Canal Abierto Radio | Muchachos, Bangladesh, la abuela la la la, carteles de “no hay más figuritas” en los kioskos, los gritos del vecino al que le llegaba primero la señal de TV, el asado con amigos y la familia, las cábalas de sentarse en los mismos lugares, la sonrisa al cantar “Arrancamelo” de Wos, las y los chicos bailando como el Dibu, cinco millones de personas en la calle… esto que parece una cadena de inconexiones, de palabras delirante brotadas por una mente desordenada, son un código perfectamente descifrable para un argentino que sufrió y disfrutó el Mundial de Qatar 2022, sino… no lo entenderías.
El libro Nuestro Mundial, publicado por Aguilar, hace una crónica detallada de las vivencias personales y de la sociedad que sucedieron en el país durante diciembre de 2022 con la selección argentina campeona del mundo y la euforia que generó a millones de hinchas.
El autor, Andres Burgo, explicó cómo nace este proyecto: “Después de la final del mundo muchos amigos me decían que tenía que escribir un libro sobre cómo se vivió el mundial en nuestro país. Acá hubo un fenómeno social. El Mundial se ganó en Qatar pero se vivió en Argentina».
El periodista analizó las causas de este fenómeno en el aire de Canal Abierto Radio: “Este era un mundial en verano, la fiesta se viralizaba a través de las redes sociales y se contagiaba. Había una generación más joven que conoció a la selección campeona de la Copa América y que vio algo que el resto de nosotros tardó en entender. Yo tenía la emoción de ver el mundial con mi hijo, pero soy de la generación de los viejos vinagres que vio a Argentina campeona en 1986. Entonces empecé con el freno de mano puesto a ver los partidos. Influyeron muchas cosas”.
Durante muchos años, la falta de logros por parte de la selección mayor de fútbol fue alejando a los hinchas de la camiseta argentina. Fueron 36 años para ver nuevamente una estrella sobre el escudo de la AFA. La sensación de fracaso que dejaron proyectos futbolísticos como el de Bielsa en 2002 o Pekerman en 2006 rompieron con el entusiasmo que generaba la selección en los mundiales. La final de la Copa del Mundo en Brasil perdida ante Alemania y la imagen de Messi viendo escapar su sueño a tan poco de lograrlo, fue un dolor tremendo que terminó de desencantar a muchas generaciones. En el medio, tres finales de Copa América perdidas (2007, 2015 y 2016).
El escritor, autor de otros siete libros sobre fútbol, sostiene sobre este tema: “El argentino se estaba volcando más a sus equipos y los más chicos usaban más las camisetas del PSG o el Barcelona que la de la selección. A partir del 94 hubo un enfriamiento, la de Passarella no era una selección para todos”.
La imagen de los festejos en Argentina el 20 de diciembre de 2022, luego de ganar la final del torneo a Francia en una definición por penales que dejó a mas de uno al borde de un paro cardíaco, es la tapa del libro que hace un repaso de nuestra cultura futbolera.
Por último, Burgo recuerda: “En 1986 el colectivo tardo 7 horas en llegar a la Casa Rosada y se tuvo que desviar de su ruta original para llegar. Pero llegó. Acá era imposible que se acercara a Plaza de Mayo. Esta es la selección más querida de la historia, puede ser, pero influyeron muchas otras cosas”.