Canal Abierto Radio | La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, viajó a Taiwán y tuvo una reunión con sus autoridades en el marco de una gira donde visitó aliados de la potencia norteamericana, lo que fue visto como una amenaza a la unificación de la República Popular China.
“Este territorio no es reconocido como Estado soberano por la mayoría de los países y tratados internacionales por lo que se genera este status un poco extraño sobre una entidad que no es reconocida como Estado soberano pero funciona como si lo fuera”, indicó Ignacio Villagrán, director del Centro de estudios Argentina-China de la Facultad de ciencias Sociales de la UBA, en diálogo con Canal Abierto Radio.
Asimismo, explicó: “La historia es un poco más larga, con puntos de conflictos y picos de tensión a lo largo de los años. Sin embargo, esta es la primera vez en los últimos 25 años que una figura de alto rango del sistema político norteamericano visita Taiwán. Por eso también todas las advertencias y preocupaciones por parte del liderazgo de la República Popular China”.
Es por ello que Villagrán la calificó como una situación muy conflictiva a nivel global, “sobre todo porque continúa en Europa del este la guerra entre Rusia y Ucrania”. Igualmente, señaló que “la diferencia con lo que sucede entre Taiwán y China es que los anteriores son Estados reconocidos e incluso forman parte de organismos internacionales”.
En este sentido, también anticipó: “Si Taiwán llega a leer la visita de Pelosi como un apoyo explícito a una declaración de independencia y dan ese paso es muy probable que se dé un conflicto bélico aunque, por ahora, entiendo que esa no es la decisión a tomar por las autoridades” de la isla.
“Un reporte indicó que el 87% de la población de Taiwán no quiere declarar la independencia por los costos no sólo militares sino económicos que puede tener y prefieren mantener el status quo y continuar con las negociaciones que mantienen desde hace 70 años”, explicó al respecto.
A su vez, sostuvo: “La visita de Pelosi obviamente se enmarcó en los discursos de democracia y libertad, además de que parte de la agenda era lograr que Taiwán incrementara el porcentaje del PBI destinado a defensa, lo que básicamente es que le compren más armas a EEUU, algo que sucede desde que en el 49 el gobierno nacionalista se refugió en la isla de Taiwán cuando el comunismo llegó al poder como una política preventiva de norteamérica para que el Gobierno Popular Chino no unifique el territorio a la fuerza”.
Para el especialista, “a China y Rusia los une una lectura de la geopolítica contemporánea y son las dos potencias capaces de disputarle un proyecto geopolítico a Estados Unidos; a Rusia por su capacidad militar, económica y recursos naturales; y a China por su capacidad económica, su cada vez más la militar y la punta tecnológicas”.