, por eso ahora se discute más licencia para varones y repartir las tareas de cuidado. Eso es parte de la agenda: discutir qué más se puede proponer para que se balanceen las tareas de cuidado, y el dispositivo licencias es una herramienta de reorganización (al interior de las familias)”.
Una universidad articulada
El colegio electoral, que se reunirá el 8 de abril en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional (Belgrano 2527, CABA) en el marco de un Congreso Extraordinario, contará con 101 congresales elegidos por las 27 asociaciones de base que integran el sindicato, quienes serán los encargados de elegir la nueva conducción de la Mesa Ejecutiva Nacional.
“Conformamos un frente amplio que busca la mayor unidad posible dentro del mundo de trabajadoras y trabajadores universitarios y también con el movimiento estudiantil y con el resto de las organizaciones de trabajadores. Por eso es que hay también una apuesta por la CTA Autónoma, una articulación fuerte con la central y con todas aquellos organizaciones del mundo del trabajo que estén dispuestas a pensar qué tipo de universidad se necesita para ese mundo del trabajo y cómo nosotros, como docentes, podemos articularnos con él”, detalla Vallejos sobre la Lista 1.
Las organizaciones que integran el frente son la Agrupación Germán Abdala, la Corriente Nacional Protagonismo y Lucha, Frente Gremial, La 12 de Mayo y la Lista Celeste. Del otro lado se encuentra la Lista 6 Multicolor, compuesta por asociaciones de base referenciadas con partidos que integran el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT).
“El desafío de la unidad es un desafío fuerte frente a otros sectores que tiene una mirada más sectaria. Para nosotros la unidad es una perspectiva de fuerza pero también un horizonte de construcción”, agrega el candidato.
Una universidad popular
En esa línea, sostiene que el otro tema fundamental a discutir es el modelo de universidad. “Qué tipo de universidad se necesita para que nosotros como trabajadoras trabajadores podamos realizarnos y al mismo tiempo que nuestro pueblo pueda articular con una universidad que esté al servicio o vinculada con esos proyectos populares”, detalla.
Con una realidad que, pese a la gratuidad y el ingreso irrestricto, hace que la universidad aún sea un principio de estratificación fuerte, para quienes integran la Lista 1 “la universidad es un principio de reorganización de las posibilidades populares”.
“Aún hoy las universidades, incluso las nuevas, no han podido reorganizar los deseos de los lugares donde están radicadas. Hay intentos, y una vez que la universidad se radica ahí hay cosas que pasan, pero no hay una transformación profunda. Hay un proceso de tabicamiento de ubicación de la universidad en un escenario simbólico –afirma Vallejos–. Si bien no estamos en el nivel de Chile, de Brasil, de Colombia, todavía seguimos teniendo problemas para que el mundo popular se apropie de una idea de universidad posible para esos sectores. Para pensar en una educación hay que pensar en otros modelos, y la universidad no ha podido pensarlos, además de que el presupuesto universitario es muy bajo”.
Finalmente, la agenda de la lista se completa con una mirada sobre la carrera docente, compuesta por tres grandes misiones: la docencia, la investigación y la extensión.
“Las universidades garantizan docencia, pero investigación y extensión son un mercado de competencia aparte –aclara el entrevistado–. Entonces, lo que lo que sucede allí es que no hay sindicalización fuerte de esas actividades. Hay un incentivo de la investigación que no se actualiza, formas de categorización que son distintas de las del convenio colectivo. Lo que nosotros estamos planteando es que esas tres grandes misiones deben formar parte de una regulación fuerte vinculada al convenio colectivo de trabajo y todo lo que se paga por investigación tiene que formar parte del salario, cuando hoy es un pago extra que se hace cuando quieren”.