Redacción Canal Abierto | George Washington, primer presidente de Estados Unidos entre 1789 y 1797, afirmaba que “resulta imposible gobernar el mundo correctamente sin Dios y sin la Biblia”.
Más de dos siglos más tarde, durante su primera campaña presidencial del año 2000, George W. Bush declaró repetidas veces que “Dios quería que él fuera presidente”. Al poco tiempo, expresó: “Confío que Dios habla a través mío”. En 2003, diversas encuestas revelaban que una mayoría de la base republicana y evangélica apoyaba la Guerra en Irak como un esfuerzo por “retornar Tierra Santa a manos cristianas”.
Sin ir más lejos, la consigna oficial estadounidense –In God we Trust (En Dios Confiamos)– revela la premisa ideológica subyacente de la sociedad norteamericana. Lo mismo se podría decir del God Bless America (Dios Bendiga América), una canción incluso aún más popular que el himno oficial del país.
Son sólo algunos ejemplos de lo investigado por el célebre genetista británico y divulgador, Steve Jones, en Ciencia y creencia. La promesa de la serpiente (editorial Turner). Desde un prisma cientificista, el libro recorre versículos bíblicos para llegar a la misma conclusión a la que llegó Albert Einstein medio siglo atrás, cuando definió a la Biblia como “una colección de leyendas honorables, aunque primitivas, y en cualquier caso bastante infantiles”.
En 2015, en una entrevista con el periódico El País de España, Jones explicaba que “dos tercios de los estadounidenses confían en Dios con absoluta certeza y la mitad de ellos asevera que Jesucristo no tardará en volver. La mayor parte de los ciudadanos preferiría votar para presidente a un mormón, a un judío o a un homosexual que a un ateo”.
En línea con estas investigaciones, el investigador y especialista en la historia de ese país, Pablo Pozzi asegura que “la cultura norteamericana tiende a ser pre industrial y pre ilustrada, profundamente teocrática e irracional; esto no tendría importancia desde el punto de vista cultural, pero es serio cuando no sólo hablamos de la vida cotidiana sino también la política y gestión de gobierno”.
El ejemplo más claro del riesgo que implica la intromisión de los valores religiosos en el diseño de políticas públicas es la usual resistencia a la interrupción voluntaria y segura del embarazo. Estados Unidos no es una excepción a esta regla: una reciente filtración revela que la Corte Suprema busca anular la sentencia Roe v. Wade, que en 1973 estableció garantías para el acceso al aborto a nivel nacional.
“Es una nación en la que hay varios estados donde es ilegal la teoría de la evolución de Darwin, mientras en otros la ley dice que es una teoría que debe ser enseñada junto al concepto bíblico del surgimiento del mundo”, explica en diálogo con Canal Abierto el historiador argentino y autor de numerosos artículos y libros, entre otros, Estados Unidos, la república teocrática.
En esta entrevista, los orígenes e historia del fundamentalismo religioso que aún hoy domina el pensamiento y acción de la nación más poderosa del mundo. Además, una explicación de fondo sobre los recurrentes tiroteos masivos: “más anomia social redunda en mayor fundamentalismo religioso, fanatismo y violencia”.
Designio divino y dominación
“Como sucede en otras sociedades, los sectores dominantes estadounidenses impulsan y fomentan la religiosidad extrema en su población, siempre como herramienta disciplinaria y de dominación”
“El club de millonarios más grande del mundo es el senado norteamericano”
“Para gran parte de la sociedad, la riqueza es una recompensa divina al comportamiento adecuado”
“Este carácter teocrático suele ser negativo cuando Estados Unidos juzga a países como la República Islámica de Irán, pero no con Israel o sí mismo”
Peligros concretos
“Es una nación llena de expresiones religiosas, no sólo en la vida cotidiana sino también en su política y gestión de gobierno”
“En Estados Unidos, si un candidato a presidente se declara ateo o agnóstico, deja de tener cualquier posibilidad de ganar una elección”
“En sus memorias, el ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger cuenta que Nixon y sus asesores se arrodillaban y rezaban en búsqueda de inspiración divina ante la disyuntiva sobre tirar o no la bomba atómica en Moscú. Todo un delirio más que preocupante, siendo que está gente tiene en sus manos el botón nuclear”
“Es la única nación del mundo donde es ilegal la teoría de la evolución de Darwin, o al menos así lo es en algunos de sus estados. En otros, la ley dice que es una teoría que debe ser enseñada junto al concepto bíblico del surgimiento del mundo”
Un país armado, y peligroso…
“Un sector de la dirigencia norteamericana dice que para solucionar el problema de las matanzas es que haya más armas, y otro sector más progresista plantea la prohibición. Lo interesante es que ninguno de los dos apunta al problema de fondo. En Canadá hay más armas por habitante que en Estados Unidos, y debe tener una ínfima cantidad de muertes por armas de fuego”
“Nadie apunta a pensar cuál es la relación entre esta violencia y lo que ha hecho el sistema con la población norteamericana. Porque esto no ocurría en 1920, se vuelve habitual a partir de 1960 con el aumento de la pobreza, enajenación y explotación. Es decir, con niveles de anomia y desesperanza que se tornan insoportables para el individuo”
“Cuando no tenés esperanza práctica dentro del sistema, te refugias en creencias abstractas del estilo, `Dios me va a salvar´”
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Entrevista: Diego Leonoff