Redacción Canal Abierto | La becaria del CONICET, Noelia Urseler, publicó un informe en la revista científica Science of The Total Environment sobre el hallazgo de un herbicida prohibido en más de 30 países en los tambos de la cuenca lechera de Córdoba.
El agrotóxico en cuestión es la atrazina. “Hicimos un relevamiento en el 2016 en donde detectamos la presencia del herbicida atrazina, y se ha visto en varias regiones de la Argentina pero sobre todo en la pampa húmeda. Hay antecedentes de detección en agua superficial, en agua de pozo, o de lluvia, y es un problema que necesita tratarse”, advirtió la investigadora.
El estudio se realizó principalmente en la localidad cordobesa de Villa María, donde se analizaron 18 tambos. “Esto es porque es una de las cuencas lecheras más importantes del país”, dijo Urseler. En la leche se detectó una concentración alta de atrazina y explicó que una de la causa de la contaminación “es por el agua que consumen las vacas”.
Los resultados fueron contundentes. “La atrazina se cuantificó en el 50% de las muestras de agua subterránea (en valores que oscilan entre 0,07 y 1,40 μg/L) y en el 89 % de las muestras de leche bovina (de 2,51 a 20,97 μg/L). Además, los niveles de atrazina en el 44,4% de las muestras de agua subterránea y el 11,1 % de las muestras de leche bovina (n = 18) excedieron los límites establecidos internacionalmente como seguros para el consumo humano”, reza el escrito.
El trabajo de Urseler confirma con datos rigurosos lo que vienen denunciando los pueblos fumigados de Argentina, tan perjudicados por el modelo agroindustrial que impera en el país. Al respecto, la becaria del CONICET sostuvo: “La importancia del estudio es que deja en claro la necesidad de establecer algún tipo de normativa y que se tome conciencia de su aplicación. No sé si prohibir su uso, pero si al menos restringirlo, como sucede en otras partes del mundo”.
Sobre los riesgos de la presencia de atrazina en la leche, explicó: “Es importante destacar que las muestras nos dieron valores bajos para implicar un riesgo en la salud de las personas que consumen esa leche, sobre todo la población rural, pero no por eso debemos pasar por alto que hoy en Argentina no existe normativa que regule la presencia de atrazina en la leche ni en ningún otro alimento”.
Por último, cabe señalar que durante 2022 –luego de publicado el paper-, el Ministerio de Ambiente de Nación solicitó una reunión con diferentes investigadores de la Argentina para “evaluar el impacto que tiene la atrazina en el país y en consecuencia de esos resultados, regular su uso”.