Redacción Canal Abierto | La semana pasada, el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense instó a Molinos Río de la Plata y Mastellone a brindar información y respaldo documental sobre precios, volúmenes de producción y ventas por canal de comercialización de los últimos meses. La medida ocurre a raíz de que el Estado detectara desabastecimiento en los supermercados de los más de cien productos que ambas compañías tienen dentro del Programa +Precios Cuidados.
La situación es sólo un botón de muestra de un panorama más general, involucrado en la discusión sobre cómo se genera la inflación. Y es que Molinos Río de la Plata y Mastellone forman parte de las escasas veinte empresas que concentran el 74% de los productos en góndola.
La concentración, tras un abril con 6% de inflación y una interanual de 58% (la mayor en 30 años), como mínimo complica la autorregulación del mercado —caballito de batalla de los economistas ortodoxos— en un rubro como “alimentos y bebidas no alcohólicas”, el de mayor incidencia en todas las regiones.
Reglas claras
Luego de que los operativos de fiscalización y control del Programa +Precios Cuidados relevaran los municipios de Avellaneda, Esteban Echeverría, Ezeiza, Hurlingham, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Moreno, Morón, Quilmes, San Isidro, Tigre y Vicente López, el Ministerio de Producción bonaerense elevó el pedido de informes a las compañías alimenticias.
“No se evidencian las razones del desabastecimiento que denuncian las cadenas”, explicó el organismo en el comunicado donde detalla la solicitud de información, “ante un contexto de estabilidad cambiaria, políticas destinadas al sostenimiento de la oferta y acuerdos entre el Gobierno y las empresas alimenticias”.
En un documento reciente de la Comisión Nacional de Defensa a la Competencia (CNDC) se plantea que hacen falta reglas que impidan de forma explícita que los proveedores más grandes influyan en el precio de las góndolas de los competidores, entre otras normas que dificultan controlar la dinámica de precios.
Quiénes son
Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), realizado en marzo con información referida al período comprendido entre 2016 y 2019, tres firmas (Mastellone, Sancor y Danone) explicaron casi el 75% de la facturación del rubro lácteo. La leche representa casi el 9% del consumo total de alimentos en la mesa argentina.
En el segmento de bebidas sin alcohol, Coca-Cola, ADA y Pepsico se repartieron el 85% de la facturación. En aceites, Molinos Ríos de la Plata, Molinos Cañuelas y Aceitera General Deheza explicaron el 90% de los productos facturados.
Situaciones similares se repiten en los productos refrigerados y congelados, donde tres firmas concentran el 60%; en azúcar, donde sólo tres compañías representan el 85% de la producción; en la harina, rubro en el que dos empresas acaparan el 82%; o fideos, donde sólo una empresa produce el 79% de los disponibles en el mercado, de acuerdo a un informe del Observatorio para el Desarrollo Provincial (ODeP).
Unilever posee el 90,6% del mercado de caldos, el 84,5% de la producción de desodorantes, el 82,7% de jabón en polvo y para manos. Quilmes tiene el 70% de las cervezas y Swift concentra el 80% de los embutidos, según datos de la consultora CCR.