Por Leo Vázquez | Con la ampliación de indagatoria de Agustina Díaz en las últimas horas, prosigue la investigación por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner perpetrado por Fernando Sabag Montiel y sus secuaces Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, todos detenidos. El tirador y su supuesta novia ya fueron procesados por homicidio agravado en grado de tentativa, mientras que la jueza María Eugenia Capuchetti aun no resolvió la situación de los otros dos involucrados.
Sin embargo, distintas voces calificadas advierten falencias en el avance de la instrucción y cuestionan el accionar de la magistrada y del fiscal Carlos Rívolo.
Es el caso de la ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia entre 2019 y 2022, Cristina Caamaño, que asegura que el expediente podría haber dado pasos más sólidos de haberse enmarcado en una causa por un hecho de “terrorismo” y adelanta que “esto le va a servir a los abogados defensores para plantear la nulidad”.
En esta conversación con Canal Abierto, la especialista detalla las medidas que podrían haberse tomado, analiza los datos conocidos hasta el momento y observa posibles conexiones con estructuras más consolidadas y sectores políticos. Además, pone el acento sobre una pregunta que suena más fuerte cada día: ¿Quién paga los abogados defensores?
“Al día siguiente del atentado se presentaron en la televisión todos juntos, ese era el momento de ir a buscarlos y que queden todos detenidos”, lamenta.
¿Por qué cree que se debía investigar como un hecho de terrorismo?
-Porque al tratarse de un acto terrorista da mucha más amplitud desde el punto de vista procesal a los efectos de resolver el tema más rápido. Los buscaban uno por uno, citan a uno, aparece otro en un teléfono entonces lo van a buscar. Estas personas, al día siguiente del atentado se presentaron en la televisión todos juntos, ese era el momento de ir a buscarlos y que queden todos detenidos, sacarles los teléfonos, allanarles las casas, buscar las computadoras, las cuentas bancarias, ver con quién se relacionan, armar un mapa de relaciones y a partir de ahí llegás mucho más rápido.
Ahora van de a uno, ya saben quién va a ser el próximo, por lo tanto la realidad es que cada vez van a encontrar menos, eso me preocupa y me enoja mucho.
¿De todas formas se puede avanzar todavía en la investigación?
-Si tienen ganas sí, pero estamos hablando de Comodoro Py, investigan hasta donde quieren, por eso lo sacaron de esta manera.
Entonces usted cree que se trata de una decisión y no de un error
-¡Obviamente! Se investiga de una manera. La decisión en este caso la tiene la jueza, la decisión de cómo vas a investigar, a quién. Llevar un teléfono en un sobre sin cadena de custodia, que el secretario se baje en su casa y el sobre siga abierto sin cadena de custodia, con un custodio cualquiera, del juzgado, para ir a la PSA y que se hayan perdido los datos también es una decisión política de la jueza. Ir a la casa de Sabag, allanarla y no dejarla fajada, o con una consigna en la puerta, y a los dos días volvés ¿a qué volvés? ¿Te olvidaste algo cuando allanaste? ¿O volvés a poner algo o a retirar algo? Eso también es una decisión. Yo calculo que todo esto le va a servir a los abogados defensores para plantear la nulidad, entonces esta causa va a ser eterna, como fue la causa AMIA, la causa Nisman, en la que nadie le pone el cascabel al gato para decir “Nisman se suicidó, cerremos este bodoque”, y eso es lo que pasa en Comodoro Py, manejan la investigación y eso hace que se manejen los tiempos también.
¿Qué puede aportar la AFI a la investigación?
-La AFI no es más auxiliar de la Justicia por suerte, pero sí ha investigado a grupos cuando se supone que pueden llegar a vulnerar la seguridad de la nación, el orden público y constitucional, desde ese lado la AFI puede llegar a tener alguna información.
Nosotros en 2021 tuvimos 72 alertas terroristas, con un promedio de seis mensuales. Esto no quiere decir que sean amenazas, las alertas significan que hay personas que simpatizan con el terrorismo, o que ingresaron al país, o personas que financian el terrorismo -nosotros no tenemos terrorismo declarado, por lo tanto sería el financiamiento del terrorismo externo-, o personas que son terroristas. Por supuesto que la AFI es la número uno para hacer ese tipo de inteligencia.
Pero en el caso este, hasta que yo me fui Cristina no salía a hablar con la gente, no se puede seguir a un grupo antivacunas, por ejemplo, porque estaríamos haciendo lo mismo que hacia el macrismo, espionaje ilegal. Así y todo hemos tenido grupos de odio, grupos más armados.
¿Más allá de los involucrados en esta primera instancia, creés que en el fondo puede haber una estructura más densa?
-A mí me gustaría saber quién los financia, de ahí vamos a poder sacar muchas conclusiones.
¿Y vinculaciones políticas?
-Por supuesto, fijate los abogados defensores, son además asesores del PRO en el Congreso. ¿Y quién les paga?, no son baratos, tienen relaciones políticas claras. O sea, vos no buscás como asesor a un tipo que no conoces.
¿No se puede saber quién o cómo pagan los abogados?
-Bueno, si estás investigando un acto de terrorismo se podría saber, porque tenés mas amplitud de maniobra.
¿La Justicia puede tomar información de la AFI?
-La AFI puede denunciar si tiene datos sobre determinado grupo violento. Nosotros, en algunas de las alertas que hemos tenido en 2021, si veíamos que el grupo avanzaba hacíamos una denuncia y se la llevábamos a la Justicia, y en algunos casos han allanado y han detenido a la persona. Acá debería suceder eso, los datos que obtenga la AFI a partir de la inteligencia debería aportarlos a la causa. Como yo por ejemplo aporté los mails de le Mesa Judicial, porque además sabia que la Justicia no me iba a preguntar sobre eso.
¿Ve similitudes entre este hecho y los que pueden suceder en otros países que tienen problemas serios de terrorismo?
-No lo sé, pero sí veo que se estaba formando el huevo de la serpiente. Porque muchas veces, cuando se habla del “nuevo terrorismo” es lo que llamamos el “lobo solitario”, que no tiene nada que ver con un “loco suelto”. Macri habla de un “loco suelto”, pero este no es un grupo de loquitos. Al principio, cuando no sabíamos que había otros sujetos acompañando a Sabag, como Brenda y los demás, podíamos haber hablado de un “lobo solitario”, que es una persona que tiene pertenencia, pero no es un “loco suelto” que un día se levantó y fue solo a hacer un acto terrorista, el “lobo solitario” actúa solo, pero tiene un grupo de pertenencia.
¿Qué representa este atentado para la realidad nacional, más allá del hecho en sí?
-Que se estaba incubando el huevo de la serpiente, porque hubo varias alertas que no se tuvieron en cuenta, desde la Justicia sobre todo, porque se hicieron denuncias, como el que se paró en la puerta del Instituto Patria, y la Justicia archivaba todo. Entonces me parece que con este hecho tan grave, que nos conmociona de solamente pensar lo que podría haber pasado más lo que se va conociendo, porque también estaban en la mira el Presidente y Máximo Kirchner, ahora es el momento de empezar a considerar esta situación que es el huevo de la serpiente, como fue en los años 30 el comienzo del nazismo o en los 20 el comienzo del fascismo. Ojalá lo hayamos agarrado a tiempo, sin una víctima mortal como podría haber sido la vicepresidenta, porque eso llevaría todo a otro plano impensado, el espiral de violencia hubiera sido tal que estaríamos envueltos en una crisis y una guerra civil.
¿Es optimista en cuanto a que este episodio pueda servir como facilitador de un diálogo más amplio con la oposición?
-En algún punto yo coincido con Hebe en eso de no hablar con la oposición, pero la política es el diálogo, porque si no es la guerra, entonces tal vez sea necesario. Por supuesto no estoy pensando en que la vicepresidenta o el Presidente tengan que hablar, pero sí que pueda haber algún tipo de emisarios que se pongan de acuerdo en frenar esta agresividad y ataque masivos desde la oposición, porque hasta hace poco yo estaba hablando del lawfare, de cómo se manejaba con los medios hegemónicos, los empresarios del establishment y los jueces de la corporación, y resulta que ahora ya estamos tres escalones más arriba viendo que no nos maten. Parece gravísima la situación.
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Foto: Infobae