Redacción Canal Abierto | Tras la media sanción obtenida el 5 de mayo en Diputados, el proyecto de Ley de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, Infecciones de Transmisión Sexual y Tuberculosis, este jueves se tratará en la Cámara de Senadores.
El proyecto de ley busca actualizar la Ley Nacional del Sida N° 23.798, vigente desde 1990, la cual tiene un abordaje biomédico del VIH. La iniciativa, presentada por la diputada por la provincia de Entre Ríos, Carolina Gaillard (Frente de Todos), plantea una mirada integral desde la salud colectiva y que brinde contención e información para derribar situaciones de prejuicios y discriminación.
“El texto que se aprobó se ha sido mejorado a lo largo de todos estos años y ha sido redactado y consensuado por más de 200 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, de personas con VIH, otras que trabajan en temas vinculados, referentes políticos y sociedades científicas y académicas”, detalló José María Di Bello, Presidente de Fundación Gep,.
El contenido fue escrito en 2014 y previo a esta media sanción había perdido estado parlamentario cuatro veces. “Hace 8 años venimos pateando todo el país con actividades de debate, audiencias públicas, revisiones con todos los actores sociales que se involucran en la respuesta al VIH. Esta ley viene a dar respuesta a dos de las principales barreras para el acceso a la salud: la discriminación y la pobreza”, señaló Matías Muñoz, presidente de la Asociación Ciclo Positivo.
El proyecto aprobado tiene un enfoque de género, basado en determinantes sociales y en derechos humanos. En esta línea, incluye un capítulo entero dedicado a mujeres y personas con capacidad de gestar que busca evitar situaciones de violencia obstétrica y discriminación durante el parto, y contempla el acceso de leche nutricional para hijos e hijas de personas con VIH.
Por otro lado, prevé un capítulo de derechos de la seguridad social que contempla, por un lado, un régimen de jubilación especial para personas con VIH, al que se podrá acceder con 50 años de edad, 20 años de aportes previsionales y 10 años o más de diagnóstico. Esto es así ya que la evidencia científica ha demostrado que las personas con VIH sufren un proceso inflamatorio crónico que conduce a la inmunosenescencia, es decir tienen un envejecimiento prematuro de su organismo que además tiene consecuencias severas, producto de los años de tratamiento con antirretrovirales.
El proyecto también propone la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, ITS y Tuberculosis, que sea interministerial, intersectorial, federal y con perspectiva de género, que esté integrada por representantes de los organismos estatales, sociedades científicas, personas con VIH y organizaciones de la sociedad civil con trabajo en estas patologías.
Asimismo, prevé la creación de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación con el objetivo de visibilizar, documentar, disuadir y erradicar las vulneraciones a los derechos humanos de las personas afectadas. Además, promueve la capacitación, investigación, difusión de campañas masivas de prevención de VIH.
“La Cámara de Senadores tiene la oportunidad de hacer historia y garantizar el derecho a la salud. Ambas Cámaras tienen la obligación de honrar los compromisos internacionales que el país asumió en materia de derechos humanos y que son parte de su Constitución Nacional”, subrayaron desde Ciclo Positivo.
Los medicamentos, un negocio para muchos
Hace unas semanas, Fundación GEP junto a los diputados Daniel Gollán y Carolina Galliard, presentó un informe de compras públicas de medicamentos del Observatorio de Acceso a Medicamentos en la Cámara de Diputados.
Entre los datos relevados se destaca que la mayoría de las compras directas corresponden a medicamentos que no tienen derechos de propiedad intelectual vigente y podrían haber sido adquiridos por otras vías, a precios más accesibles. “Este modelo de innovación está agotado, nos deja en manos del mercado y el mercado nunca va a traer la cura: ¿por qué hace 40 años no tenemos vacunas ni cura para el VIH?”, se preguntan desde GEP.
Al tiempo que explicaron que uno de los escollos más importantes por el cual se pagan tan caros los tratamientos son las compras directas a medicamentos que no están patentados, para los cuales hay versiones genéricas en Argentina o se podrían comprar afuera. El otro es que más del 70% de las compras se realizan a dos grandes laboratorios, uno es la farmacéutica internacional Merk, y el otro el laboratorio nacional Richmond, que lleva casi el 30% del presupuesto de la dirección de VIH.
“En Argentina seguimos teniendo una alta cantidad de compras de medicamentos de manera directa, lo que hace que tengamos precios muy elevados. Esto ocurre muchas veces porque no hay la suficiente previsibilidad, como ocurrió en 2017”, subrayó José María Di Bello y detalló que, en 2021, el 83% de la inversión en compras de medicamentos fue a compras directas.
“Este es uno de los focos centrales en los que tenemos que poner el acento para mejorar la política pública en compra de medicamentos: el 100% de la inversión en compras de medicamentos para la Hepatitis C se dividió en dos compras directas a empresas extranjeras, cuando en Argentina logramos que haya cinco productores nacionales que fabrican estas drogas”, ejemplificó Di Bello.
De los datos del informe también se desprende que entre el 80 y 90% del presupuesto de la Dirección Nacional de VIH se utiliza para la compra de medicamentos. El nivel más bajo se registró en el 2021 y fue del 83%, de los cuales el 81% fue destinado a la compra de medicamentos para VIH, el 10% para la Hepatitis C y el 3% a la compra de drogas para la tuberculosis.
Este año se cumplen 10 años del Programa de Acceso a Medicamentos (PAM), que impulsa Fundación GEP y a través del cual ha podido profundizar sobre estos temas. “El PAM nos permite impulsar y sostener este observatorio de compras de medicamentos. Estamos muy contentos porque después de esta década hemos tenido frutos muy buenos que implican un compromiso de seguir adelante”, subrayó Di Bello.
Fotos: Tomás Ramírez Labrousse