Redacción Canal Abierto | Juntos por el Cambio sigue sumando elementos a su interna y aspirantes a la presidencia.
Pese a que en 2020 había anunciado su retiro de la política, Elisa Carrió acaba de anticipar que será precandidata a presidenta por la Coalición Cívica (CC) en las elecciones primarias de este año, donde podría enfrentará a Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Gerardo Morales y Facundo Manes.
“Yo soy candidata para garantizar la unidad, no pretendo ganar, pretendo que no haya un debate a muerte en Juntos por el Cambio”, aseguró en diálogo con Jorge Lanata en radio Mitre.
A pedido de su padre, Rolando Carrió, dirigente radical del Chaco, Lilita se presentó a las elecciones para la Convencional Constituyente de 1994, en las que resultó electa. Luego fue candidata a diputada nacional en 1995 y 1999 por el Chaco.
Tras el estallido social del 2001 fundó la Coalición Cívica ARI, partido con el que aspiró a la presidencia en cuatro ocasiones (2003, 2007, 2011 y 2015). A lo largo de esos años fue candidata y electa legisladora en todas las elecciones de medio término (2005, 2009, 2013 y 2017).
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Las cifras históricas evidencian que la de Elisa María Avelina Carrió es una oferta electoral atractiva cuando del Congreso se trata (el 50,93% cosechado en las legislativas de 2017 sirve de muestra). Todo lo contrario a sus candidaturas para cargos Ejecutivos.
De sus aspiraciones a sentarse en el sillón de Rivadavia, fue en 2007 que obtuvo su mejor performance con un 23,05% de los votos que la ubicó en segundo lugar, detras de Cristina Fernández. Se trataba de un salto considerable respecto del 14,05% cosechado cuatro años antes, cuando Carlos Menem y Néstor Kirchner lograron alcanzar el balotaje. En aquella oportunidad fue la única de los otros principales candidatos que se pronunció a favor de uno u otro y declaró que apoyaba al santacruceño pero “con reserva moral”.
En 2011 sumó tan sólo el 1,82% de los votos. Es cierto que esta vez, y al igual que el resto de las opciones, poco podía hacer Carrió frente a la aplastante victoria de la hoy vicepresidenta.
La siguiente contienda presidencial la encontró como actriz protagónica y una de las tres patas basales de la naciente coalición Cambiemos. Sin embargo, 2015 tampoco le sonrió a Lilita: con el 7,78%, ocupó el tercer lugar en las primarias detrás Ernesto Sanz y Mauricio Macri.
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A tres años de su “jubilación política” y ahora retorno con candidatura presidencial, Carrió vuelve a dar muestras de su imprevisibilidad, una de sus principales característica y quizás la razón central por la que el electorado le desconfía a la hora de designarla para cargos de gobierno o gestión.
Por otro lado, y esto se desprende de sus declaraciones de ayer y hoy, todo indica que pretende volver a mostrarse como un ente autónomo, lejano y ajeno a las decisiones de la coalición opositora. Ya sabemos cómo terminó la historia con la administración Cambiemos y Lilita en su rol de vara moral que observa y fiscaliza, veremos qué suerte le depara en caso de volver a alcanzar el poder.
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