Canal Abierto Radio | A poco más de un mes de que Sergio Massa asumiera como titular de los ministerios unificados de Economía, Producción y Agroindustria, los recortes presupuestarios en áreas sociales y productivas se acumulan y despiertan malestar en la sociedad por el despliegue de políticas públicas que anteponen las demandas y necesidades de los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros a las de la sociedad argentina.
“Decimos ‘el ajuste de Massa’ pero en realidad viene dándose desde Guzmán y Batakis, porque hay un eje rector que tiene que ver con el acuerdo con el FMI y lo que viene a hacer Massa es acelerar este ajuste que tiene que ver con reducir el gasto de capital en áreas sociales”, indicó Ana Rameri, economista e integrante del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), en diálogo con Canal Abierto Radio. “Hay incluso reducciones nominales ya en julio con recortes en programas sociales que tienen que ver con vaciamientos de proyectos comunitarios para la economía social y popular de 50 mil millones de pesos”, especificó.
En este sentido, señaló que “durante el primer semestre de este año el gasto público estaba creciendo a una tasa positiva, incluso por arriba de la recaudación, pero tras la primera revisión del acuerdo con el FMI se indicó que Argentina tenía que hacer un ajuste del gasto muy superior para llegar a la meta del 2,5” anticipando un recorte mayor para este segundo semestre. “El primer semestre marcó una tendencia distinta pero la advertencia que hizo el FMI es que en esta segunda parte del año el gasto debería directamente reducirse en términos reales de un 7,8%”, precisó.
Asimismo, destacó la paradoja de que “la inflación lamentablemente termina ayudando a llegar a esas condiciones por un efecto de recaudación y licuación del gasto” pero “eso tiene un riesgo que tiene que ver con el límite de la actividad económica, sobre todo, en una política económica que viene generando un ajuste fiscal y monetario con una tasa anual próxima al 90%”. Según la especialista, “este combo de decisiones de políticas económicas lo que termina haciendo es una desaceleración de la actividad que seguramente va a impactar en la recaudación”.
“Los sectores más bajos que hoy tienen que vivir del salario y de los programas sociales son los que peor la pasan y más dificultad tienen para acceder al consumo”, sostuvo Rameri, destacando que “el grueso de la población no llega a fin de mes” porque “el salario y los ingresos de buena parte de los y las ocupadas están teniendo un ritmo de deterioro bastante acelerado y lo vemos con la última decisión del Consejo del Salario, donde se aprobó prácticamente una reducción real del salario mínimo del 10%; y ni hablar de la repercusión que esto tiene en los programas sociales como el Potenciar Trabajo, que son la mitad del salario mínimo”, alertó.
La economista remarcó que en Argentina “tenemos cerca de 26 millones de personas que no llegan a cubrir lo que se necesita para un consumo mínimo” y “los anuncios que se vienen haciendo para mejorar los ingresos de la población terminan siendo en modo de bonos”, refiriendo al beneficio para jubilados y el recientemente anunciado para las asignaciones familiares de trabajadores registrados. “Esto les permite medir efectivamente el costo fiscal porque, en definitiva, el objetivo principal no tiene que ver con contener las condiciones de vida de la población, sino con contener el gasto social en el presupuesto”, lamentó.
Y agregó: “El conjunto de medidas que se vienen anunciando a cuenta gotas -que obvio es mejor que estén a que no estén- no revierten estructuralmente el problema de ingresos porque lamentablemente lo que está detrás es la moral de la deuda que nos dice que tenemos que vivir de manera tal para poder pagarla. Esto esta en consonancia para cumplir con el ajuste acordado con el FMI”.
Y concluyó refiriendo al anuncio del programa Puente al Empleo: “Es la idea que venían anunciando hace rato. Lamentablemente está descartada la discusión del salario básico universal porque desde el punto de vista de ellos el objetivo principal es la eliminación de los planes sociales y conversión a empleo genuino, como si existiera una sola forma de trabajar que es el empleo asalariado privado, una idea bastante desactualizada en el contexto que estamos. Pero el diseño del programa no es nuevo, ya se ha probado y no ha tenido éxito”, señaló Rameri destacando que “no confían en la enorme utilidad productiva y social que hay detrás de los titulares de los programas de empleo, que es trabajo comunitario y que ha tenido una función imprescindible durante la pandemia y en la actualidad”.
Te puede interesar: Multitudinaria movilización al Puerto de Buenos Aires