Redacción Canal Abierto | En medio de una ola de calor –que azota mucho más fuerte en el norte argentino-, más de 200 familias del monte de Formosa atraviesan una sequía que ya lleva tres años. El Frente Nacional Campesino (FNC) difundió la situación y pide a los gobiernos que den una respuesta concreta a estos habitantes.
Benigno López, coordinador del FNC, dialogó con Canal Abierto y dijo: “La sequía es un fenómeno que se repite todos los años en muchos puntos del país. En el caso de Formosa, vienen siendo tres campañas seguidas. En el este y centro de la provincia ya tuvimos lluvias, aunque no las suficientes. Y en el extremo oeste, que corresponde a la sub región Chaco seco –donde se hayan El Impenetrable y el Chaco Salteño-, la situación es de emergencia hídrica total, desastre agropecuario porque van tres años en los que no llueve lo suficiente”.
En este sentido, López aseguró que “se secaron las represas, los madrejones, los pozos. Los escasos aljibes que el Frente Nacional Campesino (FNC) construyó con el Estado también quedaron sin agua porque no se puede cosechar lluvia. También se secaron las primeras napas de agua subterránea”.
Además del campesinado, los animales que se crían en la zona también sufren la sequía, ya que el monte nativo es su principal fuente de forraje.
“Esta sequía produce la mortandad de estos animales por falta de comida y por la propia falta de agua. Y las familias campesinas, aparte de tener una pérdida fenomenal en su producción, también compran agua para tomar porque no llueve. La mayoría de ellos no tienen cisternas ni aljibes para almacenar agua. Hay muchos que están comprando agua para los animales a empresas privadas o a los municipios, pero no tienen la espalda económica para seguir afrontando esto, o comprando nafta a $350 el litro para bombear agua”, explicó López.
¿Qué se puede hacer?
“En primera instancia, que tanto el Estado provincial como el nacional miren hacia estas zonas y las provean de forrajes como alimento balanceado, maíz o alfalfa para la ganadería, y al mismo tiempo buscar formas de abaratar los costos de acarreo de agua desde los centros urbanos hacia los puestos y parajes. Seguido a eso, es imprescindible la realización de pozos someros, que van hasta los 30 o 35 metros para obtener agua de las primeras napas que no están agotadas”, sostuvo el coordinador del FNC.
La construcción de nuevos pozos tiene un costo económico que un pequeño granadero no puede afrontar. Al respecto, López señaló: “Se está planteando también la necesidad de construir aljibes o cisternas para cosechar agua de lluvia, y represas para obtener agua para ganadería. Estas son las necesidades más urgentes”.
Y añadió: “Las familias están muy empobrecidas por la crisis económica y por la que provoca la sequía. La moneda no alcanza para cubrir la comida. El autoconsumo lo tenían garantizado con su ganado pero lo están perdiendo. Es una de las regiones más pobres, con mayor indigencia en el país”.
Un derecho humano
En Formosa, las temperaturas en verano rondan entre los 45 y 47 grados, y estas personas lo están viviendo sin una gota de agua. “El agua es un derecho humano que se le niega el agua a una población campesina desesperada sólo por negarlo. Existen formas de ayudar y es barato para el Estado, por eso pensamos que quieren que los campesinos desaparezcan y que las tierras queden para los empresarios del agronegocio. Otra razón no existe”, sentenció López.