Por Sofia Acosta | Este 7 de agosto, Francia Márquez asumirá como vicepresidenta en Colombia y por primera vez en su historia, su país tendrá a una feminista afrodescendiente y activista ambientalista dirigiendo. “Mi presencia es la representación de los pueblos históricamente excluidos y marginados”, señaló durante la entrevista realizada por Verónica Gago, en el marco del proyecto Ballena, en el Centro Cultural Kirchner, y de su gira por Latinoamérica.
El premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fue el encargado de romper el hielo. Luego de una hora y media de espera y ante una multitud impaciente, entre cánticos y aplausos, la joven lidereza del partido político Soy porque somos, saludó con su calidez característica al público presente.
Márquez fue madre adolescente, trabajadora de la mina y defensora medioambiental. “Hemos llegado a ocupar el Estado, a ocupar el poder en favor de las nadies y de los nadies. Tenemos una agenda colectiva de nuestra América y ése es el desafío. La resistencia siempre ha estado allí, y yo soy parte de esa resistencia”, indicó durante la entrevista.
Sus palabras, ovacionadas por referentes que van desde Dora Barrancos a Nora Cortiñas -ubicadas en primera fila y también reconocidas por el público de pie-, repasaron su historia: “Sobre feminismo aprendí de muchas mujeres. La enseñanza de la resistencia la aprendí en mi casa y con mi abuela, ella nos decía que quien no lucha no va al cielo, de las Madres de Plaza de Mayo. He aprendido de tantas mujeres los impactos del patriarcado, la violencia de género. La interseccionalidad de raza, clase y género de Ángela Davis, escuchando lo que significó resistir frente a las políticas raciales de los Estados Unidos”.
Márquez, una y otra vez, hizo referencia a las y los excluidos, a la resistencia, a la lucha campesina, de la que fue parte y lideró, a la defensa de la tierra que definió como el “útero de la vida”: “Sin territorio no hay libertad, ni autonomía. El campesinado sabe que la autodeterminación de los pueblos tiene una riqueza, pero también es donde se reproduce la vida. Así se concibe un pueblo, no se concibe sin su arraigo cultural”.
Frente a la pregunta por el programa político del Pacto Histórico y los posibles ataques de los grupos concentrados de poder, la vicepresidenta señaló que se trata de un nuevo proyecto “que se piensa desde abajo”, que apunta a lograr la paz y atacar las causas que tienen que ver con el hambre.
“Lo que tenemos que hacer trizas es la guerra. Para eso tenemos que discutir la política de drogas, que Colombia lidere el camino de la legalización de las drogas, el cambio del uso de la hoja de coca y la marihuana. Ahí se puede generar una industria económica en términos farmacéuticos, alimenticios y textil”, sostuvo.
La vicepresidenta colombiana, que en 1994 ya encabezaba las luchas en defensa el Río Ovejas enfrentando el avance del proyecto minero, reafirmó una vez más su convicción en la defensa del medioambiente: “Hoy como Humanidad tenemos el desafío de enfrentar el cambio climático, la crisis ambiental, y esto no es posible si lo pensamos individualmente. Si no es que cada ser humano, gobierno, nos hacemos conscientes de que estamos en un camino sin regreso del exterminio de la civilización humana, y eso no es posible si no nos pensamos desde lo colectivo”.
El encuentro culminó con la presentación de la cantante Beatriz Pichi Malen, quien recreó el canto ancestral de la cultura mapuche, y de Maria Elvira Solis, representante de la comunidad afrodescendiente del Pacífico, acompañada en coros por Francia Márquez.
Gira latina
Francia continuará su gira latinoamericana, que ya la llevó a Brasil, donde se encontró con Luiz Inácio Lula da Silva; por Chile, donde se reunió con el mandatario Gabriel Boric; y en Argentina tuvo su encuentro con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández. Hoy seguirá rumbo a Bolivia para encontrarse con el vicepresidente David Choquehuanca.