Redacción Canal Abierto | Este martes, luego de que la situación de violencia asociada al narcotráfico en Rosario desatara las alarmas en el gobierno nacional, el presidente Alberto Fernández difundió un mensaje a través del cual anunció medidas para reforzar la seguridad en la ciudad santafecina.
Ayer se conocieron los detalles de las mismas, que incluyen un refuerzo de efectivos de las Fuerzas Federales, la urbanización de barrios populares a través de la Compañía de Ingenieros del Ejército Argentino, un convenio con la Unidad de Información Financiera (UIF) para instalar una delegación en Rosario, la instalación de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial, y mayores medidas de seguridad en el sistema carcelario. Y no tardó en surgir la controversia.
“La decisión presidencial de meter a las Fuerzas Armadas en un problema de seguridad interior violenta el consenso democrático construido en torno a las Leyes de Defensa y Seguridad”, sostuvo Claudio Lozano, precandidato a Presidente por Unidad Popular en el Frente de Todos.
El economista puso el eje en que la desregulación y la privatización completa de la costa del Paraná “es el marco propicio” para que por detrás de donde se desarrollan las principales operaciones de comercio exterior del país “prosperen negocios ilegales como la droga, la trata o el tráfico de armas”; y en que el deterioro de las condiciones de vida y la expansión de la pobreza son “el caldo de cultivo para la incorporación de mano de obra barata en el desarrollo del tráfico ilegal y de la violencia”.
“Hay que hacerse cargo de los problemas, no hay que agravarlos”, concluyó.
Experiencia con resultado desastroso
Con fuertes críticas hacia el rumbo tomado por el Gobierno desde la firma del acuerdo con el FMI –afianzado con el nombramiento de Sergio Massa como ministro de Economía–, el reciente lanzamiento de la precandidatura de Lozano para disputar las PASO fue explicada desde el espacio como un intento de retomar el “proyecto emancipatorio” que pretendió ser el Frente de Todos.
En la misma línea, Lozano consideró que el anuncio presidencial se enmarca en una “inacción gubernamental frente al avance de la violencia narco en Rosario”, lo que constituye “casi una postal de la actitud ambivalente, improvisada y sin rumbo claro que caracteriza al gobierno de Alberto Fernández”.
De igual manera, sostuvo que en ese contexto la colaboración para urbanizar los barrios populares “parece casi un chiste”.
“El resultado desastroso que han tenido las respuestas militares al problema del narcotráfico en países como Colombia y México son evidencias demasiado contundentes para que se intenten pasos en ese camino”, finalizó.