Redacción Canal Abierto | En la última apertura de sesiones de su mandato, Alberto Fernández realizó un repaso de su gestión a lo largo de un discurso que duró dos horas y 57 páginas. En él, aseguró que los argentinos “vivimos sustancialmente mejor que hace tres años” y desde la oposición llovieron las críticas, sustentadas sobre todo en las variables económicas que le son desfavorables.
Puestos a analizar y en un año electoral donde la economía será unos de los factores determinante a la hora de emitir el voto, el nuevo informe de coyuntura del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) abunda en detalles que comparan la gestión del Frente de Todos con las anteriores y, entre otras cosas, desglosa su impacto en los bolsillos.
Salarios vs. Inflación
En ese balance, los datos le dan la razón al Presidente. De acuerdo a MATE, la variación de salarios versus la inflación, los trabajadores estuvieron “sustancialmente mejor” que en 2019.
El gráfico elaborado por los economistas muestra la ganancia o pérdida acumulada por mandato presidencial desde 2003, tomando en cuenta las variables “salarios” y “precios”.
Durante el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007), cada trabajador acumuló un ingreso extra de 2 millones de pesos. En el primer mandato de Cristina Fernández (2007-2011), cada asalariado acumuló otros $663.000 extras, y $549.000 durante su segundo mandato (2011-2015).
El balance positivo se revirtió durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019), momento en el que los precios le ganaron a los salarios durante todo el período. Al final de la gestión, esos cuatro años le costaron a cada asalariado $1.428.000.
Con el 6% de enero, la inflación interanual llegó a 99%. De cumplirse los pronósticos, en febrero finalmente alcanzará los tres dígitos. Sin embargo, los salarios se movieron muy parejos a la inercia inflacionaria hasta la segunda mitad de 2022. Desde entonces, los salarios comenzaron a perder otra vez y la pérdida acumulada llega a los $45.000.
La otra tendencia negativa que el Frente de Todos heredó y no revirtió es la caída del Salario Mínimo Vital y Móvil. Desde 2003, éste subió hasta alcanzar su pico en noviembre de 2011 (actualizado, hoy sería $123.814). A partir de allí entró en una curva descendente que se acentuó vertiginosamente a partir del gobierno de Cambiemos.
“El SMVM de marzo se encontrará a $40.000 del valor que tenía al dejar el gobierno Cristina Fernández. Para recuperar el nivel que tenía entonces tendría que aumentar 57% en términos reales. Para recuperar el nivel de comienzo de mandato, tiene que crecer 18%”, aseguran desde MATE.
Actividad
En cuanto a la actividad, el gobierno de AF logró recuperarse del frenazo que significó la pandemia y superar, para diciembre de 2021, los niveles que heredó en diciembre de 2019, incluso los de diciembre de 2015. Al comparar años completos, la economía creció 5,2% en 2022. Sin embargo, los especialistas alertan sobre el freno al crecimiento que ocurrió a fin de año y concluyen: “de no activarse la inversión pública en el contexto del año electoral, será difícil lograr un tercer año consecutivo de crecimiento”.
Empleo
Éste ítem fue quizás el más exitoso durante el gobierno del Frente de Todos. En lo que va del mandato de AF, se crearon 850.000 empleos registrados.
“Si bien la mayor parte de ellos corresponden a la modalidad de monotributo, la creación de puestos de trabajo asalariados en el sector privado fue muy importante”, destacan desde MATE.
Hilando más fino, el empleo asalariado registrado en el sector privado registra un crecimiento del 5% interanual, un ritmo de creación de empleos en torno a los 23.000 empleos mensuales.
Gasto público
“Que quede claro: tanto el ministro de Economía como yo, no necesitamos al Fondo Monetario Internacional para saber que debemos lograr el equilibrio fiscal. No podemos persistir con políticas que generan déficit en nuestras cuentas públicas. Aunque no sea factible alcanzar ese objetivo de la noche a la mañana, el equilibrio fiscal debe ser nuestro horizonte”, sostuvo el Presidente en el inicio de sesiones.
Dependiendo de qué lado de la biblioteca se consulte, el desempeño del Gobierno en relación con el gasto puede ser leído como una buena o una muy mala noticia.
Los datos duros registran que desde julio de 2022 el gasto primario devengado de la Administración Pública Nacional cambió de tendencia. Así, del 9% positivo interanual que registró en junio, cayó un 12% negativo interanual al siguiente mes. La contracción se hizo todavía más grosera en los meses siguientes, y la más pronunciada fue en noviembre donde el recorte significó un 28% menos que en noviembre 2021.
Reservas
Al ritmo del acuerdo con el FMI, las reservas no se recuperan.
Los pagos al organismo y del “dólar soja” son señalados por MATE como los factores que están resultando en una sangría que no se detiene.
“Los adelantos de exportaciones y el incremento de la deuda comercial por importaciones hacen ver ‘menos peor’ un problema cada vez más grave”, apuntan.
Ilustración: Marcelo Spotti