Canal Abierto Radio | Luis Carzoglio es el juez que en octubre de 2018 rechazó un pedido del fiscal Sebastián Scalera para detener al sindicalista camionero Pablo Moyano. En ese contexto, denunció que dos agentes de la Agencia Federal de inteligencia (AFI), Juan Sebastián De Stéfano y Fernando Di Pasquale, lo visitaron en su despacho invocando la representación del entonces presidente, Mauricio Macri, exigiéndole la detención del gremialista. Hasta le llevaron un borrador de la resolución -que incluía hasta indicaciones para allanamientos- que debía firmar, cuando el magistrado ni siquiera había recibido el expediente.
El rechazo del juez significó el inicio de su calvario. Le desempolvaron viejas denuncias en las que se pedía su juicio político y le formularon nuevas. El 5 de diciembre el jurado, con votos de Cambiemos y de abogados de la matrícula, lo suspendieron en un comienzo por 90 días que se transformaron en casi cinco años.
Una de las pruebas presentadas por el representante del juez, el abogado Diego Raidan, es la declaración del exdirector de la AFI, Gustavo Arribas, y su número dos, Silvia Majdalani, ante la Comisión Bicameral de Inteligencia, donde reconocieron la visita de De Stéfano y De Pasquale. Este último se encuentra procesado en la causa que investiga la llamada «Gestapo antisindical».
¿De qué está acusado Carzoglio? Básicamente de malos tratos a los empleados de su juzgado y de una aplicación en extremo garantista respecto de planteos de morigeración de las condiciones de detención de presos que pasaron por su jurisdicción.
Según Conte Grand, una de las muestras evidentes de que Carzoglio es un mal juez es la cantidad de resoluciones que le revocó o le anuló la Cámara de Garantías al revisar sus decisiones. El problema aquí es que la función de la Cámara es, justamente, revisar las decisiones de los jueces de primera instancia.
“Hemos podido rebatir cada uno de los argumentos y bajo ningún concepto pudieron comprobar las acusaciones”, señaló Raidan en diálogo con Canal Abierto Radio, quien denunció que durante el proceso “no se están respetando los derechos de la defensa”.
El lunes último, ya en la recta final de su enjuiciamiento, Carzoglio recibió una carta del Papa Francisco en respuesta a un e-mail suyo donde le contaba la situación que atraviesa. «Dr. Luis, querido hermano, gracias por escribirme. Rezo por vos y tu esposa, por favor háganlo por mí. Sigan adelante trabajando por el bien. Franternalmente Francisco», decía el manuscrito.
“Quienes lo juzgan dejan mucho que desear en sus acciones”, aseguró el abogado defensor. En el proceso en cuestión, los acusadores son el procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, la presidenta de la Corte bonaerense, Hilda Kogan, cinco conjueces legisladores y otros cinco que son abogados matriculados que salieron sorteados. “Hay dos hechos relevantes que parecen de color, pero son importantes: primero, que dos de los diputados conjueces ni siquiera se presentaron a las audiencias; y segundo, el profundo desconocimiento sobre la causa por quien debía conducir el debate y la máxima autoridad judicial a nivel provincial, la doctora Kogan”.
Aún ante este escenario adverso, el letrado aseguró que confían en la “absolución y restitución inmediata de Carzoglio al juzgado de Avellaneda”.
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