Canal Abierto Radio | Este sábado 16 de abril, se cumplirán 35 años del levantamiento carapintada realizado en la Semana Santa de 1987, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín. Esto no es un golp, es un documental de Sergio Wolf que, a través de entrevistas exclusivas a personajes implicados en ese momento como Aldo Rico, Dante Caputo, Leopoldo Moreau, entre otros, profundiza los sobre los hechos acontecidos en esos cuatro días en que la sociedad civil se levantó para defender la democracia recuperada en el 83.
“Está en debate si fue o no un golpe. Hay un momento del documental donde Leopoldo Moreau dice ‘yo creo que ellos estaban midiendo al Gobierno de Alfonsín, si no era un golpe estaban testeándolo o preparando el terreno para…’, cosa que creo acertada”, sostuvo el director del film estrenado en 2018, en comunicación con Canal Abierto Radio.
Wolf, aseguró que “aspiraba a que la película pudiera encontrar otras líneas en relación con esa historia” y que por ello, le “gusta pensar en qué fue eso”. “Obviamente que fue el comienzo del deterioro para horadar el gobierno de Alfonsín que venía de ganar en el 85; y por su puesto que como cineasta tenía una pregunta ¿Qué pasó en esa reunión con Rico? Eso me generaba mucho interés”.
En la entrevista, así como en el documental, se abren líneas de debate y construcción sobre las figuras de Aldo Rico, el Presidente en ese momento y las decisiones que se tomaron para que, en palabras del director, “no sucediera una masacre” en esa Plaza de Mayo donde miles de personas se movilizaban ante la posibilidad de un golpe de Estado.
“Cuando se dice que todos están de acuerdo en lo que sucedió dentro de esa reunión es medio que sí y no, porque en el relato de lo que pasó Rico dice que hubo un acuerdo y sin embargo hay detalles que cuenta que suponen lugares de poder”, indicó el cineasta relatando una situación que el jefe carapintada le contó en las entrevistas, en las que, cuenta, Alfonsín le pidió consejos y, a pesar de ser “incomprobable”, al decir eso “está invirtiendo los roles de poder”.
Y agregó: “La situación de Semana Santa del 87 fue una situación en la cual para muchos Rico no tenía más posibilidades de asenso por su carácter, porque sus superiores no lo querían por sus declaraciones y su carrera militar estaba terminada. Lo iban a retirar. Por lo tanto, él juega su ficha y toma este hecho para posicionarse políticamente e iniciar su carrera con el MODIN (Movimiento por la Dignidad y la Independencia)”.
A su vez, el realizador refirió al trabajo de producción del documental, las entrevistas, decisiones de qué formaría parte y qué no del film. En este sentido, habló sobre la charla con Caputo y su relato sobre a la reunión de Alfonsín “en el cuartel sólo, dejando las columnas en Plaza de Mayo para evitar una masacre con bombas o tanques”.
“Cuando le preguntas a Rico qué hubiesen hecho si las personas que estaban movilizadas en la plaza hubiesen llegado y entrado al cuartel dice que eso no sucedió y cambia de tema; pero otros generales presentes en esa ocasión dijeron que hubieran combatido”, sostuvo Wolf.
Asimismo, expresó: “Me parece que ahí Alfonsín midió la posible masacre que hubiera sucedido si la gente se metía porque no eran cuatro personas, eran miles de personas contra militares con días sin dormir y con mucha droga encima. Se metían 100 o 500 ahí dentro y era una masacre histórica. Yo no creo que haya claudicado como dijo la izquierda tradicionalista. Fue una plaza que no logró expandir el alfonsinismo y en lugar de eso comienza su erosión, pero fue una acción muy potente de la sociedad civil”.
Y manifestó: “Yo sufrí el momento en que Néstor Kirchner dijo que no se hizo nada por los derechos humanos. Sufrí porque me pareció mal para con Alfonsín, porque cuando se arma el Juicio a las Juntas una parte de las entidades de derechos humanos estuvieron en contra, les parecía malo y escaso. Creo también que era un momento tremendo porque cuando Néstor baja el cuadro los militares era señores de 80 años, muchos muertos; pero al momento de alzamiento carapintada Rico tenía 45 años, todos temibles militares en actividad todavía que no eran unos pichoncitos frente a un Gobierno que inició débil y luego de esa Semana Santa se debilitó aún más”.
“Es un hecho político muy pregnante en Argentina, todas las personas con las que hablé, todas, se acuerdan lo que hicieron en esos cuatro días”, finalizó Sergio Wolf.