Redacción Canal Abierto | En el marco del inicio del ciclo “Los barrios desde adentro” en la Legislatura porteña, promovido por la diputada porteña del Frente de Todos Laura Velasco, organizaciones sociales del campo popular presentaron un informe sobre los habitantes que residen en barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.
Como dato sobresaliente, se conoció que el 15% de la población de la Ciudad vive en villas, asentamientos y Núcleos Habitacionales Transitorios (NHT). El porcentaje se obtuvo a raíz del relevamiento autogestivo que llevaron adelante organizaciones como Corriente Villera Independiente, La Barriada, MTD Aníbal Verón, Soberana y Paritaria Social y Popular. Esto arrojó que hay de más de 400 mil personas habitando estos espacios.
Pero este “censo popular” no se limitó sólo a contar habitantes. Entre las preguntas, se interiorizó en las principales preocupaciones y reclamos de quienes viven en estos barrios de la Ciudad. Durante el tercer fin de semana de julio, las organizaciones recorrieron 21 de las 50 villas, asentamientos y NHT que hay actualmente en CABA, según el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP).
Casa por casa, 600 encuestadores formados alcanzaron a relevar a un aproximado de 150 mil vecinos y vecinas. La proyección hacia los otros barrios y por familias arrojó que más de 400 mil personas viven en barrios populares y no poseen acceso a servicios básicos como luz, agua, gas natural y cloacas.
Marina Joski, antropóloga, secretaria nacional de mujeres y géneros de la UTEP e integrante del MP La Dignidad, fue la encargada de presentar estos resultados. En diálogo con Canal Abierto, dio detalles de lo que significó esta experiencia y la importancia de contar con la opinión de vecinos y vecinas que habitan estos barrios.
La importancia de los números
-Las cifras que informa el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no son certeras, ya que hablan de que un 7,5% de la población es villera. En nuestro relevamiento dimos con una proyección de 400 mil personas viviendo en villas, es decir un 15% de la población de la Ciudad. Y por supuesto no representa el presupuesto objetivo del GCBA.
El estado de las cosas y lo que falta
-Las principales problemáticas que plantearon los vecinos giran en torno al acceso a la tierra y a la vivienda, la imposibilidad de resolver la cuestión de las familias inquilinas en los barrios populares.
La segunda más relevante fue la falta de acceso a servicios básicos porque las villas aún no están urbanizadas. También está la falta de vacantes en escuelas, de transporte para llevar a los chicos y chicas hacia afuera de los barrios y ubicarlos en escuelas. Hay que tener en cuenta que un gran porcentaje de la falta de vacantes –que fueron alrededor de 25.000 este año- son de villas y barrios populares.
La salud que falta
-En las comunas 1 y 8 el sentimiento compartido más frecuente fue la necesidad de un hospital de alta complejidad en el barrio, y ahí refrenda estas luchas históricas que están llevando adelante la Villa 31 y 31 bis Padre Mugica por el Hospital Grierson y el Hospital de Retiro, ya que sólo pueden asistir a uno que les queda bastante lejos y es el Hospital Fernández.
En cuanto a la salud, no sólo se limitó a la necesidad de un hospital de alta complejidad, sino también al abordaje a la salud mental, lo que habla también de la profunda crisis con la que estamos conviviendo, y de la falta de acceso a espacios de salud mental de los barrios populares, y en general de la población toda en la Ciudad de Buenos Aires.
La tierra y los especuladores
-Consultamos también sobre la Ley Farmacity y la entrega de tierra a grandes empresas dentro de los territorios de los barrios populares, y el 82% de vecinos y vecinas se opuso. Dijeron no sentirse consultados sobre esta entrega de tierras ni sobre el ingreso de estas empresas en los barrios.
Las violencias desatendidas
-Otro punto fuerte tuvo que ver con el abordaje a las violencias. Allí ubicaron la necesidad de acceso a espacios de acompañamiento e intervención como más frecuente, y de la posibilidad de acceso a una vivienda para generar autonomía.
Una mención importante también fue la necesidad de ser escuchadas en las comisarías cuando van a hacer las denuncias. Evidentemente, nuestras vecinas de los barrios populares no están pudiendo las denuncias por violencia en las comisarías porque les dicen que no es importante y las mandan a sus casas.
El trabajo
-Respecto al trabajo, las y los vecinos especificaron la necesidad de fortalecimiento de las cooperativas de trabajo en los barrios y la apertura de programas de fortalecimiento del empleo.
Un gobierno que no escucha
-Los barrios que están en proceso de urbanización no han resuelto las problemáticas más urgentes, pero aún así las zonas que son fruto de la especulación inmobiliaria crecen, se construye con inversiones onerosas. $12.000.000 por día gasta el GCBA en publicidad pero no hay ninguna respuesta para los villeros y las villeras, y hay un montón de barrios que aún no iniciaron su proceso de urbanización.
El crecimiento de la población
-No tenemos mensura del crecimiento de la población en villas y asentamientos porque la encuesta fue auto administrada por vecinos y vecinas, fruto de un congreso villero que se hizo y no manejamos estas estadísticas, pero obviamente la población creció porque lo hace permanentemente, pero además porque la crisis habitacional que hay en la Ciudad de Buenos Aires en relación a un esquema no resuelto que es el de inquilinos hace que las villas también crezcan. Obviamente hubo un crecimiento. Si estimamos que 400 mil personas viven en barrios populares y en el censo decían que eran alrededor de 300 mil, o el censo de la Ciudad que dice que son alrededor de 150 mil, hubo un crecimiento.
Por un debate participativo real
-Lo importante de esta encuesta popular es que arroja la opinión de los vecinos y vecinas, que contribuye al debate democrático y participativo, porque hay como un velo que cubre el GCBA y no se está escuchando a los vecinos. Por otro lado, la experiencia de los movimientos populares y vecinos y vecinas organizados en la construcción de conocimiento y herramientas. En síntesis, lo que muestra son esas dos cosas: que tenemos posibilidad de acceder conocimiento y construirlo, y que necesitamos un debate más fraterno, más participativo y más democrático en la construcción de nuestros barrios.
Los barrios desde adentro, una iniciativa necesaria
-Trabajamos codo a codo con la diputada Laura Velasco y decidimos organizar un ciclo que sea disparador para que los barrios puedan expresarse en todas las dimensiones de su participación, que puedan expresar su mirada en el camino a construir un debate democrático y participativo porque no estamos siendo consultados, y no somos ciudadanos ni de tercera ni de cuarta, somos ciudadanos y habitantes de la misma ciudad que los que habitan en Recoleta, del otro lado del tren. Creemos que es necesario profundizar y vamos a participar de estas iniciativas.
El próximo 20 de agosto desde las 10, las organizaciones a cargo de este relevamiento desarrollarán un Congreso Nacional por la Vivienda Digna en Plaza de Mayo con espacios hermanos de todo el país, donde presentarán además estos datos con más detalle.