Redacción Canal Abierto | Ya van más de cuatro años que las y los trabajadores del Subte de Buenos Aires denuncian la presencia de asbesto, material cancerígeno prohibido desde principio de siglo, en las formaciones, talleres y túneles.
Producto de esta lucha se lograron cambios parciales por parte de Emova (ex Metrovías) y el ingreso de una parte de los trabajadores al Registro de Agentes de Riesgo. Sin embargo, la inacción de la empresa y del gobierno de la Ciudad tuvo consecuencias más graves: 55 trabajadores con afecciones pulmonares -algunos con cáncer- y tres fallecidos.
Te puede interesar: Asbesto, el veneno subterráneo
Los trabajadores nucleados en la AGTSyP denunciaron que el último fin de semana, Emova tomó la decisión de retirar de una sola vez y sin ninguna protección, aislamiento, método o protocolo de seguridad, todo el sistema de ventilación forzada de la Línea B. “Esto trajo aparejado la dispersión en el taller, y luego en toda la línea, de ingentes cantidades de asbesto de dicha estructura, violando lo acordado, desconociendo la ley y también el fallo vigente de la jueza Liberatore, que entre otras mandas a la empresa concesionaria plantea la prohibición de tomar contacto con lugares o elementos con presencia de asbesto”, señalaron.
Por su parte, Francisco “Pancho” Ledesma, secretario de Salud Laboral y Condiciones en el Medio Ambiente en el Trabajo de la AGTSyP, informó: “También estamos denunciando que el gobierno de la Ciudad, a través de la empresa estatal Sbase, quiere rematar varias formaciones que están sin desasbestizar en unos galpones que Sbase le alquiló al Grupo Clarín en la calle Magaldi, a 50 metros del riachuelo. Esos predios son del diario Clarín y de la Nación. Eso no puede salir a la venta si no se desasbestiza. Nosotros queremos que saquen el asbesto, pero no que lo tienen por la Ciudad o por el conurbano porque nuestros trabajadores, igual que cualquier ciudadano, tienen el derecho a que el Estado los cuide, no a que se enfermen adrede”.
Al mismo tiempo, añadió: “Ellos se habían comprometido en 2021 a un cronograma de trabajo para sacar asbesto ya no solo de los trenes, sino de las instalaciones como por ejemplo, los cuartos de bombeo. El subte, aunque Mauricio Macri dijo que no se inunda más la Capital Federal, se sigue inundando. En medio de la pandemia se inundó, entonces a esos cuartos de bombeo hay que repararlos. Los cuartos y las bombas tienen asbesto, por eso a nuestros trabajadores no les permitimos que vayan a trabajar ahí porque ya está confirmado por todas las partes que tiene asbesto y si van a trabajar ahí los estamos mandando a que adrede se enfermen”.
En este sentido, Ledesma expresó: “Ellos se preocupan de la operatividad, del servicio -para obviamente lucrar- pero nosotros entendemos que el transporte público es eso, es un bien que está al servicio de la comunidad, no es un transporte para lucrar, aunque la empresa lo trata así hace 28 años”.
Según informaron los trabajadores del Subte, Sbase y el gobierno de la Ciudad se habían comprometido a comprar flotas nuevas pasando por la Legislatura. “Esto porque hay flotas que se están desasbestizando como la C y la D, pero la solución no es hacerlo parcialmente, la solución es que le saquen el asbesto y lo saquen de servicio. Los trenes, y esta flota, ya cumplieron su vida útil por el fabricante y se rompen muy seguido”, resaltó Ledesma.
Y agregó: “La Legislatura, donde tiene mayoría el partido gobernante, todos los años destina una partida para el subte, exclusiva para sacar asbesto. O sea, el presupuesto no es un problema para comprar flotas nuevas, sino al contrario, no ejecutan el presupuesto para hacer eso. Mientras tanto, el servicio está cada vez más degradado y a partir de la fibra de asbesto que se elimina por los túneles, el pasajero y principalmente los trabajadores, que estamos muchas horas en ese lugar que no tiene ventilación forzada ni ventilación natural, estamos a merced de esa fibra cancerígena que ya se ha cobrado la vida de tres trabajadores”.
El secretario de Salud Laboral comentó también que la problemática está afectando psicológicamente al plantel. “Es muy fuerte, tanto para el que viene a trabajar todos los días y dice ‘¿hoy me llevaré el cáncer encima a mi casa y contagiaré a mi familia?’, y para los afectados, que hasta el día de hoy no pueden volver a trabajar porque la ley indica que por una cuestión de salud no pueden volver a trabajar a un lugar donde está el material cancerígeno. Es una situación traumática psicológicamente porque si no te enfermas con el asbesto te estalla la cabeza. Ante la empresa estatal, la empresa privada y el Gobierno nacional que no toman decisiones políticas, se están enfermando los compañeros psicológicamente. Es una bomba de tiempo”, dijo Ledesma.
Para finalizar, resaltó: “A nosotros la vida se nos va laburando y queremos que la decisión política sea más rápida porque no es una cuestión de presupuesto. La Ciudad de Buenos Aires es la que tiene más presupuesto nacional, pero además en la Legislatura, donde ellos tienen mayoría, todos los años votan una partida específica de presupuesto para asbesto”.
La AGTSyP a los usuarios, a las organizaciones ambientales y de derechos humanos a sumarse a la lucha de las y los trabajadores del subte para que se retire el asbesto cancerígeno del subte y advierten la posibilidad de medidas de fuerza “en defensa de nuestras vidas”.