Redacción Canal Abierto | Milagro Sala fue detenida el 16 de enero de 2016 en Jujuy, acusada de instigación al tumulto durante una protesta contra Gerardo Morales, aliado del entonces presidente Mauricio Macri. Desde entonces pasaron 2747 días, nuevas acusaciones en la Justicia jujeña, numerosos habeas corpus y un reclamo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su favor y hasta el fallecimiento de uno de sus hijo y varios ingresos y salidas de la cárcel.
Desde la casa en la que cumple su prisión domiciliaria, la dirigente social dialogó con el equipo de Canal Abierto que viajó a Jujuy para cubrir la Marcha del Apagón y los cortes contra la reforma constitucional sobre sus problemas de salud, la crisis social que atraviesa Jujuy, la represión policial y detenciones que ya se volvieron cotidianas en la provincia, su enfrentamiento con Gerardo Morales y el futuro político de la Argentina.
A casi ocho años de tu detención, ¿qué sentís?
– Estoy muy desilusionada. Me he sentido sola, abandonada, y eso te lastima y hiere. Y es que avanzan contra mi persona y no hay con quién quejarse, porque tanto la Justicia de Jujuy como la de Buenos Aires están cooptadas por un partido político que responde a la derecha y a los Estados Unidos, y no al pueblo. Lo más grave es que van a cumplirse 8 años de atropellos y el hostigamiento es cada vez más fuerte, no se ha calmado.
En lo personal, estos años fueron muy duros: la partida de mi hijo es lo peor que me pudo haber pasado, mi marido está bastante mal, no hay avances en su salud. Al contrario, está muy desgastado.
Los médicos de la Fundación Favaloro pidieron mi traslado por la trombosis que sufro en mi pie izquierdo, que viene avanzando y ya tiene comprometida mi pierna. Pero al día de hoy la Justicia de Jujuy, en manos de Gerardo Morales, no autoriza la intervención que necesito.
En su momento Gerardo Morales tuvo relativo éxito en construir el imaginario de que eras la causa de todos los males de Jujuy, ¿crees que las movilizaciones, los cortes de ruta y las protestas de estas semanas terminaron por echar por tierra esa idea?
– Decía que me apropiaba de tierras, que mataba gente y era autoritaria, corrupta. Ahora los jujeños se dieron cuenta que él era todo eso, un autoritario que se apropia de todo en una provincia rica con un pueblo pobre, sin recursos y salarios bajísimos en los hospitales y escuelas, altos índices de desocupación y avance del narcotráfico.
En estos años no hubo una política en beneficio del pueblo. Fue todo para un pequeño grupo de nuevos ricos, y los costos fueron represión, palos y cárceles para quien se anime a levantar la voz.
Desde el gobierno provincial insisten en decir que vos estarías detrás de las protestas del último mes y medio…
– Morales me acusa directamente de lo ocurrido el 20 de junio, pero lo cierto es que vive cambiando sus versiones de lo que va ocurriendo en Jujuy. La verdad es que cada corte tiene autonomía y reclamos propios, y yo no puedo decirle a nadie que manifieste ni deje de manifestar.
Fijate que en San Salvador de Jujuy hay marchas de antorchas casi todos los días, es impresionante la cantidad y variedad de reclamos. Los jujeños se han despertado y rechazan ser esclavos de Morales.
¿Cómo debería resolverse la crisis que atraviesa Jujuy?
– Escuchando al pueblo, a los hermanos originarios y a los sindicatos. Pero por sobre todas las cosas, cambiando esa reforma por otra que escuche al pueblo y no sea el producto de un pacto entre cuatro paredes y en beneficio de unos pocos.
Y creo que la Nación no puede seguir mirando para otro lado. Porque Jujuy es parte de la Argentina y esta reforma se riñe con la Constitución Nacional.
Es una reforma que tiene que caer, pero no porque lo diga Milagro Sala: lo reclama el pueblo jujeño, las comunidades originarias, los sindicatos y pequeños productores.
Con todo lo que estás contando, ¿no es paradójico que el gobernador tenga chances de ser vicepresidente de la Nación?
– Hoy Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se pelean para ver quién es mas duro con los de abajo. Pero la democracia no se construye quitándole derechos a los trabajadores, sino redistribuyendo la riqueza.
A los medios nacionales que responden a la derecha, los invito a que vengan y se queden 15 días en Jujuy para entender quién es Gerardo Morales: hoy quien se quiera manifestar, le abren una causa; si hablas mal de Morales, aparecen encapuchados en camionetas sin patente. Quedó más claro que nunca que en Jujuy no hay democracia, salvo para los amigos y familiares de Morales. El panorama es dictatorial.
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Entrevista: Federico Chechele
Cámara: Juan Alaimes