Redacción Canal Abierto | En pleno año electoral y a un paso de la apertura de sesiones legislativas, la última semana parece haber sido de reacción dentro del Frente de Todos, con todo y lanzamiento de precandidaturas presidenciales.
La situación comenzó a sacudirse el miércoles de la semana pasada, cuando el bloque frentista en el Senado se dividió. Guillermo Snopek, Alejandra Vigo, Edgardo Kueider, Carlos Espínola y María Eugenia Catalfamo anunciaron la creación del Bloque Unidad Federal, cuyo objetivo será “plantear la necesidad de crear un espacio político que le dé verdadera representación a la agenda federal y de las provincias argentinas”, según explicaron.
Por su parte, el jujeño Snopek, en una carta dirigida a la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Kirchner, detalló que su decisión fue tomada, en primer término, por “la distancia cada vez mayor” respecto del rumbo de gestión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, alejado “de las prioridades que nuestro pueblo demanda”.
También aparecieron precandidatos, que inscribieron su nombre para competir en las PASO de agosto.
Los candidatos
El primero fue el embajador en Brasil, Daniel Scioli, quien impactó a la Casa Rosada con su decisión de competir en las internas, difundida por sus redes. Aunque afirmó que no competiría con el Presidente si éste va por la reelección, al ex vicepresidente lo seduce la idea de unas PASO con múltiples opciones.
Luego, y en un acto en el Club Platense, el dirigente del Frente Patria Grande Juan Grabois presentó su libro Los Peores junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof. En las casi dos horas que duró el debate, Grabois ratificó su precandidatura y sostuvo que no hay que resignarse a que haya un “tibio” el año que viene. Sin embargo, varias veces con anterioridad, había asegurado que si el ministro del Interior Eduardo de Pedro se presentara, él declinaría su candidatura.
El viernes, en tanto, fue Claudio Lozano —ex director del Banco Nación y presidente de Unidad Popular—quien lanzó su candidatura. Desde la sede porteña del partido, reclamó la necesidad de una mesa política “que discuta cuál es el rumbo que debe seguir el Frente de Todos”, y la realización de “primarias amplias y democráticas”.
“No aceptamos que el instrumento Frente de Todos, que fue una alternativa popular frente a las políticas del régimen de dominación en 2019, deje de serlo en 2023. Tenemos que encarnar un proyecto emancipatorio —agregó—. No fuimos capaces de transformar esa unidad electoral en una unidad de carácter política. Nunca existió una convocatoria a una mesa política al conjunto de las fuerzas políticas que lo integrábamos, y a aquellas experiencias sociales, sindicales, territoriales, de empresas, cooperativas y de derechos humanos que se referenciaban en el Frente. Esa mesa política hoy sigue siendo imprescindible. Las PASO tienen que ser absolutamente libres y abiertas”.
El análisis se encolumna detrás de aquellos que vieron en la falta de una interna real en las legislativas de 2021 gran parte de la responsabilidad de la pérdida de votos que sufrió la alianza gobernante.
Por su parte, las organizaciones que agitan el “operativo clamor” para denunciar la proscripción de la Vicepresidenta planean realizar algunas actividades en el marco del 8M y no se descarta que también las haya el 24 de Marzo, para destacar la consigna “democracia versus mafias”.
Finalmente, y si bien él no para de negarlo, nadie se atreve a descartar las intenciones del ministro de Economía, Sergio Massa, de competir en las internas. Y las consultoras ya se lanzaron a medirlo.
A partir de aquí, y sobre todo después del discurso que dé inicio a las sesiones este miércoles, se espera que cada jugador empiece a mover sus piezas, en un partido que se anticipa intenso y difícil.